Innovador, visionario, carismático, inspirador, perspicaz, perfeccionista, son algunos de los calificativos que recibió Steve Jobs tras su muerte el pasado jueves. Confieso que no comparto la absoluta veneración generalizada que se ha desatado por Steve Jobs, convertido ya en icono de la era moderna. ¡El Thomas Edison del siglo veintiuno!, he llegado a leer. En fin, creo que se ha exagerad, aunque de manera comprensible. Pero lo que sí creo firmemente es que este individuo fue un ser excepcional, y que como con otros seres excepcionales, del análisis de sus vidas se pueden sacar valiosas conclusiones.
Esto es precisamente lo que ha realizado Brett Arends de Market Watch.
1. Sí, usted puede marcar la diferencia
Cualquiera que trate de lograr un cambio real - en la vida, en una empresa o en cualquier organización - probablemente sienta la necesidad de renunciar media docena de veces al día. Los pesimistas y los conservadores harán todo lo posible para que abandone. Nadie está sugiriendo que lo que Apple logró fue sólo el resultado del trabajo de Job, pero su carrera es una prueba de hasta qué punto una persona puede cambiar las cosas.
2. Necesitamos una visión
No es suficiente realizar encuestas de opinión y encuestas a clientes, o confiar plenamente en las proyecciones de los consultores. Todo lo anterior se basa en la sabiduría convencional y en el mundo tal como es hoy. Jobs imaginó cosas que aún no existían y por las que el mercado mostraba incertidumbre. Mientras que sus competidores seguían construyendo los productos de ayer, Jobs imaginaba, y construía los de mañana.
3. No se trata de que ti.
Es horrible la cantidad de decisiones de negocios que se siguen tomando en base al supuesto de que “bien, tenemos que hacer algo con la división de XYZ, así que vamos a darle este proyecto” o “Buggins tiene antigüedad, por lo que está a cargo.” ¿Cree usted que el cliente se preocupa por Buggins o XYZ? Jobs creó Apple de una forma integrada, simplemente focalizada en la productividad, en nada más.
4. Focalizar los objetivos
Es difícil de creer, pero existen muchos mediocres gestores en todas partes que mantienen a su personal ocupado porque piensan que eso es productivo. No lo es. Pregúnteles cuál es su prioridad número uno, y te nombrarán dos, o cuatro, o dieciséis. Apple estaba “muy ocupado” cuando Jobs llegó. Y se dirigía a la quiebra. Una de las primeras cosas que hizo Jobs cuando llegó fue eliminar el 90% de las actividades de la compañía y centrarse en sus objetivos. Primero fue el iMac, luego el iPod…
5. “OK” no es OK.
Analicen los competidores de Apple y como mantienen productos mediocres o sin finalizar, pensando que pueden salirse con la suya. Los días en los que las compañías se podían mantener siendo los segundos mejores se han acabado. Jobs era famoso por su fanático perfeccionismo. Fue uno de los elementos centrales del éxito de Apple.
6. No se trata de dinero
La vida de Steve Jobs fue una clara muestra de que no todo es el dinero. Él tenía miles de millones: más de lo que hubiera podido gastar, incluso si hubiera vivido hasta los 100, y sin embargo, seguía trabajando y esforzándose para lograr grandes cosas. Algo en que pensar la próxima vez que un director general exija otros $20 millones al año como incentivo.
7. No se acaba hasta que no se acaba
Hace quince años, Steve Jobs parecía ser un “ha-sido” de Silicon Valley. Y Apple se dirigía hacia el desagüe: plagada de pérdidas, rotación de ejecutivos, reorganizaciones, ventas desesperadas de activos y recortes en investigación. Las acciones de Apple llegaron a un mínimo de $3.23 en 1996, y casi nadie las quería, incluso a ese precio (el viernes cerraron a 369$).
8. Dar a la gente lo que realmente quiere
Suena obvio, ¿verdad? Pero la mayoría de las empresas no lo hacen. Simplemente producen lo que siempre han producido, o lo que es cómodo, o lo que Buggins piensa que la gente quiere. Durante años, la industria informática producía feos productos, de un desafortunado beige con complejos sistemas operativos. Todos lo hacían y asumían que era lo que la gente quería. Resulta que no era así en absoluto.
9. Destruye tus propios productos, antes de que alguien más lo haga.
Jobs aseguró que el compromiso que Apple mantiene con la innovación, hace que sus propios productos terminen siendo obsoletos. ¡La destrucción creativa viene desde dentro! Es por eso que Apple es una empresa de 354 mil millones de dólares, y, por ejemplo, Palm se ha desvanecido de la faz Tierra, a pesar de que un iPod de 2004 es tan obsoleto como un Treo 2004. ¿Es raro esto? Jobs sabía muy bien que su iPad de 500 dólares amenazaba con canibalizar las ventas de sus propios ordenadores portátiles de 1.000 dólares. Y aun así siguió adelante. La mayoría de las empresas no lo harían.
10. Hay que ser maestros del efecto mediático
Los críticos de Jobs señalan que mucho de lo que logró en Apple se debe al efecto bombo y platillo. Pero eso fue punto el punto de partida. Y Jobs era un maestro en ello – la forma de mostrar el producto, el espectáculo en el escenario, incluso sus jerséis de cuello negro. A decir verdad, vivimos en una época superficial de los infinitos medios de comunicación. Todos estamos en ese negocio. Tratar con él.
11. La mayoría de la gente no sabe lo que están haciendo
No desmerece a Steve Jobs señalar que él no podría haberlo conseguido sin que sus competidores. Microsoft, Palm, Nokia, Dell, HP - la lista sigue. Ellos perdieron oportunidades, se mostraron complacientes, no innovaron y, en general no entendieron la forma en que sus industrias cambiaban. Es normal pensar que la gente que nos rodea sabe lo que están haciendo. Pero como Jobs demostró, a menudo no lo saben.
12. Tu tiempo es oro - no lo desperdicies
Steve Jobs tenía sólo 56 años cuando murió - un hombre relativamente joven - y sin embargo, durante su corto período de tiempo en la Tierra ha revolucionado nuestra forma de vida, varias veces. ¿Qué estamos haciendo con nuestro tiempo? Es el recurso que más malgastamos y es el único que no se puede comprar. Saca el máximo partido a tu corto período de tiempo en este planeta.
lacartadelabolsa
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