No era el terrorismo internacional, era el litio. La "conspiranoia" han encontrado con el litio de Afganistán un nuevo hilo para tirar de la madeja del 11-S. Así que la red ya es un filón de hipótesis, teorías, acusaciones y debates acerca de si el litio y las riquezas mineras no estaba ya en el horizonte del ataque de las Torres Gemelas. Por supuesto, y siempre según las teorías de la Conspiración, el ataque reinventado por la CIA o por quién sea. Ben Laden, por supuesto, no existe.
Las "revelaciones hace sospechar que el verdadero móvil de esa guerra imposible no es geopolítico 'control territorial' sino económico. En suma, 900.000 millones de dólares potenciales en reservas de hierro, cobre, niobio, cobalto, oro y litio", denuncia una web habitual en las especulaciones conspirativas bajo el título "Afganistán: ¿en verdad, una guerra por riquezas mineras?".
El diario 'The New York Times' auguró que gracias a este hallazgo Afganistán podría convertirse en "la Arabia Saudí del litio". El calificativo, enormemente gráfico, es en realidad una frase del general David Petraeus, comandante en jefe de los aliados en Afganistán, activo promotor de búsqueda de riquezas mineras según los conspiracionistas. "Por fin sabemos a cuento de qué vino la guerra de Afganistán", según un blog de un activista de la otra cara de la realidad.
O lo que es lo mismo, "por fin, encaja otra pieza más del puzzle geopolítico mundial". Es curioso, en cualquier caso, seguir la cadena de argumentos que se han puesto en marcha. Por ejemplo, recopilados de blogs, foros y webs vienen a concluir que "tenemos Afganistán para rato".
El litio, por si no se sabe, explican los propios conspiracionistas, tiene aplicaciones hoy en día casi infinitas y su valoración en el mercado se ha multiplicado por diez en los últimos años. Además, se prevé que la demanda hasta 2020 se multiplique por cuatro. Su uso, ahora mismo más convencional, son las baterías de dispositivos portátiles, desde móviles a cámaras y ordenadores.
Veamos. Por un lado, Bin Laden (ex-agente de la CIA) se va de su Arabia querida a Afganistán a luchar contra los rusos. Después del triunfo de los talibanes, crea Al-Qaeda y reta a Occidente creando en todo las democracias temor y rechazo hacia todo lo islámico.
Por otro, continúan denunciando, "los satélites americanos que escrutan el suelo terrestre se dan cuenta hace más de una década de la gran probabilidad de que Afganistán tenga un gran yacimiento de litio". Así que, por supuesto, el 'hallazgo' no es reciente, sino que es ahora cuando se ha filtrado la información.
"Las teorías de que el atentado del 11-S las Torres Gemelas fuera promovido por la CIA o que simplemente dejara hacer para tener la excusa de invadir Afganistán toma con esto más fuerza que nunca", deducen los autores de las propias teorías de masones, Bilderberg y demás.
Opio, petróleo y litio
Siguiente. Ahora le toca a los talibanes. "Todos hemos visto la situación de Afganistán y la capacidad de su ejército bananero. ¿Alguien cree, que en su sano juicio uno de los países más pobres del mundo retara de esa manera a la primera potencia mundial sin saber las consecuencias?".
La respuesta la dan también. "No solo fueron por esto allí los americanos (A Irak fueron a por su petróleo) sino también a controlar sus oleoductos y a seguir comerciando con el opio, base de todos los negocios de los Skull & Bones y la mejor formar de diezmar y adormecer a la juventud de los países".
Y por si quedan dudas: "La marina estadounidense es el mayor traficante de opio del planeta. Se aprovecha de su poder para sacar e introducir mercancías sin pasar ningún tipo de control aduanero. Allí donde han ido, Vietnam, Colombia, Afganistán el opio se convierte en la principal industria del país". Si acaso, para reforzar argumentos, se aclara: las tres cuartas partes de la producción mundial de opio está en Afganistán.
Realidad o no, desvarío o no, el debate y la acusación circula. Y mucho. "Ahora ya me explico la guerra de Afganistán", es la conclusión recurrente.
La carrera mineral
Y no sólo la última invasión. En realidad, la nueva carrera por minerales estratégicos, críticos o raros -valiosos, por supuesto- fue lanzada por la ex Unión Soviética en los años 70. Así se lee que -cabe recordar que, desde fines del siglo XIX hasta 1990, el Asia central musulmana era dominio de Moscú, que disputó con Londres por Afganistán entre 1893 y la II Guerra Mundial-.
Los argumentos están boca, en cualquier caso, también de los críticos con el poder de EEUU. El Gobierno de Bolivia, por ejemplo, que afirmó que el anuncio de Estados Unidos sobre el hallazgo de nuevos y ricos yacimientos de litio en Afganistán fue hecho por Washington como una excusa para mantener su "invasión".
En una rueda de prensa en La Paz, el director de la Oficina de Recursos Evaporíticos de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Luis Alberto Echazú, aclaró que el hallazgo no representa una competencia para el salar de Uyuni, considerado hasta ahora la mayor reserva del litio en el mundo. EE UU, si acaso, cree que el de Ghazni, la zona de Afganistán en donde ha sido hallado, es aún mayor. No sólo que Uyuni, sino "mayor que la de toda Bolivia".
En cualquier caso, Echazú hizo suyas las palabras del portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Philip Crowley, quien aseguró el lunes que convertir el potencial de esas minas en ingresos reales para Afganistán puede llevar años por la falta de infraestructura en ese país. ¿Quién se llevarán los beneficios? La pregunta hecha por un conspiracionista es retórica. Si acaso: "Los mismos saqueadores de Irak". En fin.
En cualquier caso, al debate se le ha sumado el argumento chino. "Hace unos cuatro años, equipos de geólogos occidentales y chinos retomaban la cartografía rusa, inclusive imágenes satelitales, y confirmaban datos preliminares sobre reservas y yacimientos". Y esa, insisten, es la única razón de que se haya anunciado ahora y poner a la comunidad internacional, otra vez más, contra China.
La "conspiranoia" también tiene un apéndice español. Dado que en algunas blogs, por ejemplo, puesto en la mesa todos estos "argumentos", acaban por preguntarse por la presencia de las tropas españolas.
"Por fin sabemos qué hacen las tropas españolas en Afganistán. Ya nos había dado una pista el Presidente alemán, dimitido recientemente por reconocer que las tropas alemanas estaban allí defendiendo intereses comerciales. Estas sinceras declaraciones han terminado con su carrera política porque, según parece, en esta democracia de mercado los contribuyentes no debemos saber en qué se gasta realmente el dinero de nuestros impuestos".
Y si hay dudas, más. "La explotación de esas riquezas requiere grandes inversiones que harán, en su momento, las multinacionales del ramo; cuando los estados occidentales les hayan preparado el terreno garantizando su seguridad y facilitándoles el acceso con otras grandes inversiones, a costa del erario público y la vida de los soldados que se necesiten, tal como han hecho siempre las potencias imperiales".
fuente: http://ecodiario.eleconomista.es/internacional/noticias/2240849/06/10/-La-conspiranoia-se-explica-ahora-el-11S-con-el-litio-de-Afganistan.html