Para centrar el tema. Tres son los problemas que tiene el planeta: 1)
no hay crecimiento, o es debílisimo, es decir, insuficiente, y 2) se
arrastra una cantidad de deuda total que no se puede pagar. Cierto: hay
países más sanos que crecen más y/o que tienen una deuda total menor o
más en relación con su PIB, pero como llevamos años moviéndonos en un
mundo postglobal, esas subeconomías más sanas se ven negativamente
influidas por las que están mal, por lo que el tercer problema del mundo
aparece en todo su esplendor: 3) la falta de expectativas.
El modelo que hasta ahora todos hemos estado utilizando era simple: se
producía de todo cada vez más y se concedía endeudamiento a todos para
que consumiesen de todo cada vez más. El esquema, sobre todo al inicio
del modelo, se apoyó en políticas fiscales redistributivas que buscaban
trasvases de rentas desde las capas más altas a las más bajas a través
de un gasto en protección social muy elevado (y que también generaba
PIB), y se complementaba con la existencia -muy fomentada, también sobre
todo al inicio de la vigencia del modelo- de una franja social muy
amplia que actuaba de tampón entre los extremos: la clase media.
Hoy no se crece porque es imposible crecer como se crecía debido a que
la capacidad de endeudamiento de los entes consumidores se halla
agotada, eso hace que el consumo caiga en picado, que exista un exceso
de capacidad productiva que es inabsorbible, que la recaudación fiscal
se derrumbe, que el desempleo aumente, lo que hace que la monstruosidad
de deudas existentes no puedan pagarse. ¿Poner el contador a cero?,
imposible: la disponibilidad de recursos es limitada (excepto uno: el
trabajo). El modelo está en crisis, razón por la que éste está
transitando hacia otro nuevo modelo.
Pero ese otro nuevo modelo, pienso, no va por el lugar que están
reclamando ciertos partidos políticos o que ya está aplicando algún
Gobierno: redistribuir renta gravando fiscalmente mucho más las rentas
altas que las bajas a fin de compensar la caída que la crisis está
provocando en la recaudación fiscal; ¿por qué?; pues porque si a un rico
se le suben los impuestos el mosaico de legislaciones fiscales
existente en el mundo permitirá que, pura y simplemente, se vaya a otro
sitio con sus megarentas. En otras palabras, para que esa vía fiscal
funcionase los principales países del planeta deberían ponerse de
acuerdo en aplicarlo de forma homogénea y obligar a los demás a que lo
aplicaran caso de no querer hacerlo. Pero es que hay más.
Como ejemplo de que esta vía fiscal funciona se pone a Islandia.
También se dice que un partido político de los Países Bajos y otro del
Ulster plantean subidas de impuestos muy fuertes a las rentas más
elevadas acompañados de reducciones salariales a funcionarios de muy
alto nivel, y se añade que ambos partidos han subido como la espuma en
las encuestas. Pienso que son ejemplos muy concretos, que los tres
países tienen unas características muy especiales, y que, en última
instancia, con las legislaciones actuales, si los ricos acaban pagando
será porque quieran hacerlo (no, no es un error: porque quieran
hacerlo).
En cualquier caso, subir los impuestos directos a los ricos no
resuelven los problemas dichos en el primer párrafo: ni el PIB va a
aumentar casi por ello, ni las deudas totales a pagar van a disminuir,
ni las expectativas van a cambiar de signo. Pienso que hay que poner el
acento en eso y no en los impuestos que pagan las rentas altas. El PIB:
¿puede aumentar?, ¿en qué subsectores y cómo?, y, ¿qué se hace con los
excedentes que se formarán?. Las deudas no se pueden pagar, ¿cómo se
reducen?, y, ¿cómo se digieren los impactos que ello ocasionará?. Las
expectativas, ¿cómo se redireccionan los aspectos sociales negativos que
ello ocasionará?.
¿Los ingresos fiscales?, pienso que hay que empezar por los gastos.
Hagamos una lista de todo lo que se gasta apuntando la cantidad que se
gasta en cada una de esas cosas, y, una a una, vayamos investigando si
ese gasto se hace de forma eficiente; de ahí saldrá un porrón de pasta.
Luego cojamos esa lista y preguntémonos si ese gasto es a) esencial, b)
importante, c) prescindible, y vayamos tachando.
Los ingresos. Veamos. ¿Es lógico que la ternera de Kobe pague los
mismos impuestos al consumo que la casquería?, ¿lo es que un Vanquish
tribute el mismo IVA que un Logan?. Pienso que hay que dejar a un lado
las rentas e ir a lo que esas rentas gastan, y hacerlo a nivel mundial,
claro. Pienso que la ternera de Kobe debería pagar un impuesto del
tropecientos por ciento y que la casquería debería estar gravada con un
impuesto negativo. Y que si quien se quiere comprar un 458 para pasearse
por Saint-Tropez decide no hacerlo y en su lugar adquiere una mejora
para una de sus cosechadoras de una de sus tierras, no debería pagar
nada por ello, sea cual sea su renta.
Se sigue creyendo que lo bueno es el gasto y a lo que hay que perseguir
es al ingreso, y sí, eso era cierto en el viejo modelo: el que está
agonizando, pero no en el nuevo. Recuerden: los recursos son escasos y
hay que analizar muy bien en qué y como se emplean.
¿Y qué harán Aston Martin y Ferrari?, pues una puede hacer autobuses
que sean muy eficientes y la otra puede hacer eficaces cosechadoras, por
ejemplo.
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Portugal como ejemplo (entre otras razones por lo de las barbas del
vecino, si). Atentos. En el año 2013, Portugal va crecer el -1,0%
(previsión oficial) y con ese crecimiento va a tener que ‘conseguir’ 4,9
mM€ para alcanzar la graciosa concesión que los acreedores le han
hecho: un déficit del -4,5% que tenía que haber alcanzado el año en
curso. Teniendo en cuenta que a 30.06 la economía portuguesa estaba
creciendo al -3,3% (dato real) pienso que es simplemente imposible que
se cumplan esos ¿deseos? para el 2013 y también que este año las cuentas
públicas cierren con un déficit del -5,0%. La pregunta ante esto es:
¿adonde va Portugal?.
Cuando conviene todo son sorpresas y aspavientos, pero si miran las
hemerotecas verán que hace tiempo ya se decía que la economía portuguesa
estaba muy tocada e iba muy fatal. Pienso que Portugal está ante un
agujero muy negro porque, ¿con qué cuenta su economía para recuperarse?,
y claro, el tema tienen sus reflejos, sobre todo en España: España
tiene el 75% de la deuda portuguesa, y algunas -demasiadas- zonas con
problemas bastante semejantes a los portugueses.
Es decir, Portugal la situación de Portugal le afecta a España, y mucho, y por partida doble.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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