Y esto es así, dice, porque el grifo del crédito de los bancos de la zona euro para financiar a empresas y familias permanecerá aún más cerrado el próximo año, e incluso se fijarán “condiciones más duras” ante las dificultades que encuentran las entidades para captar fondos en los mercados interbancarios y de deuda, según los expertos consultados por Europa Press.
“2012 va a ser un año muy duro para el crédito en la eurozona”, sentencia el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada y asesor de la Reserva Federal de Chicago, Santiago Carbó, quien argumenta que las tensiones en los mercados financieros harán “muy difícil” que los bancos puedan normalizar el crédito.
Y es que Carbó espera además un endurecimiento de las condiciones de los “pocos” préstamos que las entidades financieras decidan conceder para financiar proyectos empresariales o destinados a impulsar el consumo.
“Existirán todavía más dificultades para que los bancos puedan acceder a los mercados”, vaticina en la misma línea el analista de Intermoney César Miralles, al recordar las altas rentabilidades a las que se está obligando a los Estados que paguen por su deuda. “Hay una desconfianza total entre las entidades europeas”, subraya el analista de Intermoney.
Hasta ahora la liquidez que suministra el Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido vivo al sistema, pero algunas entidades importantes han pedido al instituto emisor que amplíe las garantías que acepta como colateral para sus préstamos.
Precisamente, el BCE podría estar estudiando ampliar el plazo de los préstamos que ofrece a la banca hasta dos o incluso tres años para evitar que la crisis de la eurozona termine convirtiéndose en una crisis crediticia que ahogue la economía de la Unión Monetaria.
Ambos expertos coinciden también en advertir de que esta “dramática” contracción del crédito se hará más notable en España, pues recuerdan que ahora mismo se encuentra en el centro de las dudas de los inversores. “España va a sufrir todavía más que Europa”, avisa sin ambages Miralles.
“BANCO MALO” EN ESPAÑA.
Tanto Carbó como el analista de Intermoney apuntan directamente al “esfuerzo adicional”, en palabras del catedrático de la Universidad de Granada, de desanpalancamiento que debe hacer la economía española y, en especial, a los activos inmobiliarias que aún conservan en sus balances los bancos españoles.
Para ambos, la “desconfianza” hacia cuál es la exposición real del sector financiero español al ladrillo lleva a la “necesidad” de crear un “banco malo” que absorba estos activos tóxicos. “Hay que liberar a los bancos de este deterioro”, coinciden.
Aún así, los expertos plantean problemas de cómo financiar un “banco malo”, ya sea a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que implicaría un aumento de las aportaciones de los bancos, o bien que el Estado cubra todas las pérdidas derivadas del ladrillo. “Pero sólo sería una parte de la solución, porque las pérdidas siguen estando ahí y alguien tendrá que asumirlas”, aclara Miralles.
“THE ECONOMIST” AVISA DEL CERRAZÓN.
En este sentido, el diario económico “The Economist” publica esta semana un artículo en el que advierte sobre cómo la crisis de la zona euro puede acabar llevando a una contracción del crédito y avisa de que, de caer alguna de las grandes entidades de la euro zona, se pueda producir una fuga de depósitos.
“Uno casi puede oír las puertas cerrarse; una detrás de otra, las fuentes de financiación para los bancos europeos se cierran”, ilustra el diario británico en su última edición.
RIESGO DE RETIRADA DE DEPÓSITOS.
Según advierte la publicación, la gente aún no hace cola ante las sucursales bancarias para retirar sus depósitos (a excepción de Letonia para sacar dinero del banco mediano Krajbanka), pero miles de millones de euros emigran desde el sistema bancario europeo a través de bonos y mercados.
En el mejor escenario, considera “The Economist”, se puede registrar un “credit crunch” que expulse a las empresas del acceso al crédito y les impida invertir. En el peor, algunos bancos pueden quebrar y desatar el pánico bancario en países con finanzas públicas tambaleantes, mal pertrechados para apuntalar sus entidades financieras.
Asimismo, avisa de que los depósitos están empezando a escabullirse y cita a un analista de Citigrup. “Estamos empezando a ver señales de que las empresas retiran depósitos de bancos en España, Italia, Francia y Bélgica”, sostiene el experto, para quien se trata de una tendencia “muy peligrosa”
lacartadelabolsa
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