¿Qué va a determinar si el mercado rebota o se cae?
El analista Adam Shell nos muestra seis catalizadores con potencial
para cambiar la tendencia de los mercados en la segunda mitad del año:
1. Fed: estímulo sí o estímulo, noHay mucho en juego en si la Reserva Federal, encabezada por su presidente Ben Bernanke, sale al rescate de los mercados de nuevo mediante la inyección de estímulos monetarios al sistema financiero para tratar de reactivar la economía e impulsar la contratación. (Los inversores están esperando movimientos similares de los bancos centrales de Europa y del gobierno chino para reforzar sus economías.)
Bernanke ha dicho en repetidas ocasiones que la Fed está dispuesta a actuar para impulsar el crecimiento si el ritmo de la actividad económica muestra pocos signos de recuperación. Desde 2009, el mercado de valores ha respondido favorablemente a los programas innovadores de la Fed para aliviar las condiciones financieras. El arsenal de la Fed ha incluido programas de compra de bonos, así como comprometerse a mantener tasas de corto plazo cerca del 0 por ciento hasta finales de 2014.
Sam Stovall, estratega jefe de inversiones de S&P Capital IQ, dice
que se realizarán más estímulos económicos. (La mayoría de los
profesionales de Wall Street dicen que se necesitan.) La única pregunta
es cuándo.
2. Elecciones: Obama o Romney
El período previo a la elección presidencial es un momento de gran
incertidumbre, ya que es difícil para los inversores obtener alguna idea
sólida de que políticas podrían ponerse en marcha, hasta que emerja un
probable ganador. La distribución final del Congreso también es
fundamental para el rompecabezas político. El equilibrio del poder
legislativo puede cambiar dramáticamente si un partido gana el control
de ambas cámaras del Congreso. (Los republicanos, que ahora controlan la
Cámara de Representantes, tienen una probabilidad en noviembre del 50%
de tomar el poder en el Senado, de acuerdo con Intrade, una web de
predicción.)
"Los resultados de las elecciones presidenciales se entrelazan con los
mercados y la economía", escribió el estratega jefe de mercado de LPL
Financial, Jeffrey Kleintop.
¿Qué leyes fiscales, políticas comerciales y regulaciones bancarias se
promulgarían si los republicanos ganan la Casa Blanca y el Congreso, o
si el presidente Obama gana un segundo mandato, teniendo que debe lidiar
con un Congreso controlado por los republicanos?
Desde la Segunda Guerra Mundial, las acciones han sufrido pérdidas tan
sólo tres veces en los años de elecciones, de acuerdo con LPL. Las
subidas tienden a hacerse más fuerte según se acerca el Día de las
Elecciones y mejore la claridad política.
El S&P 500 ha subido un 81 por ciento del tiempo desde 1944 en el
cuarto trimestre de los años de elecciones, dice S&P Financial
Network. Las elecciones de este año son particularmente importantes. Los
legisladores están bajo gran presión para llegar a una solución para
reducir la carga de deuda de la nación o arriesgarse a recibir otra
rebaja de crédito de las agencias de calificación - y un voto de no
confianza de los inversores.
El Congreso también debe actuar para evitar la caída de los EE.UU. en
el “Fiscal Cliff” una combinación de mayores impuestos y recortes de
gastos.
3. “Acantilado Fiscal”
Una bomba presupuestaria se avecina el 1 de enero de 2013, cuando
-salvo un voto a favor de un Congreso profundamente dividido- los
recortes fiscales de Bush y los temporales recortes de impuestos
caducarán. Cerca de 100 mil millones de dólares en recortes automáticos
en el gasto público también se producirán. En total, la economía podría
ser golpeada con una carga fiscal de más de 500 mil millones de dólares,
o aproximadamente el 3,5 por ciento del PIB, según la Oficina de
Presupuesto del Congreso.
"El acantilado fiscal se acerca, es grande y temible, pero evitable", dijo Bill Stone, estratega jefe de inversiones de PNC.
La CBO dice que la caída por el precipicio fiscal podría causar una
recesión en los EE.UU. en el primer semestre de 2013. También dañaría a
los consumidores, provocaría turbulencias en los mercados financieros, y
dañaría la confianza empresarial, así como reducirán los beneficios
obtenidos por empresas estadounidenses.
Sin embargo, un acuerdo no puede ser alcanzado hasta después de las
elecciones, dice Daniel Clifton, un analista político de la Strategas
Research Partners.
4. Europa: Ruptura o solución
Si hay una cosa que mantiene a Birinyi despierto todas las noches, es
Europa. Él no sabe cómo va a terminar la crisis de la deuda. ¿Puede el
Banco Central Europeo salvar la situación? ¿Qué pasa si Grecia sale de
la zona del euro? ¿Va a causar un efecto dominó y empujar a grandes
economías con grandes deudas, como España e Italia, solicitar rescates
soberanos? “Cómo y cuándo se desarrolle, es lo que hay que prever", dice
Birinyi.
El hecho de que los mercados bursátiles globales se cayeran el 20 de
julio después de que la Comunidad Valenciana de España solicitara al
gobierno central ayuda financiera, y que se recuperara de forma
pronunciada una semana más tarde cuando el jefe del BCE, Mario Draghi,
dijo que haría "lo que sea necesario" para salvar el euro, muestra lo
impredecible de la crisis. "Nunca pensé que tendría que preocuparme por
una región de España", dice Birinyi. "Es irresponsable decir que un mal
resultado en Europa está ya descontado por el mercado, porque no lo
está."
5. Políticos: Solucionarlo o empeorarlo
El destino de los mercados para el resto del año estará dominado por
tres factores: "la política, la política y la política", dice Ewen
Cameron Watt, estratega jefe de inversiones de BlackRock Investment
Institute.
Un error político en los EE.UU., que se enfrenta a decisiones
fundamentales sobre los impuestos y las maneras de impulsar el
crecimiento a la vez que recortar el déficit presupuestario, sería una
señal negativa para el mercado. Un fracaso de los legisladores europeos y
los banqueros para acabar con la crisis de deuda y el contagio
financiero también sería bajista, al igual que la incapacidad de China
para la provocar un aterrizaje suave de la otrora floreciente economía.
"Todo", dice Cameron Watt, "está en manos de los políticos."
6. China: aterrizaje duro o suave
China es la segunda economía más grande del mundo. También ha sido el
motor de la recuperación desde la crisis financiera. Un aterrizaje duro o
una severa ralentización económica, es la última cosa que los
inversores quieren.
¿La buena noticia? Los intentos de China para revitalizar su economía a
través de dos recortes de las tasas de interés parecen estar
funcionando. En un informe reciente, el Fondo Monetario Internacional
dijo que China se dirige hacia un "aterrizaje suave".
Se espera que la economía china crezca un 8,5 por ciento en 2013,
frente al 8 por ciento actual. El FMI también hizo hincapié en que, al
igual que la Fed y el BCE, China está dispuesta a hacer lo necesario
para mantener su economía fuerte.
El hecho de que el estímulo está funcionando es un gran alivio, dice
Paulsen. "Para mí, el mundo puede seguir con una Europa con un
crecimiento plano. Pero si el mundo emergente cae en recesión, la
recuperación mundial ha terminado."
Los inversores deben mantener la fe, dice Stuart Freeman, estratega
jefe de acciones de Wells Fargo Advisors. “En este momento, el mercado
está asumiendo que todos los aspectos negativos se resolverán en contra
de nosotros", dice Freeman. Pero él dice que lo más probable es que no
todos los factores cumplan el peor de los escenarios.
lacartadelabolsa
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