El Tribunal de Justicia de la UE ha dictaminado (el 14 de Enero) que el
BCE puede inyectar anfetas en las venas de los países miembros del
euro. Rebobinemos.
Tras el Septiembre negro del 2007: fin del sueño subprime, y el otro
septiembre negro del 2008: despertador Lehman, se pasó al rescate de los
bancos y al estímulo: indefinidos: USA, planes E el 2009 y mediados del
2010: Europa. Luego vinieron los rescates de países, los recortes de
gasto público, los MiBs, las reestructuraciones bancarias, las quitas, …
USA lo estaba haciendo muy bien y Europa muy mal. China iba a su aire,
Japón se fue por el lado de las anfetas, y quienes dependían de las
commodities, pues ya ven.
Pienso que quienes tienen que poner en marcha el nuevo modelo ya
cuentan con suficientes datos para dibujarlo, y pienso que en ello
están, y en un par de años puede estar listo, pero para eso necesitan
tranquilidad, y paz en las calles. Y más aún en Los Mercados. Y ahí se
encuadran esas compran masivas de deuda que han autorizado a hacer al
BCE.
Esa pasta inyectada vía la compra masiva de deuda puede que equivalga a
un café triple mezclado con Coca-Cola y enfriado con cubitos de Red
Bull, pero, pienso, no va a resolver ningún problema de fondo, como
estos:
- A cada día que pasa se necesita menos factor trabajo para hacer lo
que sea. Y no es un tema de consumo, sino de costes. Aunque se regalen
montañas de dinero a las ciudadanías europeas, y aunque esas ciudadanías
se lo gasten en vez de cancelar sus deudas, eso no hará que aumente la
demanda de trabajo: estimulará a las empresas automatizar procesos a fin
de aumentar su productividad y reduciré costes. (Otra cosa es cuanto
aguantará el sistema ese regalo de pasta a la ciudadanía).
- La compra de deuda equivale a una socialización de pérdidas orillando
completamente las responsabilidades que han llevado a que ese país, esa
región, esa entidad, esa familia hayan llegado a una situación de
impago. Ciertísimo: Grecia no pude pagar lo que debe (bueno esclavizando
a su población, tal vez, y de alguna manera ya lo está) pero Grecia no
ha llegado a esa situación por arte de magia: alguien prestó, alguien
solicitó esos créditos, alguien dijo OK, alguien valoró, alguien
permitió seguir, … Esos álguienes deberían rendir cuentas. Si no se
hace, quienes han sido prudentes y no se beneficiaron de aquel
sinsentido, van a pringar, y eso no debe suceder. Grecia (nadie) puede
pagar todo lo que debe, y debe irse por ese camino, pero el pringue
tiene que ser proporcional a la responsabilidad tenida.
- La búsqueda de la eficiencia (que va a ser una de las características
del nuevo modelo) está llevando a una situación en la que quienes no
son necesarios caminan hacia la exclusión –o ya se hallan excluidos–;
quienes son parcialmente necesarios se están instalando en una situación
de semipobreza que el progresivamente declinante modelo de protección
social no va a compensar; quienes son necesarios van a ‘estar bien’
mientras lo sean; y quienes sean hipernecesarios van a pertenecer a una
élite cada vez más distante (y luego está el 0,1% que se encuentra en
otra galaxia). La manifestación de este decorado es lo se llama
desigualdad (por lo bajo de las rentas bajas), y por lo que decíamos en
el primer punto, la compra de deuda no lo va a solucionar.
- La ciudadanía europea –las de unos países más que las de otros, es
cierto– se ha acostumbrado a un estándar de vida. No me estoy refiriendo
a ese sinsentido vivido unos años atrás por el que todo el mundo que
quiso pudo ser ‘propietario’ de un M3, sino al bienestar que
proporcionaba un empleo, un salario decente, una sanidad correcta, una
educación comprometida con la calidad, unas pensiones suficientes, unas
becas generales, ...; ese bienestar se ha ido y no va a volver por mucha
deuda que compre el BCE, y lo malo es que álguienes están sugiriendo
que sí.
- La compra masiva de deuda por parte del BCE (el alto Tribunal europeo
ha dicho que eso no es financiamiento de los Estados, y yo acato, pero
disiento) va a provocar –ya está provocando– la desvalorización del
euro. ¿Alguien cree que las demás divisas se van a quedar impertérritas
antes tal depreciación?. Primero fue USA, luego Japón, ahora Europa: de
lo peor que podría suceder ahora es una guerra de divisas: algo así se
sabe cómo empieza, pero no se tiene ni la más remota idea de cómo
termina.
La compra masiva de deuda, pienso, no resuelve nada de eso, lo malo es
que se está sugiriendo que es la solución a todo, luego también a lo
apuntado; y eso como que no.
Y en qué va a acabar el euro lo estamos viendo mirando al franco suizo.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
El sistema ha petao....lo tenemos.krudito
ResponderEliminarEl sistema ha petao....lo tenemos.krudito
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