lunes, 31 de marzo de 2014

¿Por qué he apostado en contra de Warren Buffet?

Soy un gran defensor de invertir en pequeñas compañías en el mercado de valores. La gestión de los profesionales por lo general obvian los valores de escasa capitalización, pues temen quedarse atrapados con una posición que no podrían deshacer sin arrastrar los precios del título. Existe ese riesgo ciertamente, pero si miramos los datos históricos, a largo plazo la rentabilidad de los índices de valores de pequeña capitalización es sensiblemente mayor a los de las grandes compañías. Este hecho fue la base de una curiosa apuesta entre el analista financiero Nicholas Vardy y el inversor David Rolfe.
Vardy escribió hace tiempo un artículo en MarketWatch en el que se preguntaba si el legendario inversor Warren Buffet había perdido su toque mágico. En ese artículo afirmaba estar dispuesto a apostar a que un índice de pequeña capitalización de EE.UU. lo haría mejor en los próximos 10 años que el instrumento inversor de Warren Buffet, la compañía Berkshire Hathaway. Después de todo, afirmaba Vardy, Berkshire ha sufrido mucho para igualar la rentabilidad del S&P 500 desde la explosión de la burbuja puntocom. Y como los índices de pequeña capitalización de EE.UU. han superado históricamente al S&P 500 por varios puntos porcentuales, era lógico pensar que también superaran al fondo de Buffet. David Rolfe, un importante inversor de Berkshire, aceptó la apuesta.
Los términos del acuerdo fueron los siguientes. Rolfe y Vardy invertirían 25.000 dólares cada uno en Berkshire Hathaway al precio de cierre del 3 de marzo de 2014 (116,06$) y en el índice Vanguard Russell 2000 a la misma fecha (93,20 dólares) respectivamente. Si después de una década, el 3 de marzo de 2024, el rendimiento de Berkshire estuviera por delante, Vardy pagaría a Rolfe la diferencia, y al contrario.
Vardy está convencido, como yo mismo, que las acciones de menor capitalización seguirán haciéndolo mejor que los grandes valores en los próximos años. Berkshire invierte principalmente en empresas de primer nivel, por lo que su rendimiento será menor. “El efecto de la baja capitalización siempre es fiable”, afirma Vardy.
El premio nobel Eugene Fama y su colega Kenneth French defienden esta misma tesis argumentando que si estás dispuesto a soportar una mayor volatilidad con las pequeñas compañías, serás recompensado con una mayor rentabilidad.
David Swensen de la Universidad de Yale afirmó en una conferencia en 2008 que si no se tuvieran en cuenta las necesidades de financiación de la Universidad de Yale, y la baja tolerancia a las caídas en los valores que componen la cartera de la escuela, sería irracional invertir en otra cosa que no fueran las acciones de pequeña capitalización en EE.UU. Swensen respalda su afirmación con estadísticas impresionantes: Entre el suelo del mercado de acciones de junio de 1932 y finales de 2006, las acciones de pequeña capitalización subieron 159.000 veces. Según sus cálculos eso es un retorno anual del 17,56%, que está por encima del retorno medio de Berkshire en los últimos 15 años, aunque por debajo del promedio de largo plazo cercano al 20% anual.
Desde la explosión de las puntocom, el Russel 2000 ha superado a la revalorización de Berkshire Hathaway en un 2,76% anual. En los últimos 10 años le ha superado en 1,71%, y en los últimos 5 años por un 8,62% anual.
El motivo que Warren Buffet esté decepcionando a sus inversores en los últimos ejercicios es simplemente, que Berkshire Hathaway se ha convertido en un fondo excesivamente grande para gestionar, afirma Vardy, por lo que se ha transformado gradualmente en una cartera de acciones de gran capitalización que se puede esperar lo hagan más o menos igual que el S&P 500.
Creo que la apuesta de Vardy es acertada. Yo también apostaría por índices de pequeña capitalización de aquí a una década. Y no sólo en EE.UU.
fuente: lacartadelabolsa

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