El próximo 6 de noviembre se celebrarán las elecciones presidenciales 
en EE.UU. Este es un importante foco de atención para los inversores, 
que han pospuesto parte de sus operaciones de compra o venta hasta 
después de las elecciones.
 ¿Pero tiene eso sentido? ¿Reacciona el mercado de forma diferente dependiendo de que partido sea el próximo presidente?
 Hay un pensamiento muy afianzado en Wall Street que señala que la bolsa
 se comporta mejor con un presidente republicano. Lo curioso de esta 
idea es aunque no está sustentada por los datos históricos,  el mercado 
sigue defendiéndola como una máxima irrefutable.
 Mark Hulbert se pregunta en el WSJ, ¿cómo reaccionarán los mercados 
tras las elecciones? La respuesta honesta sería que nadie lo sabe. Y 
añade:
 Consideremos, por ejemplo, la predicción de que el mercado de valores 
se disparará si Romney gana – lo que se toma como verdad revelada en 
muchos círculos de Wall Street. Es difícil conciliar esa idea con la 
evolución del mercado en las últimas tres semanas, durante las cuales 
las posibilidades de ganar de Romney han aumentado apreciablemente.
 El 29 de septiembre, por ejemplo, Intrade mostraba que la probabilidad 
de ganar de Obama era del  78,9%, frente al 59,7% en la actualidad. 
Durante este tiempo, lejos de subir, el Dow Jones de Industriales ha 
caído medio punto porcentual.
 Si bien esto no es un gran retroceso como para sugerir que el mercado 
de valores en realidad prefiere una victoria de Obama, definitivamente 
no es coherente con las previsiones de un rally de mercado si Romney 
llega a vencer.
 ¿Podría ser que la bolsa no haya subido ya que a pesar de que las 
posibilidades de Romney han mejorado notablemente, el mercado aún cree 
que lo más probable es que pierda?
 Para evaluar esta cuestión, Mark Hulbert ha analizado las elecciones 
presidenciales del pasado siglo que, de una manera u otra, tuvieron un 
resultado sorpresa. Aquí está mi resumen de cómo el mercado bursátil 
reaccionó en cada caso:
 • 1948, cuando el demócrata Truman derrotó al republicano Dewey. 
Durante la primera sesión del mercado después de la elección, el Dow 
cayó un 3,9%. En los tres meses anteriores a esa elección, durante los 
cuales se consideraba cada vez más probable que Dewey ganaría la 
presidencia, el Dow cayó un 2,2%.
 • 1960, cuando el demócrata Kennedy venció al republicano Nixon. Aunque
 la victoria de Kennedy no fue tan sorpresiva como el caso de Truman, 
muchos lo consideraban como el más débil en esa elección. Durante la 
primera sesión del mercado después de la elección, el Dow subió un 0,8%.
 Durante los tres meses anteriores a la elección, el Dow cayó un 2,7%.
 • 1988, cuando el republicano Bush venció al demócrata Dukakis. Fue una
 sorpresa en el sentido de que las encuestas realizadas 100 días antes 
de la elección situaban a Dukakis por delante -54% a 37%. Sin embargo el
 Dow cayó un 0,5% en ese periodo. El Dow cayó un 0,4% durante la 
siguiente sesión tras la elección.
 • 2000, cuando el republicano Bush venció el demócrata Gore. Fue una 
sorpresa, ya que en la fecha de las elecciones de ese año, Intrade daba 
una probabilidad de victoria de Gore por encima del 50%. No fue hasta la
 mitad de diciembre que la Corte Suprema falló para dar la victoria a 
Bush. Desde el día antes de la elección hasta el fallo de la Corte el 
Dow perdió un 1,7%. Durante los tres meses anteriores a la elección, por
 el contrario, el Dow ganó un 1,0%.
 La conclusión es que no hay un patrón claro que se desprenda de estos 
resultados, sobre todo teniendo en cuenta que estamos tratando con una 
muestra tan pequeña. A veces el mercado subió, y cayó en otras 
ocasiones. Tampoco la reacción del mercado a la victoria de uno u otro 
candidato va siempre en una dirección.
 Realmente no es importante para la evolución del mercado de valores si 
el presidente es republicano o demócrata. Al menos eso es lo que nos 
dice la historia. Quizás sea algo más significativo para escoger los 
sectores que probablemente se comporten mejor. Hay cierto consenso que 
si finalmente Romney gana las elecciones, el sector financiero y el de 
educación se verán muy favorecidos. El sector sanitario sería el gran 
perjudicado.
lacartadelabolsa 
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