"España está intervenida meses antes de la Gran Derrota de Zapatero.
Ahora, Rajoy ha seguido derroteros similares en lo que respecta a la
Contabilidad Nacional, en general, y a la de los bancos, en particular,
aunque este corolario es responsabilidad única del Banco de España. O lo
que es lo mismo, España está más cerca de la Intervención Oficial por
parte de la Unión Europea por la pésima actuación de los políticos y de
los Reguladores. La Gran Mentira de los balances bancarios ha quedado
reflejada en las cuentas de Bankia, de Caja Madrid y la suma de un
puñado de cajas de ahorro saqueadas por los poderes políticos y
sindicales, digamoslo así para que todo el mundo lo entienda. Pero no
entramos en nuestra gestora en asuntos políticos ni en la negligencia
del Banco de España, también rodeada de enlaces políticos. En nuestra
gestora tenemos claro que el Reino de España no puede convencer a los
inversores nacionales ni internacionales con cifras de hoy que son
falsas mañana y las de mañana también son falsas pasado mañana. Bankia,
Caja Madrid y sus asociadas, han pasado de dar cifras negativa de 3.000
millones de euros a 23.000 millones de euros en apenas en una semana. Y
si esto es así, como parece, por qué dar crédito al conjunto del
sistema. Por eso la prima de riesgo vuela, la Bolsa cae a plomo y ya
nadie cree al Pinocho español", me dice el analista jefe de un banco
inglés.
A propósito de esto, en lacartadelabolsa ya hemos escrito hace dos años.
"Los balances bancarios son una caja negra. Si se levantara la alfombra
se descubrirían un montón de cosas debajo. Las valoraciones de los
bancos no volverán a los niveles anteriores a la crisis de crédito.
Estamos en un mundo diferente." (Declaración de Sebastian Lalevee, el
mejor gestor francés durante 2009) Y la pregunta que surge de manera
inmediata es ¿podrán las Bolsas del mundo, en general, y la española, en
particular, mantener una disciplina más o menos alcista, más o menos
rentable, sin la colaboración de los bancos? Los expertos consultados
recomiendan diseccionar la composición de cada uno de los índices de
referencia de las principales Bolsas del mundo, porque no todos los
sectores tienen el mismo peso. En la Bolsa española, que es la nos ocupa
y preocupa, los valores tecnológicos, por ejemplo, no tienen peso
alguno. Tampoco, los grandes conglomerados industriales, ni el automóvil
(éste, es más, no está ya representado en la Bolsa española). Apenas
pesan las farmacéuticas...El 70% del Ibex está concentrado en Inditex,
Telefónica, BBVA y Santander. Si sumamos a estos Repsol e Iberdrola, el
principal índice del mercado español apenas deja hueco para los 30
valores restantes. La distorsión, es, por tanto, muy alta y cabe deducir
que sin bancos no hay paraíso en la Bolsa española.
Además, los expertos dicen que las entidades financieras españolas no
han aflorado “correctamente” en sus balances y cuentas de resultados la
pérdida de valor de sus activos y los bancos de inversión anglosajones
rematan sus informes de situación y de estrategia con indicaciones
concretas sobre la capacidad limita de los bancos en términos de
capitalización. Conclusión, que los bancos siguen siendo extremadamente
vulnerables a la situación económica actual y aún más a un empeoramiento
posibles de las condiciones económicas en el próximo años. Vuelven las
malas vibraciones. La pregunta es ¿Podrá la Bolsa española, en
particular, vivir y desarrollar con normalidad su tendencia operativa
sin la anuencia, sin la buena colaboración de los bancos? La respuesta
es sencilla: NO.
Una de las principales claves de la Bolsa española en este sentido es
el enorme entramado de participaciones bancarias y empresariales. El
entramado de participaciones, que en una época, como la actual, de
sequía de liquidez puede entrañar problemas añadidos de largo alcance.
La mitad de las empresas del Ibex 35 participan en el capital de otras
empresas de la bolsa española, incluida la otra mitad del Ibex. Lo peor
es que es mezcla se produce de manera aleatoria, porque muchos cruces
son contra natura, bien en empresas filiales, bien en compañías ajenas a
su negocio.
lacartadelabolsa
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