Varias docenas de webs ofrecen financiación desde 50 euros sin tener que acreditar un empleo.
Al
amparo de la restricción de financiación derivada de los apuros de la
crisis primero y del despertar del consumo después proliferan webs que
prestan pequeñísimas cantidades de dinero a tipos desorbitados. En
escasos minutos es fácil conseguir importes entre 50 y 600 euros, con
solo aportar unos datos personales -DNI y una cuenta bancaria- y a
cambio de encarar unos elevadísimos costes, si bien su extraordinaria
envergadura es difícil de dimensionar a simple vista por las bajas
cuantías manejadas.
En el cuadro adjunto se ofrece, a título de ejemplo, las condiciones aplicadas por una docena larga de especialistas para un mismo crédito de 100 euros. A su devolución a escasos quince días reclaman gastos de tramitación e intereses de entre 13,32 y 27,51 euros. Una carga pequeña en importes absolutos, que cuando se anualiza para hallar la TAE exigida atendiendo a razones de transparencia y protección del consumidor, sorprende con tasas entre el 1.000 por ciento y 5.000 por ciento o, incluso, más. "Los intereses llegan a ser de un 9.000 por ciento ya que sus créditos son a devolver semanalmente. Aunque explican la diferencia entre la TAE y el tipo de interés que cobran, no queda claro que el primer préstamo es del 0 por ciento si lo devuelves en siete días y a partir de ahí la cifra se dispara", subraya Juan Merodio, especialista en marketing y web 2.0 en alusión a las condiciones fijadas por uno de los mayores especialistas.
En el cuadro adjunto se ofrece, a título de ejemplo, las condiciones aplicadas por una docena larga de especialistas para un mismo crédito de 100 euros. A su devolución a escasos quince días reclaman gastos de tramitación e intereses de entre 13,32 y 27,51 euros. Una carga pequeña en importes absolutos, que cuando se anualiza para hallar la TAE exigida atendiendo a razones de transparencia y protección del consumidor, sorprende con tasas entre el 1.000 por ciento y 5.000 por ciento o, incluso, más. "Los intereses llegan a ser de un 9.000 por ciento ya que sus créditos son a devolver semanalmente. Aunque explican la diferencia entre la TAE y el tipo de interés que cobran, no queda claro que el primer préstamo es del 0 por ciento si lo devuelves en siete días y a partir de ahí la cifra se dispara", subraya Juan Merodio, especialista en marketing y web 2.0 en alusión a las condiciones fijadas por uno de los mayores especialistas.
La TAE se calcula simulando la renovación permanente de la
financiación, dado que es una anualización de intereses y gastos. Esto
implica que será menor cuando más pequeña sea la cuantía y el plazo si
la operación devenga una comisión fija por gestión junto al interés, y
menor a medida que el tiempo del devolución e importe solicitado
aumenta, lo que desvirtúa de alguna forma el cálculo. Numerosas
entidades matizan, de hecho, en sus páginas en internet que los
micropréstamos soportan intereses de alrededor del 1 por ciento, de
forma que el servicio se dispara por los costes de gestión. Pero, aún
así, son operaciones gravosas. Baste comparar con el 8,81 por ciento TAE
aplicado en las nuevas disposiciones de crédito al consumo por parte de
la banca tradicional y de los establecimientos financieros de crédito,
según los últimos datos del Banco de España, si bien el interés puede
ser el triple en tarjetas de crédito.
Para España la avalancha de estos prestamistas es nueva, aún cuando
en plena alegría financiadora antes de estallar la crisis abundaban otro
tipo de créditos express, de cuantias y plazos superiores y costes algo
más moderados. Pero es un tipo de actividad muy arraigado en mercados
como el británico donde es frecuente que se ofrezcan para caprichos como
puede ser financiar la adquisición de la camiseta oficial de un club
deportivo. No en vano, muchos de los nuevos entrantes son grupos
extendidos por varios países, con sede inicial el Londres, Lituania,
Estonia, Malta, etc.
El grupo Ferratum, por ejemplo, atiende a más de 1,5 millones de
clientes en 20 mercados, siendo su origen la ciudad filandesa de
Helsinki; Cashper pertenece al banco maltés Novum Bank, Wonga a una
tecnológica con sede en Londres, presente en Sudáfrica o Polonia, además
del mercado británico y español; países donde también se ha extendido
OK Money, sociedad de Pensilvania, que también ha abierto plataforma en
Escandinavia, Rumanía ó República Checa.
De Malta a Pensilvania
Es
una actividad absolutamente legal aunque falta de regulación expresa.
Es España la función del préstamo no está reservada a bancos ni hay
limitaciones del tipo de interés o normativa específica, como sí tiene,
por ejemplo, de Francia.
Sus altos precios se justifican, en parte, por la alta exposición a
los impagos en la medida que ni siquiera exigen, en muchos casos,
disponer de ingresos fijos para concederlos -algunas reconocen
abiertamente que aceptan peticiones de desempleados-. El riesgo para el
usuario es que por impagar pequeños importes acabe en un registro de
morosos, lo que le dificultará el acceso posterior a otros préstamos
como podría ser una hipoteca.
Algunas de estas webs desaconsejan pedir dinero si la situación es
apurada para evitar apuros que multipliquen la deuda si se dispara el
interés moratorio por impago, pero su recurso es una tentación cuando no
se llega a fin de mes.
Para la banca supone una competencia desleal en la medida que están
libres de asumir costes regulatorios -requisitos de solvencia, registro,
etc- y ni siquiera se les obliga a cumplir con la normas de blanqueo de
capital.
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