Ayer, en relación a las recomendaciones  elaboradas por el grupo de 
expertos según encargo del Ministerio de Hacienda, comentamos una serie 
de cosas sobre los impuestos. Hoy los haremos sobre lo que se dice de 
las pensiones. (http://economia.elpais.com/economia/2014/03/15/actualidad/1394915794_142288.html).
 20 – La realidad es la que es: España no recauda lo suficiente para 
pagar las pensiones que tiene que pagar y menos las que va a tener que 
pagar a medida que se vayan jubilando los baby boomers y se agote la 
caja de reserva de la Seguridad Social. En relación a las propuestas del
 Comité dos preguntas: Una. ¿Soportará la estructura de renta un 
impuesto adicional para financiar las pensiones de orfandad y viudedad 
(estas de entrada, luego, pienso, habría que financiar las otras por 
insuficiencia recaudatoria vía cotizaciones)?. Pienso que no. Luego si 
es que no, tan sólo va a quedar una opción: reducir pensiones y que 
quienes puedan, las compensen con ahorros de variado tipo.
 21 – ¿Soportarán los salarios medios españoles la traslación de una 
parte de las cotizaciones sociales que pagan las empresas a los 
trabajadores?. Pienso que tampoco, luego las cotizaciones totales 
caerán, por lo que las pensiones tendrán que ser recortadas; y si es que
 sí por ser obligatorio, habrá menos dinero para otras cosas, por 
ejemplo para consumo, por lo que las empresas tendrán que matar para 
exportar a fin de sustituir las caídas de consumo que podrían 
producirse.
 22 – Y bueno, la vieja historia de considerar toda la vida laboral. 
Vale: las pensiones serán reducidas, y ya no digamos que pensiones van a
 tener estas personas –jóvenes y no tan jóvenes– que tan sólo esperan ir
 encadenando contratos de trabajo temporales y a tiempo parcial 
remunerados con subsalarios y alternados con ‘períodos de no-actividad’ 
más o menos prolongados. Pero sí: eso contribuiría al equilibrio.
 23 – Si no hay fondos suficientes no se puede pagar más, ya, pero que 
no se diga que el problema es de gastos, de períodos de cotización o de 
importe de las pensiones. El problema es de ingresos: no se ingresa lo 
suficiente y así, pienso, se prevé que vayan a seguir las cosas. Pienso 
que tienen razón mis alumnos cuando dicen tener clarísimo que no van a 
percibir ‘ninguna pensión’.
 Mi resumen:
 A – Pienso que un sistema fiscal que lo que busca es que ‘los ricos’ 
(meto también a bastantes empresas) paguen menos –tanto a través de la 
imposición directa como, proporcionalmente, de la indirecta: el tipo de 
IVA de un reloj de platino va a ser igual al de uno de plástico– que 
‘los no-ricos’ no es garantía, ni de un mayor crecimiento, ni de una 
mayor recaudación, ni mucho menos de una mayor creación de empleo.
 B – Pienso que esta reforma fiscal está orientada a generar una 
recaudación fiscal mínima que garantice el descenso de déficit –no al 
ritmo negociado con Bruselas en Abril del 2013, pero bueno-, también el 
pago de los intereses de la deuda pública, lo demás …
 En España se recauda poco porque el PIB es de baja calidad y se 
necesita mucha población para generarlo, esa, más que las deducciones y 
bonificaciones, es la causa de las estrechas bases imponibles españolas.
 Es decir, en términos medios España es una economía pobre, luego pobre 
es su recaudación, y si se quiere aumentar ya se sabe quienes van a 
apechugar más, proporcionalmente, con tal objetivo.
 Recordemos las palabras de Mr. George Osborne, el equivalente británico
 del Ministro de Hacienda de aquí: ‘Los de abajo siempre se llevan la 
peor parte’
 (Ya se ha entrado en a Reforma Laboral, en la Reforma de las Pensiones,
 en la Reforma Fiscal. ¿Para cuando la Reforma Sanitaria?).
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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