"Nos hemos contagiado los unos a los otros. Los analistas, presa del efecto manada, intentamos corregir los grandes fallos del pasado, principalmente los de los últimos tres años. Ya sabes, apostar por una fuerte recuperación económica al principio del ejercicio y correr con el rabo entre las piernas en pleno verano, al comprobar que los resultados económicos esperados eran más débiles, que los que habíamos proyectado. Luego vino la crisis bancaria en Italia, en Alemania. También, el Brexit y, finalmente, la victoria electoral de Donald Trump. Sorpresas y más sorpresas. O mejor, no hemos dado ni una en el clavo. Por eso, la mayor parte de este gremio ha decido dar un giro de 180 grados y pintar de negro todo ¡Por si acaso! En este arranque de 20167 hay una mezcla de optimismo, primero, y miedo, pánico y acojonamiento general, ahora. Ni una orden. Los analistas estamos corrigiendo el tiro antes de disparar ¿Macabro, no? Sí, corregimos el tiro según sople el viento. Así, vuelven a caer chuzos de punta sobre la Bolsa española. A medida que los valores se hunde más, mayor es el cúmulo de recomendaciones de venta y de revisión a la baja, claro, de precios objetivo. Y si suben y superan objetivo, como sucedió en enero, corregimos el tiro al revés y lo que dijimos que valía 1 pero cotiza a 2 decimos que vale 1,5. Hay, en cualquier caso, una fuerte presión bajista, que subyace. Hay unos 7.000 millones de euros en posiciones cortas. De ahí la presión de unos y otros, a la baja..."