Me remiten un mail: “Dice SNB: "El verdadero problema económico de 
España es la bajísima productividad de la economía española manifestada 
en una estructura de PIB de bajo valor añadido con la que no sale a 
cuenta invertir para mejorarla ni, evidentemente, abordar procesos de 
I+D+i+d. Bajísima productividad que tradicionalmente se manifestó altas 
tasas de subempleo y de emigración al ser la población española 
excesivamente elevada para el PIB que España generaba y que se 
manifestaba en una reducida renta disponible y en una elevada tasa de 
pobreza. Y ese problema no nace en 1996, sino en la noche de los 
tiempos."
 Pero bueno, ¿esto que es? ¿una maldición biblica? entonces ¿cómo se 
explica el desarrollo intenso habido a partir del año 1959? ¿conseguido 
con muy poquito dinero del fondo monetario internacional y con las 
directrices económicas de la escuela de economistas de Madrid?
 Bajo valor añadido ¿Por que? ¿Por qué no empezamos a desgranar las 
causas? porque no será porque no hay personal preparado. Hay ingenieros 
industriales, de caminos, agrónomos y de todo tipo para aburrir. y 
muchos se han tenido que ir fuera, y fuera son apreciadísimos. Y muchos 
están dentro ganando prácticamente 1000 euros. ¿no será que el capital 
necesario se dedica a otras cosas? (por ejemplo a embajadas de 
comunidades autónomas, a miles de cargos políticos inútiles, etc) ¿no 
será que llevamos una política energética errética? ¿no será que los 
políticos que tenemos no tienen ni idea de lo que hay que hacer?”
 Mi respuesta fue:
 “Pues se explica con la emigración masiva de muchas/os españolas/es a 
Europa viviendo en unas condiciones penosas a fin de enviar sus salarios
 a sus familias, divisas con las que el Gobierno financió cosas, como 
pantanos y empresas públicas que luego demostraron tener … una bajísima 
productividad. También con la llegada masiva de un turismo cada vez más 
masivo que exigía muy poco por lo que ya le iban bien las pobres 
infraestructuras españolas pero que a cambio gastaba también muy poco. 
También con la llegada de un capital extranjero que buscaba bajos 
salarios y un orden que aquellos Gobiernos garantizaban porque prohibían
 todo lo que se podía prohibir. Y también con otra cosa que se convirtió
 en paradigma del modelo productivo español: la construcción.
 Luego, con el tiempo lo primero desapareció, lo segundo creció 
muchísimo más, lo tercero fue centrándose en bienes concretos, como el 
automóvil, y lo cuarto se megadisparó; y nacieron algunas empresas 
autóctonas, punteras, pero muy localizadas e insuficientes para revertir
 un modelo que ya estaba caracterizado por el bajo valor añadido y la 
reducida productividad y que vivía del crédito y de la ocupación -o 
subocupación- masiva de una mano de obra cuyos hijos alcanzaron el 
inmenso honor de convertirse en la población juvenil con la mayor tasa 
de fracaso escolar de Europa. Cuando la capacidad de endeudamiento se ha
 acabado, adiós. Puede Ud. hacer una cosa. Compare en los últimos 75 
años la evolución de la ocupación, del PIB, y de la productividad en 
España. Cuando subían los dos primeros caía la segunda, y cuando esta 
aumentaba decrecían aquellos. Bastante triste, la verdad.
 Lo terrible del modelo español es que ha entrado en un círculo 
perverso. Como el valor de lo fabricado es bajo no compensa invertir 
para mejorar la productividad (sí, evidentemente, en las empresas 
punteras que en España existen, ¡pero son tan pocas!), por lo que la 
productividad no mejora, lo que desincentiva la inversión porque se 
fabrican bienes y servicios de bajo valor. Y aquello que podría tenerlo 
se cuida, pero … Por ejemplo, las cerezas del Valle del Jerte son 
superextraordinarias, pero, ¿cuánta gente las conoce en Europa?, sin 
embargo mucha de esa gente conoce las cerezas que se cultivan junto al 
lago de Constanza.
 Muy triste, la verdad”.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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