La mayoría de las hipotecas multidivisa de España están nominadas en yenes. La cotización actual del par euro-yen (EUR/JPY) ronda los 110 yenes por euro y si esta cotización sube, se aliviana la deuda de los hipotecados, pero si cae, la carga se hace más pesada. No solo se trata del capital pendiente de amortizar, ya que a pesar del bajo tipo de interés, si la deuda principal sube también se encarece la letra en tanto más deuda debe repartirse en un período de amortización restante que es cada vez menor. Muchos de los que han elegido esta moneda llevan a cuestas el haber entrado cuando la cotización rondaba los 165 yenes por euro. Fue la etapa 2007-2008 la que atrajo a los hipotecados que escapaban de la subida asfixiante del Euribor, hoy en dificultades por no haber gestionado los cambios de divisa y por falta de información calificada. Esta vez me toca exponer mi opinión de buena fe basada en datos objetivos, para estar preparados frente a los probables futuros movimientos del euro y del yen.
Lo primero que hay que saber es que la historia se remonta a un tiempo muy anterior a la creación del Euro. La moneda única es simplemente una cesta de monedas unificada, pero además, se ha centrado la política monetaria en una sola entidad a nivel europeo y tipo de cambio flota libremente en el mercado internacional de divisas. Esto último significa que su revaluación o devaluación depende del mercado y que el Banco Central Europeo puede hacer poco para fijar el tipo de cambio. Cualquier intervención tendría una eficacia relativa en el tiempo y sólo favorecería a unos sectores, perjudicando a otros. Se acabó el fijar el tipo de cambio por decreto y ello es un beneficio y un riesgo, en tanto que cada cierto tiempo se originan problemas cambiarios cuyo desajuste puede provocar crisis de distinta entidad.
Estamos en una crisis que algunos dicen que es sistémica, la primera gran crisis de la era de la globalizacón y tal vez con origen en ella. Las divisas juegan un papel fundamental en este escenario y la europea mucho más, en tanto el “ensayo” del Euro está siendo sometido a prueba. Estimo que una unión fiscal europea aliviaría notablemente la presión, pero conseguirla necesita de la voluntad política, de modificar los tratados de la UE y de someter esas modificaciones a la aprobación ciudadana de cada país miembro de la zona Euro. El tiempo es un factor escaso pero por si fuera poco, es poco probable que actualmente el pueblo alemán aprobara una modificación semejante. Por más que siempre se queje, Alemania es la gran beneficiaria del Euro, en tanto no padece los problemas que tendría con una moneda propia (como los tiene Japón, Suiza y los países exportadores en general), beneficiándose del déficit de la balanza comercial de otros países (como España), lo que impide que el Euro se revalorice excesivamente. Con ello mantienen competitividad y pierden menos ayudando (rescatando) a países (Grecia, Irlanda, etc.) de que lo que perderían con una moneda fuerte que asfixie los exportadores. Por si fuera poco, se transforma en acreedor de esos países.
Este racconto de algunas cosas que parece que no tienen mucho que ver con el yen japonés, nos sirve para adentrarnos en el problema de Japón en relación a una moneda con fama de fuerte. Japón es una potencia exportadora neta, su balanza comercial es crónicamente positiva y genera grandes excedentes. Por ello su 200% de deuda en relación a su PIB, no es un problema serio. A su vez, tiene un diferencial negativo de inflación respecto de occidente. Estos hechos hacen a la crónica apreciación del yen respecto de las monedas de sus socios comerciales y es así desde la década de los `70, cuando Japón comenzó a producir productos de gran valor añadido. Ya en 1977 el euro-yen (o cesta que luego fue reemplada con el Euro) cotizaba a 360. Este primer gráfico en escala mensual desde esa época, nos lo enseña con claridad.
Es decir, la pelea del hipotecado en yenes es una pela injusta que está perdida de antemano si es que se pretende estar toda la vida de la hipoteca en la moneda japonesa. Simplemente es imposible. La tendencia es crónica y terminantemente bajista para el eur/jpy y lo seguirá siendo. Sólo se puede estar en yenes en determinados momentos y desde 2008 que ya no es ese momento, todavía lejos en el horizonte.
Lo ocurrido durante la etapa de creación del Euro y hasta 2008, ha sido un “accidente” dentro de la tendencia principal, una corrección de las grandes caídas anteriores. Debo destacar que algunos analistas ven en la etapa 2001-2008 una tendencia alcista que influye en la calificación de lo que actualmente está sucediendo. Mi opinión, la de haber sido una corrección dentro de la gran tendencia principal, está en línea con la de los mejores analistas del mundo y con la incuestionable gráfica que nos dice que de 2001 a 2008 se desarrollaron 3 ondas (ABC), lo que supone técnicamente una “corrección”. Cuestionar ello es desentenderse de más de 30 años de tendencia principal, totalmente vigente y pretender doblegar esa tendencia haciendo previsiones positivas respecto del EUR/JPY es un grave error de base.
Por su parte, apoyamos las conclusiones técnicas con la mirada fundamental y con datos oficiales que nos dice que el Yen está actualmente en la media de valoración real. El gráfico que seguido vemos se obtiene visitando la página del Banco de Japón (Boj). Para que lo podamos comprender todos, lo voy a comentar sin recurrir a tecnicismos: La línea azul representa el tipo de cambio real, indicándonos el propio BoJ un año base que hace a las veces de promedio y que equivale a 100 (cien). Por encima de ese nivel podríamos sostener que el yen está caro y por debajo que está barato. Vemos que actualmente se encuentra en la zona base, por lo que no puede sostenerse que esté caro. En 1995 observamos que el yen sí estaba caro y un 50% por encima de la zona de 100. Ello puede volver a suceder y se trataría de algo que ya sucedió, no de ciencia ficción. Si tenemos en cuenta que estamos en lo que muchos economistas dicen que es la mayor crisis desde la segunda guerra mundial, pues no estaría de más preparase por si las cosas empeoran.
Ahora bien, teniendo en cuenta que el período 2001-2008 ha sido un largo período correctivo… desde 2008 estamos en uno de “tendencia pura”. Básicamente hay que decir que las correcciones se desarrollan en 3 ondas en contra de la tendencia principal y la tendencia pura en 5 ondas a favor de la misma. Dos de esas 5 ondas, son correctivas (la 2 y la 4). A su vez, cada serie de 5 ondas en tendencia, presenta 5 ondas de grado menor.
Puede que sea un poco complicado, pero lo explicaré con números concretos. Se tuvo una caída desde los 170 hasta la zona de 113 (onda 1 de una serie de 5 ondas a la baja); luego se tuvo una onda de recorte que devolvió la cotización a la zona de 138 (onda 2 correctiva de la caída previa). A partir de allí comenzó una onda 3 a la baja cuya primera parte (sub onda 1) llegó hasta zona de 108-105. Esta última caída es la que está corrigiendose en los últimos meses (sub onda 2). Exacto, esta última onda (138-108) ha estado recortando en los últimos meses y la cotización no está haciendo un suelo, sino que se está preparando para nuevas caídas. Ello es lo más probable y lo técnicamente correcto, apoyado por fundamentales (como vimos) con un estudio del Banco de Japón.
Que el Yen se ponga de caro como ya lo supo estar en 1995 y siempre que el Euro no caiga (lo que también es probable), equivaldría actualmente a un EUR/JPY en 50 para los próximos años, completamente posible. Como siempre digo, no es fatalmente necesario, pero es probable y en medio hay muchos matices también muy malos. Por lo tanto, no aconsejo estar en yenes, debería tenerse una gestión activa con toda hipoteca multidivisa y contando con asesoramiento profesional.
La barrera de los 89 yenes por euro es importante, pero esa zona fue perdida en otros pares (EUR/CHF) y sólo se trate de un soporte horizontal. El verdadero soporte de la tendencia es la parte baja del gran canal bajista en el que se desarrolla el precio desde hace décadas, también por zona de 50 para los próximos años.
Fernando Damián
http://fernandodamian.com/la-tendencia-del-yen-japones-y-la-hipoteca-multidivisa
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