Parece una cosa y es otra, como casi siempre. ¿Lo que dice Francia y su línea o lo que dice Alemania y la suya?.
         
 La postura francesa, la de ahora, la que argumenta M. Hollande, la de 
salir por la vía de ir-a-más, es la del viejo modelo, la de utilizar las
 viejas herramientas que ya tenemos, la de volver a hacer lo que hicimos
 cuando el mundo fue bien; también las de los planes E aunque enfocados 
de otra manera, la de mutualizar la deuda cuando a lo que vamos es a que
 cada palo que aguante su vela. Esa vía pienso es imposible porque 
supone volver a los métodos parecidos que nos han llevado a donde 
estamos (porque no podían llevarnos a otro sitio) y porque no hay una 
Europa sino muchas y, al margen de lo que se quiera creer, pienso que 
muy poco conectadas no porque intrínsecamente no se quieran conectar 
más, sino porque no es posible hoy esa conexión. Esa es una de las 
diferencias entre Europa y USA. USA tuvo su Guerra Civil, horrible y 
sangrienta, pero a partir de ahí, se acabó la desunión; Europa ha tenido
 mil guerras igual de horribles y de sangrientas y sigue parecida a 
cuando firmó la Paz de Westfalia.  
 La postura alemana es racional y lógica: ¿cómo puede gastarse más de lo
 que se tiene teniendo en cuenta que no es posible pedir prestado a los 
marcianos y partiendo de la base de que todas las capacidades de 
endeudamiento inexorablemente acaban alcanzando su límite físico?. Eso 
es así, y no hay más, luego hay que dar la razón a esa postura porque la
 tiene, el problema es que, o una postura como esa se adopta desde el 
principio y se mantiene pase lo que pase y suceda lo que suceda para 
evitar llegar a donde se ha llegado, o, sino, debe introducirse en ella 
la flexibilidad porque su evolución es el desastre. Es una postura pura y
 casta, pero Alemania olvida que su reunificación la financió toda 
Europa y los mayores beneficios de la misma han sido para ella. Y 
también olvida que de todo ese dineral que dio dentro de la batería de 
fondos estructurales y de cohesión gran parte del mismo fue para comprar
 los votos de los países mayoritariamente receptores de los mismos a fin
 de que entrasen en la UE aquellos países antes llamados PECOS, una 
entrada que a quien más ha beneficiado ha sido a Alemania. 
 La verdad no es sólo de un color ni sigue la línea recta; y no digo 
‘¡Ojala fuese así!’ porque si lo fuese no lo soportaríamos: aún somos 
humanos.
 Vuelvo a lo que ya he dicho: el problema número 1 de Europa (y del 
planeta) es la deuda: prácticamente nadie puede pagar todo lo que debe; 
el problema número 2 de Europa (y del mundo) es el volumen de porquería 
que se halla diseminada por todas sus entidades y mercados financieros; 
el problema número 3 de Europa (y de lo que la contiene) es el exceso de
 capacidad productiva teniendo en cuenta la escasez de recursos 
existente y la capacidad de consumo de las personas físicas y jurídicas 
que lo habitan; el problema número 4 de Europa (y de eso de denominamos 
La Tierra) es el de que existe un excedente de población activa que 
nunca va a ser absorbido porque ni es necesario ni va a volver a serlo: 
la necesidad del Ejército Industrial de Reserva desapareció hace mucho 
tiempo, entre unas brumas, del mismo modo como algunos dicen que 
desapareció la Legión IX.
 Esos son los problemas, no la emisión de Eurobonos:  emitiendo 
Eurobonos no van a resolverse esos problemas; pero miserizando a 
colectivos enteros tampoco van a resolverse.
 En Febrero del año en curso se firmó algo positivo: alcanzar un déficit
 estructural del -0,5% en el 2020; todos los países de la UE, menos dos,
 firmaron eso, y esos, que acabarán firmando, no son miembros del euro. 
Ese, pienso es el camino: acuerdos globales, a un plazo lógico, con 
tiempo para ir haciendo lo necesario … si es que de verdad se hace. 
Francia ya tiene problemas, de sostenibilidad porque está intentando 
mantener una grandeur que empezó a írsele hace tiempo, bastante, en 
Viena cuando se firmó un tratado al que España ni siquiera fue invitada;
 y Alemania los va a tener porque le faltan ideas para manejar sus 
recursos y sus excedentes momentáneos.
 Ese, pienso, es el camino: la elaboración de trajes a medida, y barrer 
las ineficiencias, y abordar los cuatro problemas enunciados. Seguir con
 ‘más de lo mismo’ no lo es porque ya no hay más ni nada es lo mismo a 
como fue.
 ::: ::: :::
 Veamos. Si “la cifra que necesita el sector financiero español no es 
muy alta” y “España no tiene abierta la puerta de los mercados” (Sr. 
Ministro de Hacienda del reino el pasado Martes en el Senado (El País 
06.06.2012, Pág. 22), quiere ello decir que los mercados ni siquiera 
prestan a España una cantidad que no es alta. ¡Ni siquiera eso!. Aquí ha
 llegado España y por eso necesita a Europa, para que le preste a los 
bancos españoles debido a que a Europa no le interesa que quiebre ningún
 banco español mientras que a los mercados, pienso, hoy les importa un 
bledo que eso suceda.
 Más. Si España no tiene un problema de volumen de deuda pública (no: no
 lo tiene) pero el Sr. Presidente del Gobierno, el mismo día en el mismo
 lugar, pidió que se pongan en marcha, ya, los Eurobonos , es que los 
problemas que se espera va a tener mañana España para colocar su deuda 
pública -el volumen que sea-van a ser monstruosos y por eso se buscan 
apoyos externos que el Sr. Presidente del Gobierno metió en un saco que 
podría llevar la etiqueta de ‘más Europa’.
 Y todo esto se ha movido en dos semanas.
 Dos preguntas: 1) ¿en qué estado se halla, de verdad, la economía 
española?, y 2) ¿qué expectativas, reales, tiene la economía española?. 
Pienso que eso-que-antes-se-llamaba el pueblo español tiene derecho a 
conocer las respuestas a esas preguntas (y si no lo tiene que se 
explique el porqué).
 Por todo ello el auténtico subidón será que la selección del reino gane la Eurocopa, ¿no?.
     @sninobecerra
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
No hay comentarios :
Publicar un comentario