Invertir en bancos por el dividendo no es negocio.
La presión que ejerce el desplome del inmobiliario y el atolladero de Europa con su deuda han lastrado con fuerza sus beneficios y, por consiguiente, la retribución al accionista. Pese a que alardea de lo contrario, desde 2007 la banca española ha reducido el dividendo un 40% de media para conservar capital. La Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha obligado a la gran banca europea a alcanzar un ratio “Core Tier 1” -medida de la solvencia- del 9% para junio de 2012. La institución prohíbe que alcancen estos niveles con ventas masivas de activos para no perjudicar la economía, pero sí contempla que “retengan dividendos y bonos” a los directivos. Santander, BBVA, Popular, Caixabank y Bankia están entre las entidades señaladas. El PNUD publicó el índice ajustado por desigualdad por segunda vez este año desde que lo introdujo en 2010 y su objetivo es convertirlo en un componente estándar de su informe anual de Desarrollo Humano conjuntamente con el índice principal no ajustado. Varios países ricos también son calificados en un nivel relativamente bajo cuando se tiene en cuenta la variable de la desigualdad. Por ejemplo Canadá, que quedó sexto en el índice general de desarrollo humano, cae al puesto número 12. Y Corea del Sur, situada en el puesto número 15 en la medición general, quedó en el 28 entre 187 naciones al introducir la variable desigualdad. El Índice de Desarrollo Humano ajustado por la desigualdad cubre disparidades en tres áreas del desarrollo humano contempladas por el índice del PNUD: expectativa de vida, educación y calidad de vida en términos del ingresos. En algunas otras naciones, los puestos según las diferentes variables no cambian mucho debido a que tienen un alto nivel de igualdad. Noruega, un país productor de petróleo que volvió a ocupar el puesto número uno en el índice general, también se situó primero en el índice ajustado. La nación nórdica se posicionó primera en nueve de las últimas 11 ediciones del reporte. Australia, segunda en el índice general de desarrollo humano (IDH), también quedó segunda en la variable ajustada por desigualdad (IDH-D). Los Países Bajos están en el puesto tercero y cuarto de ambas listas, respectivamente. Otras naciones tuvieron mejores resultados teniendo en cuenta lo igualitarias que eran sus sociedades. Suecia, que era décima en la medición general, quedó tercera con el índice ajustado; y Dinamarca ascendió del puesto 16 al octavo en la misma categoría. La República Democrática de Congo (RDC), dividida y empobrecida durante más de una década de guerra, quedó en el último lugar del desarrollo general y en el 134 con el ajuste por desigualdad. Las naciones africanas Níger, Burundi, Mozambique y Chad quedaron apenas por encima de la RDC en la variable de desarrollo general y un poco más arriba en materia de desigualdad, excepto Burundi, que no contó con datos sobre el ajuste. El nuevo informe del PNUD se centró en las relaciones entre la sostenibilidad ambiental y la igualdad, un término que la agencia usa para referirse a la justicia social y el acceso a una buena calidad de vida. La distribución de ingresos se volvió más desigual en las últimas décadas a nivel país en gran parte del mundo, aunque las disparidades en el acceso a la salud y la educación se han estrechado, afirmó. Pero cada vez hay más pruebas de una creciente degradación ambiental en el mundo y de un potencial deterioro futuro, agregó el PNUD. "Los pronósticos sugieren que los persistentes fracasos en reducir los graves riesgos ambientales y las profundas desigualdades sociales amenazan con retrasar décadas de progreso sostenido de la mayoría pobre del mundo, e incluso revertir la convergencia mundial en el desarrollo humano", advirtió la administradora del PNUD Helen Clark en el informe.
Alentar la reducción del dividendo, algo que en principio podría parecer una intromisión en el gobierno de los bancos, es algo que practican las propias entidades desde que en 2008 pinchase la burbuja inmobiliaria y los mercados se pusieran muy nerviosos por la pérdida de valor de las titulizaciones subprime. A menores beneficios, menor dividendo. Como lo primero ha sido muy acusado en la mayoría de casos, lo segundo también.
Según datos recabados por este portal, los principales bancos españoles cotizados, BBVA, Santander, Popular, Sabadell, Bankinter y Pastor, han reducido de media un 40% los pagos a los accionistas entre 2007, momento álgido de la fiesta, y 2010, año en el que España ya tenía una resaca de aupa por los excesos cometidos. La perspectiva para el dividendo con cargo a los resultados de 2011 es aún más desalentadora que la del ejercicio pasado.
La entidad que preside Emilio Botín es la que mejor ha capeado el temporal en estos años gracias a la diversificación de su negocio. En 2007, Santander pagó un dividendo neto de 0,531 euros por acción, por los 0,484 euros de 2010, lo que implica una reducción del 8,8%. La retribución para este año será la misma que la del pasado, afirman sus gestores, aunque algo ha cambiado en la forma en la que el banco cántabro paga a sus socios.
Desde 2009 decidió que algunos de los pagos trimestrales fueran en acciones mediante una ampliación de capital. Esta fórmula, conocida como “scrip dividend” exime a Santander de desembolsar parte del beneficio, lo que le permitía mejorar –o conservar- su ratio de solvencia. De momento, ha realizado tres pagos mediante esta vía, y su intención es que al menos dos de los cuatro dividendos anuales sean en especie.
BBVA ha sido menos dadivoso con sus accionistas en estos largos años de travesía por el desierto. La entidad que preside Francisco González pagó 0,60 euros netos por acción en concepto de dividendo en 2007, por los 0,34 euros de 2010. El recorte, del 43% en términos absolutos, se amortigua un poco por el mayor número de títulos que tiene ahora el banco tras la ampliación de capital para la compra del turco Garanti y los dos “scrip dividend”.
Pese a que el accionista está pagando en su bolsillo los efectos de la crisis, no se puede descartar una caída mayor en la retribución de los bancos ante la dureza del entorno. El suizo UBS recomienda a la banca española que recorte el dividendo para fortalecer los balances. “La llegada de un nuevo gobierno proporciona razones para recortar dividendos”, dice en un informe reciente. Más cuando los niveles de deuda no cesan de crecer.
El director general Jacobo González Robatto dijo que Popular extendería todo lo posible el pago de dividendos en acciones para conservar capital y cumplir con EBA. Este banco ha pagado dos “scrip dividend” hasta la fecha, lo que no ha impedido que haya recortado un 55% la retribución entre 2007 (0,402 euros) y 2010 (0,18 euros), en línea con la caída del beneficio. La proyección vaticina un dividendo por acción de 0,12 euros a cuenta de 2011.
La banca suele alardear de solidez cuando aseguran en las presentaciones a los medios que no modificarán un ápice la política de retribución al accionista, ya que si bien el dividendo ha caído en picado, el “pay out” se ha mantenido todos estos años en el 50% en la mayoría de casos. Es decir, los bancos destinan a dividendo la mitad de los beneficios, aunque éstos son cada día más exiguos.
Banco Sabadell, en línea con Popular, ha reducido el dividendo total un 47% entre 2007 (0,23 euros netos por acción) y 2010 (0,121). La proyección para el pago con cargo a las cuentas de 2011 del banco que preside José Oliú se sitúa en los 0,0675 euros netos por título, lo que implicaría un descenso del 70% respecto al máximo de 2007. Bankinter (-48% entre 2007 y 2010) y Banesto (-39% en ese periodo) no le van a la zaga.
En una entrevista concedida a El País, José Manuel González-Páramo, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, recomienda a la banca deshacerse de actividades que hoy carecen de sentido. Y, también, que dejen de pagar dividendos para capitalizarse. “No veo que eso sea algo sacrílego. Sobre todo mientras el mercado no vuelva a abrirse. Es mucho mejor no pagar dividendos que dar entrada al Estado en el accionariado”.
De aquí a junio de 2012, fecha en la que tendrán los mayores bancos tendrán que presentar un ratio de solvencia del 9%, se despejarán todas las dudas sobre si la banca opta por mantener una política aún más conservadora que en años pasados, ya que pese a mantener un pay out del 50%, ninguno ha elevado el pago al accionista en términos absolutos.
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