Castilla La Mancha, como otras regiones del Reino de España, se han convertido en un secarral. Pantanos secos, grietas en el lodo, peces muertos, aves, que escapan como pueden en busca de otros lugares con agua. Los olivos, ahora que algunas grandes superficies se han lanzado al fango de vender a pérdidas para compensar otros alzas de otros tantos productos de primera necesidad, se arrugan por la sed. Piden agua a gritos ¿Han visto alguna vez llorar de sed a un olivo? Es estremecedor. Me dice un agricultor de la zona que "si no graniza, este será un buen año para los amantes del buen vino. Una cosecha excelente. Pasa lo mismo con las higueras y los higos. Higueras abatidas, sucias del polvo acumulado, pero con unos higos de calidad excelente. Pequeños, pero repletas de sus azúcares. Hay más abejas muertas y una plaga, en aumento, de avispas chinas. Negar el Cambio Climático es negar la existencia de uno mismo. Y lo que es peor, no tomar las medidas oportunas puede acarrear peligros insuperables. Cambio Climático, que afectará a las Bolsas y a los Mercados. Les dejo unas notas de interés:
“Posicionamiento ante el cambio climático”(Richard Turnill, BlackRock)
Creemos que todos los inversores deberían empezar a tomar conciencia sobre el cambio climático a la hora de invertir
El Banco Central Europeo mantuvo su postura acomodaticia y dejó la puerta abierta a la ampliación de su programa de compra de activos
Los datos económicos de Estados Unidos de esta semana serán clave para determinar si sigue existiendo la posibilidad de que la Reserva Federal suba sus tipos en septiembre de este año
El Banco Central Europeo mantuvo su postura acomodaticia y dejó la puerta abierta a la ampliación de su programa de compra de activos
Los datos económicos de Estados Unidos de esta semana serán clave para determinar si sigue existiendo la posibilidad de que la Reserva Federal suba sus tipos en septiembre de este año
Creemos que el cambio climático representa un riesgo para las carteras y, a la vez, una oportunidad que no podemos ignorar. Tomar conciencia sobre el medio ambiente a la hora de invertir no debería afectar de manera significativa al rendimiento de una cartera ni implica tener que renunciar al objetivo tradicional de maximizar la rentabilidad de la inversión.
Una opción consiste en sobreponderar las compañías más respetuosas con el medioambiente e infrapoderar las que menos se preocupan por el cambio climático, al tiempo que se mantiene el perfil de rentabilidad de la cartera cercano al del índice de referencia. Realizar pequeños ajustes en la cartera puede contribuir enormemente a la reducción de los riesgos vinculados al cambio climático.
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A finales del año pasado, José Luis Martínez Campuzano, ahora Portavoz de la AEB, escribía en lacartadelabolsa:
Con la mirada puesta en la Cumbre del Clima de Paris en diciembre, el FMI ha publicado varias notas analizando entre otras cosas la relación entre contaminación y la creación empleos. O cuestionando precisamente que pueda lograrse que la lucha contra el cambio climático (especialmente en términos de reducción la contaminación, por ejemplo en el consumo de carbón) se traduzca en menores empleos.
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2015/12/parry.htm
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2015/12/poschen.htm
Pero, ¿realmente hay una preocupación sobre los riesgos del cambio climático? Según una de las notas, en la última década el 57% de los norteamericanos se mostraban preocupados sobre la sostenibilidad medioambiental del crecimiento; ahora esta inquietud la comparten apenas un 41 % de los encuestados, más preocupados por la potencial pérdida de empleos (81 %). Las prioridades como ven han cambiado con la Gran Recesión. Luego, si el empleo es la prioridad y la protección del medio ambiente puede ser un obstáculo a la creación de empleo...¿de verdad la clase política va a centrarse en la lucha contra el cambio climático en estos momentos?. Salvo, naturalmente, que la apreciación anterior no sea verdad. Y que se haga un proceso de educación para darlo a conocer.
Parte de esta labor didáctica la lleva a cabo el FMI con informes como los incluidos en esta Nota.
Los sectores que más contribuyen a la contaminación y degradación del medio ambiente son el agrícola, pesca, forestal, energía, construcción, transporte, manufactura de menor valor añadido y el tratamiento de los residuos. Sectores que emplean a la mitad de la fuerza laboral en estos momentos a nivel mundial, estimada en 1.5 bn. personas. ¿Se puede cambiar el modelo económico hacia otro menos contaminante? El FMI apela a los "empleos verdes", desde reciclaje hasta la producción de energía renovable, al mismo tiempo que se invierte en estructuras favorables para esta última (eficiente e intensiva en esta energía). Por cierto, se estima que a nivel mundial la energía renovable emplea de forma directa e indirecta más de 7.7 M. de empleos, triplicándose desde los niveles previos a la Crisis. Y la mitad de estos empleos en economías emergentes. Una aclaración: el crecimiento de la industria de renovables no ha sustituido a la de energía fósil. Pero, sí es cierto, se ha producido una contracción de los empleos en la energía fósil en la última década.
No, no es un cambio en la mentalidad sobre los costes a medio plazo de la energía fósil. Mejor, el resultado de una mayor productividad y eficiencia en su utilización. Y de las peores perspectivas de crecimiento, al mismo tiempo que la caída de los precios. De hecho, los avances tecnológicos han logrado que buena parte de la industria renovable sea incluso más eficiente desde el punto de vista económico y financiero, a la energía tradicional. Pero, naturalmente, hace falta inversión. Y concienciación: de trabajadores, empresas, sindicatos y al final también de los propios gobiernos.
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2015/12/poschen.htm
Pero, ¿realmente hay una preocupación sobre los riesgos del cambio climático? Según una de las notas, en la última década el 57% de los norteamericanos se mostraban preocupados sobre la sostenibilidad medioambiental del crecimiento; ahora esta inquietud la comparten apenas un 41 % de los encuestados, más preocupados por la potencial pérdida de empleos (81 %). Las prioridades como ven han cambiado con la Gran Recesión. Luego, si el empleo es la prioridad y la protección del medio ambiente puede ser un obstáculo a la creación de empleo...¿de verdad la clase política va a centrarse en la lucha contra el cambio climático en estos momentos?. Salvo, naturalmente, que la apreciación anterior no sea verdad. Y que se haga un proceso de educación para darlo a conocer.
Parte de esta labor didáctica la lleva a cabo el FMI con informes como los incluidos en esta Nota.
Los sectores que más contribuyen a la contaminación y degradación del medio ambiente son el agrícola, pesca, forestal, energía, construcción, transporte, manufactura de menor valor añadido y el tratamiento de los residuos. Sectores que emplean a la mitad de la fuerza laboral en estos momentos a nivel mundial, estimada en 1.5 bn. personas. ¿Se puede cambiar el modelo económico hacia otro menos contaminante? El FMI apela a los "empleos verdes", desde reciclaje hasta la producción de energía renovable, al mismo tiempo que se invierte en estructuras favorables para esta última (eficiente e intensiva en esta energía). Por cierto, se estima que a nivel mundial la energía renovable emplea de forma directa e indirecta más de 7.7 M. de empleos, triplicándose desde los niveles previos a la Crisis. Y la mitad de estos empleos en economías emergentes. Una aclaración: el crecimiento de la industria de renovables no ha sustituido a la de energía fósil. Pero, sí es cierto, se ha producido una contracción de los empleos en la energía fósil en la última década.
No, no es un cambio en la mentalidad sobre los costes a medio plazo de la energía fósil. Mejor, el resultado de una mayor productividad y eficiencia en su utilización. Y de las peores perspectivas de crecimiento, al mismo tiempo que la caída de los precios. De hecho, los avances tecnológicos han logrado que buena parte de la industria renovable sea incluso más eficiente desde el punto de vista económico y financiero, a la energía tradicional. Pero, naturalmente, hace falta inversión. Y concienciación: de trabajadores, empresas, sindicatos y al final también de los propios gobiernos.
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Moisés Romero
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