Como sabrán, recientemente la OCDE ha publicado un informe de título
“Looking to 2060: Long-term growth prospects for the world” (Si están
interesados accedan aquí y vayan mirando: http://www.oecd.org/newsroom/balanceofeconomicpowerwillshiftdramaticallyoverthenext50yearssaysoecd.htm). Respecto a ese informe una amiga me remitió un mail en el que me preguntaba que me parecía. Le respondí lo siguiente:
“La OCDE ha publicado unas previsiones para el 2060. Cuando llegue ese
año, dice el infore, China e India serán, de largo, las economías más
potentes del planeta (a partir del 2030). La UE y Japón, continúa,
reducirán su importancia a la mitad y el peso de USA habrá retrocedido
siete puntos. En cuanto a crecimiento medio anual, para que te hagas una
idea, el de la India será del 4,4%, el de China el 4,2%, Brasil el
2,6%, Arabia Saudí el 2,0%, UK el 1,6%, USA el 1,5%, España el 1,4%,
Francia el 1,3%. (No sé como ha hecho la OCDE ese estudio, pero para
sacar esos números a 50 años, la única forma es suponiendo cosas: tasas
de consumo, de inversión, ...).
Luego es muy curioso lo que dice. Dice que el envejecimiento de la
población será un lastre, pero a la vez dice que cambiarán los 'patrones
de crecimiento' y que el ahorro -público: para pagar la deuda, y de
China e India- favorecerá el crecimiento. (Mi lectura: se liquida a
ancianos y no-útiles, se paga a las corporaciones lo que se les debe, se
crea ahorro forzoso en diversas zonas que se canaliza hacia los centros
de actividad).
Lo que ha hecho la OCDE, pienso, es 'prolongar la recta': China es
gorda hoy luego en el 2060 lo será un X% más, introduciendo parámetros
que ya son obvios del tipo: 'la deuda USA es insostenible'. Fíjate en
que en 60 años, el estudio, continúa manteniendo la estructura de
Estados como hoy, y no considera que ninguna innovación, energética, por
ejemplo, pueda aparecer y suponer un revulsivo”.
Francamente, no veo la utilidad de este tipo de informes tan detallados
en los momentos actuales: una crisis sistémica que barrerá todo lo
establecido y que implementará un nuevo modelo con nuevas normas y
nuevas formas de hacer. Serían muy útiles, pienso, estudios que
dibujaran tendencias y probabilidades de ocurrencia, que contemplaran
amplios supuestos y opciones. Estoy convencido de que tales estudios se
elaboran, lo que sucede es que no se publican para el hombre de la
calle.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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