Irlanda, rescatada por la quiebra de sus bancos con una ayuda de 85.000 millones de euros, sigue siendo un buen lugar para hacer negocios. Así lo ha entendido Banco Santander, que ha decidido trasladar a Dublín la mayoría de sus filiales de seguros en Europa. La entidad ha optado por concentrar en este país con grandes ventajas fiscales las empresas que daban servicio a sus unidades de financiación.
El banco español ha aprovechado una ficha bancaria que tenía en Irlanda para concentrar desde allí toda la producción de seguros que da cobertura a su división de financiación al consumo. El primer grupo financiero español es el líder en este segmento en Europa, a través de una unidad de negocio denominada Santander Consumer Finance.
Dicho holding está presente en catorce países, incluido España, pero su mayor expansión ha sido en Alemania. El año pasado alcanzó un acuerdo con el escandinavo SEB para comprarle su negocio germano por 555 millones de euros. La adquisición suponía quedarse con activos bajo gestión de 8.500 millones, depósitos por 4.500 millones, 173 oficinas y un millón de clientes.
También tiene una extensa presencia en Polonia y en Italia, así como sucursales en Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Holanda, Bélgica, República Checa, Austria, Hungría y Portugal. En total, esta actividad aportó 544 millones de euros en 2010 a la división de seguros, que registró unos ingresos de 2.688 millones.
Hasta el pasado año, Santander tenía en cada uno de estos países una aseguradora para dar cobertura al área de financiación al consumo, principalmente relacionados con seguros de automoción. Desde 2011, toda esa actividad se realiza desde Dublín, donde el impuesto de sociedades es de tan solo el 12,5%, frente al 30% que se paga en España o al 28% del Reino Unido.
Precisamente, esta importante ventaja fiscal fue uno de los grandes caballos de batalla en el plan de rescate acordado finalmente con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El Gobierno de Brian Cowen resistió la presión de Francia y Alemania y se negó a perder este incentivo para las grandes multinacionales porque estimaba que esta sería la gran palanca para la recuperación del país.
Banco Santander no es la única empresa española que se ha refugiado en Irlanda para pagar menos al fisco. Telefónica creó en 2010 una filial, Telfin Ireland, con un capital de 919 millones de euros, a la que posteriormente llegó a inyectar hasta 3.400 millones de euros. Desde esa sociedad, la primera operadora española se dedicó a realizar operaciones de financiación en Europa y Latinoamérica. El equipo de Alierta es experto en este tipos de quiebros, ya que posee varias compañías en Holanda. Atento, que recientemente falló en su salida a bolsa, estuvo domiciliada en los Países Bajos hasta 2008.
Una práctica muy habitual de las grandes corporaciones. Irlanda es donde empresas como Apple o Google facturan sus negocios en España. La multinacional de la manzana factura en España unos 1.400 millones de euros, pero solo paga impuestos por los apenas 13 millones que declara como cifra de negocios. Su beneficio estimado en nuestro país es de 400 millones, por lo que debería pagar unos 100 millones en impuestos. Sin embargo, a la hora de la verdad, abona apenas dos. El rey de los buscadores apenas tributa por 11 de los 230 millones que factura en España.
ElConfidencial
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