Cosas – 29

* - Me dice gente: ‘Trichet ya dice lo que tú dices desde hace tiempo, que esta crisis es sistémica’. Pienso que eso se sabe desde siempre, desde que en el Verano del 2007 las fachadas de los edificios de las ciudades irlandesas comenzaron a llenarse de carteles fosforito: “For Sale”, desde que aquellos dos fondos franceses suspendieron sus reintegros, desde que los homeless USA empezaron a dejar de pagar sus hipotecas; pero hasta ahora no se había dicho porque no era procedente decirlo. Una novela por entregas: ¿no están de última moda las series en TV?.

Se hacen los exámenes a la banca y aprueban casi todas, y tres meses después se dice que necesitan un cuarto de billón más, de momento (el ‘de momento’ es mío). Y en el reino, igual: el sistema financiero español era la envidia de mundo mundial, pero puede tener activos malotes por 0,3 B. (Es curioso -no, no lo es-, ¿recuerdan que hace unos meses el Sr. Alfredo Sáez dijo que en los próximos años en España podía haber una restricción del crédito por 200 mM€?).

Dicen S&P y Fitch que la economía española está débil: sus perspectivas de crecimiento, eso incidirá en su recaudación fiscal, en la capacidad de España para ‘hacer frente’ a sus compromisos, o en el empobrecimiento de su población lo que afectará al crecimiento, y se cerrará el círculo. Ya se está calculando el impacto de una rebaja en el valor de la de deuda pública española del 20% -¿una quita del 20%?- y eso que aún no se ha hablado de la deuda privada, de la deuda corporativa. ¿Por qué no se dijo todo esto hace un año, hace dos?, pues porque no tocaba, aún no era el momento, no era procedente, conveniente; por eso M. Trichet dice ahora que la crisis es sistémica: toca, y él se va: no lo dice el que llega. Fue cuando le quedaban cuatro días en la presidencia USA cuando Eisenhower se refirió al ‘consorcio industrial militar’, no antes, y cuando ya se iba. Esta crisis ha sido sistémica desde el principio, sólo que ahora ya toca que se sepa.

* - La Carta de los 1.300: Mr. Soros & Cia. ¿Por qué no la escribieron hace tres años, hace dos, hace uno?. Hay que recapitalizar las entidades financieras, dicen, pienso que ni se puede: no existe pasta suficiente, ni es conveniente: no saldría a la luz toda la mierda que esas entidades acumulan en sus armarios: ‘que nada cambie para que todo siga igual’ (no, no es un error). Crear un sistema fiscal europeo común. ¡Joder!. ¡Lo tuvieron a huevo para haberlo metido en el 92, en el Tratado de Maastricht!, pero entonces tocaba otra cosa y había margen para hacer negocios. Aumentar la supervisión; ¡pero si fueron eliminando toda la que había para que todo bicho viviente tuviese acceso al crédito a fin de que ‘el mundo fuese bien’ y creciese mucho!.

Pienso que la cosa en mucho más fácil: expertos -NO políticos- sentados alrededor de una mesa con un papel en cada mano: una relación de la porquería que acumulan las entidades financieras de sus países, y una lista con lo que se les debe a sus economías y con lo que esas economías tienen que pagar; y en el bolsillo de la camisa un lápiz rojo. Y a empezar a tachar, a circular, y a trazar flechas que unan números encerrados entre paréntesis. Pienso que no hay otra vía, pienso que se hará eso, pero pienso que aún no toca, por lo que se seguirán escribiendo cartas.

“He’s a real nowhere man,
Sitting in his Nowhere Land,
Making all his nowhere plans
for nobody”.

(John Lennon, 1965)

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.