Según el Banco de España, literalmente.... De acuerdo con las cifras de
la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) publicadas por el Instituto
Nacional de Estadística (INE), en el primer trimestre de 2012 el PIB de
la economía española experimentó una caída del 0,3 %, similar a la
observada en el último trimestre del año anterior.
La demanda nacional disminuyó un 0,5 %, con retrocesos de todos sus
componentes, con la excepción del consumo privado, que experimentó un
ligero avance -de una décima-. Las caídas de los restantes componentes
de la demanda nacional fueron menos pronunciadas que en el último
trimestre de 2011, aunque el descenso de la inversión en construcción
no residencial fue intenso. Así, el consumo público cayó un 0,5 %; la
inversión en bienes de equipo, un 2,9 %; la inversión en vivienda, un
1,6 %, y, por último, la inversión en otras construcciones, un 4,8 %. La
variación de existencias realizó una aportación positiva de una décima.
La demanda exterior neta siguió realizando una aportación positiva al
crecimiento, aunque esta disminuyó hasta 0,2 puntos porcentuales (pp)
(frente a una aportación de 1,5 pp en el primestre anterior), con
sendas caídas tanto de las exportaciones como de las compras en el
exterior. En términos de las tasas interanuales, el producto experimentó
un retroceso del 0,4 %, frente al avance del 0,3 % del trimestre
previo.
Por el lado de la oferta, el valor añadido bruto siguió creciendo en
términos interanuales en las ramas agrícolas (0,8 %) y en los servicios
de mercado (1 %), mientras que se contrajo -con mayor intensidad que en
el trimestre anterior- en la construcción (-5,3 %) y en la industria (-3
%). Por su parte, el valor añadido de los servicios no de mercado se
estancó, en contraste con las tasas positivas de los últimos trimestres.
El ritmo de destrucción de empleo se acentuó en medio punto porcentual
(-3,8 %), con lo que la productividad siguió avanzando a un fuerte ritmo
(3,5 %). El crecimiento de la remuneración por asalariado se desaceleró
dos décimas, hasta una tasa del 0,9 %, lo que hizo que los costes
laborales unitarios disminuyeran a una tasa similar a la del trimestre
anterior (2,5 %).
Por lo que respecta a la información más reciente, los indicadores
disponibles referidos al segundo trimestre del año son todavía escasos,
si bien anticipan que la actividad seguirá contrayéndose en ese período.
Con relación al consumo privado, la confianza de los hogares
experimentó una leve mejoría en abril, interrumpiendo así el perfil de
fuerte deterioro de los tres primeros meses del año (véase gráfico 1).
Esta mejora se sumó a la observada en el indicador de confianza de los
comerciantes minoristas gracias a una valoración más favorable de la
actividad comercial, tanto reciente como esperada. Asimismo, el índice
que mide el clima de los productores de bienes de consumo superó en
abril los registros de los cinco meses anteriores. Por el contrario, las
matriculaciones de vehículos particulares volvieron a registrar en el
mes de abril un fuerte retroceso interanual. En términos intermensuales,
sobre la serie corregida de estacionalidad y de efectos calendario, se
estima una caída de en torno al 2 %. Con información hasta marzo, las
ventas interiores de bienes y servicios de consumo que proporciona la
Agencia Tributaria y el indicador de comercio al por menor continuaron
experimentando retrocesos interanuales en el entorno
del 3 %.
del 3 %.
En el caso de la inversión en bienes de equipo, la encuesta trimestral
de la Comisión Europea a los empresarios manufactureros mostró un ligero
aumento en el nivel de utilización de la capacidad productiva al
inicio del segundo trimestre del año, con una reducción del saldo de
empresas que consideran que su capacidad instalada es excesiva. Por el
contrario, la Encuesta de Coyuntura Industrial arrojó un empeoramiento
para las ramas productoras de este tipo de bienes en abril con respecto
al primer trimestre, especialmente en lo referente a la valoración de la
cartera de pedidos exteriores. Asimismo, el ritmo de descenso
interanual de las matriculaciones de vehículos de carga se intensificó
en abril, hasta el -25 %. Los restantes indicadores cuantitativos de
este componente de la demanda están disponibles solo hasta el mes de
marzo. Entre ellos, la producción industrial de bienes de equipo y el
indicador de ventas interiores de bienes de equipo y software de grandes
empresas, elaborado por la Agencia Tributaria, siguieron registrando
retrocesos sustanciales al final del primer trimestre del año, al igual
que las importaciones de estos productos.
La información más reciente relativa a la inversión en construcción
indica que su proceso de ajuste ha cobrado mayor intensidad en los
últimos meses. Entre el conjunto de indicadores contemporáneos, la
destrucción neta de empleo en el sector, medida por el retroceso
interanual del número de afiliados a la Seguridad Social, siguió
acelerándose en abril, hasta alcanzar el -17,3 %. En relación con los
consumos intermedios, en marzo aumentó el ritmo de caída interanual del
consumo aparente de cemento y de la producción industrial de minerales
no metálicos, hasta tasas del -37 % y del -23 %, respectivamente,
cerrándose el primer trimestre de 2012 con descensos más pronunciados
que a finales de 2011. Asimismo, las ventas de las grandes empresas de
construcción y promoción inmobiliaria retrocedieron con más intensidad
en marzo, según el indicador de la Agencia Tributaria. Finalmente, los
indicadores adelantados, con información hasta febrero, anticipan una
continuación de la debilidad del sector. En concreto, los ritmos de
caída interanual de la superficie visada de obra nueva en viviendas y en
edificación no residencial se sitúan en torno al 50 %.
Según los últimos datos disponibles de Aduanas, las exportaciones
reales de bienes retrocedieron un 2,3 % interanual en marzo. El primer
trimestre de 2012 se cerró, así, con una ligera caída del 0,3 %, que
contrasta con los avances que se venían registrando en los dos años
anteriores. Por grupos de productos, cabe destacar los fuertes descensos
interanuales experimentados por las exportaciones de bienes de equipo
y, sobre todo, por las de bienes de consumo duradero -en particular,
automóviles-. Como ya venía ocurriendo en meses precedentes, las ventas a
la UE reflejaron la atonía de esta área geográfica, siendo
especialmente destacables las caídas de las ventas a Italia y a
Portugal. Las importaciones reales intensificaron considerablemente su
ritmo de descenso en marzo, hasta el -12 %. Los tres primeros meses del
año se saldaron con una tasa del -7,4 % (-3,1 % en el cuarto trimestre
de 2011). Este retroceso fue generalizado por grupos de productos, con
la excepción de los energéticos. En términos nominales, las
exportaciones aumentaron un 1,2 % interanual en marzo, mientras que las
importaciones disminuyeron un 4,6 %, lo que permitió que el déficit
comercial se recortara un 29 % en términos interanuales.
Cabe destacar que el saldo no energético obtuvo superávit por tercer mes consecutivo, mientras que el déficit energético se amplió como consecuencia del encarecimiento de la energía. En el conjunto del primer trimestre de 2012, la reducción interanual del déficit comercial nominal se cifró en un 16,5 %, gracias a que la mejora del componente no energético compensó con creces el mayor déficit energético.
Cabe destacar que el saldo no energético obtuvo superávit por tercer mes consecutivo, mientras que el déficit energético se amplió como consecuencia del encarecimiento de la energía. En el conjunto del primer trimestre de 2012, la reducción interanual del déficit comercial nominal se cifró en un 16,5 %, gracias a que la mejora del componente no energético compensó con creces el mayor déficit energético.
José Luis Martínez Campuzano es estratega de Citi en España
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