lunes, 19 de septiembre de 2011

Cumbres, cimas, y otras alturas

La cumbre del Ecofin de Polonia ha estado poniendo de manifiesto que ya hemos llegado al final. Las entidades financieras deben capitalizarse porque tienen problemas, muchos problemas más y muchísimo más graves que los problemas que sacaron a la luz los stress test de Julio. La razón: tienen mucha deuda de lo PIIGS.

Pero ya tenían en Julio toda esa deuda de los PIIGS, entonces, que ha sucedido. ¿Se realizaron los tests incorrectamente?, ¿no se consideraron cosas que sí debieron haberse considerado?, ¿o es que lo que sucede es que la situación de los PIIGS se está degradando aceleradamente?.

Ahora se dice que sí, donde se dijo digo hubo que haber dicho Diego, que lo que dijo el FMI, que había que recapitalizar a las entidades financieras, que sí, y que no, que hay que olvidarse de ampliaciones de capital por la vía de vender papeles porque no los va a comprar nadie; hay que ir por la vía de inyectar fondos públicos, pasta de todos, pasta de esa que haría falta pagar a una farmacéutica que ha dicho que no va a suministrar quimioterapia a hospitales públicos griegos porque hace años que no le pagan; hay que inyectar dinero público en unas entidades financieras porque su riesgo es sistémico, y sus accionistas, ¿se irán también esta vez de rositas?.

Pienso que la Sra. Ministra de Economía del reino atinó cuando dijo hay que romper el círculo vicioso existente entre deuda pública y estado de las entidades financieras (aunque se dejó la deuda privada), pero abordar eso -que es imprescindible, y que se hará- supone cambiar de modelo económico, significa cambiar la forma de funcionar, y decidir qué se hace con el paquetón de deuda TOTAL que se arrastra y que tiene a las entidades financieras, de todas partes, cogidas por allí. En cualquier caso, bien por la Sra. Salgado: es la primera vez que he oído algo así en un foro como ese, ¡y dicho por un político!.

Más fondos públicos tras todos los fondos públicos ya metidos de una u otra manera en las entidades financieras; el objetivo: salvarlas; mi opinión: es imposible. Ayer el problema eran las subprime, hoy la deuda pública de los PIIGS, aquello no se resolvió, y esto no se va a resolver, y no porque no se sepa, sino porque no se puede: no hay fondos suficientes para cubrir todo lo que hay que cubrir, porque como ya se sabe el problema no es sólo eso, es todo lo que deriva de eso, todo lo que está conectado con eso, son los bonos corporativos relacionados, directa o indirectamente, con eso; son los cds a eso vinculado y los cds de los cds a todo eso vinculado; y la deuda hipotecaria que los Sres. Juan López del mundo no van a poder pagar cuando se queden sin empleo; y los pagos que las empresas XXX, S.A. (no, no sólo las que se dican a eso) no van a poder atender a medida que se vayan quedando sin pedidos y de que a ellas no les paguen. ¿Cuánto dinero público haría falta para atender todo eso?; exacto: una cantidad inconmensurable, luego no se puede atender.

El cambio de modelo, ya; eliminar la porquería, disipar el humo, volatilizar la suciedad, quitar lo que sobra. ¿Por qué no se está hablando ya de eso si se va a acabar hablando?, porque aún no toca, ya; porque es la dinámica histórica la que marca el tempo de las cosas, sí, pero visto así es una m, la verdad, pero es lo que hay.

Y luego está el submodelo USA: gasto, más gasto, supergasto, ¡y con bajadas de impuestos!. Pienso que no es utilizar las herramientas que nos han llevado a esto para resolver esto, con agravante: que para hacer eso USA precisa que le sigan prestando. Se argumenta ahora que sólo el crecimiento nos sacará de esta situación, sí y no; y aquí entramos en el nuevo modelo.

Hasta ahora el objetivo, ya saben, ha sido crecer, lo máximo posible y en todas partes y ya saben cómo: consumo de todo, a crédito y cargándonos de deuda, pero esa vía está agotada: por eso la crisis, que recordemos es sistémica. Crecer sí, pero de una forma eficiente y desarrollando bienes y servicios necesarios de forma óptima, y consumiéndolos de forma racional, es decir, nada que ver con lo hecho hasta ahora. ¿La deuda que se arrastra?, lo dicho: habrá que hacer una ‘reestructuración’ que menos dulce será de todo.

Y siempre Grecia. Vamos a ver, si con una economía que representa el 0,4% de la economía mundial se ha liado la que se ha liado, imaginen como estará el patio. Y, ¿qué van a hacer con Grecia?, pienso que absolutamente nada. A Grecia ya se le ha exprimido todo lo posible y se le ha sacado todo lo que fácilmente podía sacarse, ahora ya sólo quedan los flecos. ¿Lo que en pura lógica debería hacer Grecia?, pues romper la baraja, pero ahora, no mañana cuando se haya pasteleado todo lo pasteleable; ya el cataplún le afectará igual, sí, pero es que el cataplún afectará a todo el mundo.

Por cierto, con todo lo rematadamente mal que nos cuentan que está la economía griega, el 33% de sus jóvenes se halla desempleado, en España esa tasa es del 46%.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS Scholl of Management. Universidad Ramon Llull.

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