La crisis financiera y económica de los últimos años marca un antes y
 un después para el negocio bancario internacional. No solo por la 
desaparición de grandes insignias del sector, el rescate público de 
otras tantas y el nuevo marco regulatorio, mucho más exigente, sino 
porque las entidades financieras tienen que aprender a navegar en la 
incertidumbre. La consultora EY ha publicado un informe con las ocho 
grandes tendencias que marcarán el negocio bancario hasta 2030. 1. Nacionalismo vs globalización: límites al modelo de banca global
 Los nuevos retos económicos están empujando a muchas naciones a 
incrementar el proteccionismo comercial. Esta tendencia afecta a la 
capacidad de la industria bancaria para entrar o salir de un mercado; 
constriñe las estructuras de propiedad y la capacidad para repatriar 
capitales/fondos.
  2. Capitalismo estatal: una nueva fuerza para la banca global
  Aunque se sigue trabajando en una arquitectura regulatoria global, la 
implicación de los Estados en la estructura y el la operativa diaria es 
una tendencia creciente inexorable. Veremos nuevos modelos de negocio.
  3. Flujos comerciales: oportunidades y volatilidad
  Como la mayor parte del comercio tiene lugar entre regiones, los 
bancos globales deben apoyarse en el experto de fuertes socios 
regionales. Junto a esto, los grandes bancos en 2030 serán también 
conocidos por sus altos estándares de servicio y las relaciones a largo 
plazo con sus clientes.
  4. Nuevos mercados: los emergentes habrán emergido
  Para 2030, muchos de los mercados apodados “emergentes” o “en 
crecimiento” habrán llegado al punto de madurez. En Asia, Latinoamérica y
 África, una nueva clase de mercados de alto crecimiento habrá ocupado 
su lugar. Los bancos globales deben ser capaces de competir en esos 
mercados, pero tienen que hacer frente con cuidado a las necesidades y 
regulaciones locales.
  5. Desarrollo demográfico: una generación de viejos y urbanos
  La demografía va a marcar la banca del futuro. Las previsiones indican
 que los habitantes mundiales superarán los 8.000 millones en 2030 y que
 la población será más mayor que nunca. Los nuevos modelos de banca 
deben atender a las necesidades de esa población envejecida y cada vez 
más urbana.
  6. Relaciones con los clientes: más personales y de mayor confianza
  Los clientes están tomando el control en sus relaciones financieras, y
 esta tendencia no va a cambiar. Para 2030, los bancos habrán 
profundizado en su relación personal con sus clientes a través del 
análisis de datos (big data y otras técnicas que hoy nos parecerían 
imposibles). Crece también la especialización por producto para atender a
 los clientes.
  7. Formas de pago: nuevos mercados y nuevos modelos: 
La tecnología está cambiando el segmento de los medios de pago de una 
manera prodigiosa. Las claves de este desarrollo incluyen:
  • La competencia de proveedores de pago no bancarios (PSPs) en el segmento de banca móvil
  • La demanda por parte de los clientes de unos pagos inmediatos, baratos y en cualquier lugar y a cualquier hora
  • Más transacciones gestionadas a través de intercambio sujetos a regulación derivados OTC
  • Creciente foco en la reducción de riesgos sistémicos y en el control debido a la regulación post-crisis
  8. Energía: desafíos para el viejo orden
  Factores geopolíticos relacionados con la producción de energía, 
combinados con una nueva tecnología, requerirá de nuevos productos 
financieros. Estos deben incluir la financiación de grandes proyectos 
energéticos.
Artículo en blog Bankinter
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