Recientemente Manfred Neumann, profesor emérito de economía en la 
Universidad de Bonn, afirmó que las vacaciones de Navidad son el mejor 
momento para que Grecia salga del euro, ya que las instituciones 
financieras del país tendrían que estar cerradas durante unos días para 
evitar una corrida bancaria y la fuga de capitales. Hace unas semanas 
publicábamos en estas páginas un análisis sobre la difícil situación de 
Grecia. En ese análisis afirmábamos que aunque la atención del mercado 
se estaba centrando en la situación de la economía española, esperábamos
 que Grecia volviera al foco de interés en el corto plazo. Eso está 
pasando actualmente.
 El FMI publicó ayer que Grecia incumpliría sus objetivos de déficit en 
el 137% del PIB en 2017, y el 120% en 2020. El FMI cree que Grecia no 
conseguirá un superávit fiscal del 4,5% en 2014, como viene establecido 
en el programa de rescate europeo, sino en 2016.
 ¿Qué pasará entonces con ese desfase en el déficit? La cuantía de este 
desfase sería de unos 12.000 millones de euros. Los prestamistas 
internacionales están considerando dar a Grecia dos años más para 
alcanzar sus objetivos de déficit, pero no todos están de acuerdo.
 Ayer Angela Merkel visitó al primer ministro griego para mostrar su 
solidaridad con las duras medidas que ella misma le ha obligado a tomar 
para recibir el rescate europeo. El pueblo heleno se manifestó en las 
calles rechazando la visita de la canciller alemana. De cualquier forma,
 como recoge la CNBC, Merkel es el menor problema de Grecia.
 Cada vez existe una mayor convicción de que la deuda griega tendrá que 
restructurarse de nuevo. Así lo cree Jens Larsen, economista jefe para 
Europa de RBC Capital Markets: “La situación de Grecia no es sostenible.
 Grecia sin duda tendrá que hacer otra restructuración. La pregunta es, 
¿cómo conseguirlo? ¿Ampliar el acuerdo existente, u obtener otro acuerdo
 según se vea que las cosas se están descomponiendo?
 Peter Doukas, el ex viceministro griego de Economía y Finanzas, y el 
actual presidente de Capital Partner, comentó que la visita de Merkel no
 podrá evitar una inminente crisis de financiación en el país. “Un 
recorte de deuda es absolutamente inevitable. La deuda griega no es 
rembolsable en este momento. La economía es demasiado débil como para 
cubrir 300.000 millones de euros, además de la deuda”.
 Grecia tiene que recibir una ayuda de 130.000 millones de euros de la 
Troika antes de noviembre. Sin ese dinero, el país se quedará sin dinero
 para hacer frente a los pagos. “Quizás ahora no sea el mejor momento 
para hablar de ello, pero muy pronto vamos a tener que encarar la 
situación de que la reprogramación de la deuda oficial de Grecia. 
Simplemente no se puede rembolsar”.
 El problema con esta quita es que en la última restructuración se 
redujo la mayor parte de la deuda con los acreedores privados, por lo 
que una nueva quita se haría fundamentalmente sobre la deuda del sector 
público: La Unión Europea, el FMI y el BCE.
 Doukas añade que “va a ser una quita y restructuración de la deuda 
oficial. Mi sensación es que se tendrá que ampliar en 15 años la 
madurez, y recortar en un 1,5% por lo menos los tipos de interés”.
 Pero Doukas cree que “Europa ha terminado concluyendo que hay que 
salvar a los países de la Europa del Sur a toda costa”, por lo que no 
está dispuesto a dejar que Grecia salga del euro, “al menos, por ahora”.
 Grecia vuelve al primer plano de la actualidad de los mercados. 
Volveremos a escuchar predicciones de cuando Grecia abandonará la zona 
euro, como el que publicábamos a principio del artículo, de cuales 
serían las consecuencias de dicho abandono, y de que países la 
seguirían. Creo que algunas cosas han cambiado respecto a hace unos 
meses. Una de ellas es que la situación de Grecia ha empeorado, y  los 
objetivos que se habían marcado para conseguir la ayuda europea no se 
cumplirán. Pero otra es el convencimiento de las autoridades europeas, 
principalmente las alemanas, de que es importante salvar a Grecia del 
derrumbe financiero. No tanto por ella misma, sino por las consecuencias
 que ese escenario podría tener en países como España e Italia. Hoy más 
que nunca, Alemania apoya a Grecia, y la visita de Merkel es la prueba 
evidente.
lacartadelabolsa 
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