Pienso que sí serán recortadas las pensiones, de entrada las pagas extras, luego se empezará por las más altas y se irá descendiendo en la escala; y con efecto retroactivos, sí.
En el año 2015 la franja moda en la distribución de ingresos del IRPF se hallaba en los 15.058 euros brutos anuales equivalente a 1.255 mensuales; el siguiente intervalo por número de declarantes correspondió a unos ingresos medios de 8.087 euros brutos al año, es decir, 674 euros al mes. La presión fiscal en España es baja en relación a otros países europeos, pero el español medio no puede soportar ya más impuestos, máxime cuando la subida de otros impuestos –IVA– ya está llamando a la puerta: recuerden: España tiene que encontrar 51.000 M de aquí al 2020 para cumplir sus compromisos de déficit.
¿Los ricos? ¿Qué debe entenderse por ‘ricos’? ¿35.000 euros año de base imponible?; no, esos no. ¿Más de 601.000?, ¿esos si? Pero declarantes de esos sólo hubieron 4.341 personas el año pasado, y quienes obtienen esos rendimientos, o más, disponen de medios legales para minimizar su factura fiscal.
Las pensiones que conocemos están diseñadas para un escenario de pleno empleo y salarios crecientes, justo lo que no se está dando ahora, y menos en España, donde las estimaciones de desempleo estructural para después de la crisis rondan el 20% y donde los salarios bajos –que dan lugar a cotizaciones bajas– son una forma de ganar competitividad.
Ya están circulando estimaciones de cuando se recortarán las pensiones en los próximos años en función de las estimaciones de ingresos. La franja oscila entre el 10% y el 40%. Es decir, la pensión puede acabar convertida en una renta básica de tal forma que dejar de trabajar suponga, si no se dispone de un patrimonio suficiente, abocarse a una drástica reducción del estándar de vida; por lo que en esa línea es esperable una ley que obligue a la jubilación a fin de no frenar completamente la subida de los jóvenes (mucho más baratos que los trabajadores mayores).
Las pensiones fueron pensadas en un entorno de Guerra Fría, con una esperanza de vida tras la jubilación muchísimo menor que la actual –que caerá a medida que vaya empeorando la sanidad pública– y en un entorno económico de demanda de trabajo al alza y donde el crecimiento iba de la mano de la ocupación de factor trabajo. Nada de eso se da ya.
Si, pienso que habrá recorte de pensiones, pero los políticos aún no lo deben pregonar.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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