‘Y yo por menos’

Pongo comillas porque lo remitió con este título: un mail que me envió un lector y amigo hace unos días. El título, pienso, cuadra perfectamente con lo que cuenta.

“Hoy en un taller donde trabaja un conocido en (nombre de una localidad española) en la rama de la mecánica y que consiguió un contrato de 3 meses después de 15 meses en paro (se presentaron 35 personas y se lo dieron por un enchufe???), me dice asustado: “Esto es imposible. Ahora llega la gente y firma que recibe mil doscientos euros en la nómina y le pagan 700 euros. Deja firmado el finiquito en blanco, con lo cual da igual tenga contrato o no, porque lo echan sin más y se compromete a trabajar las horas que le manden e incluso los fines de semana”. Pero lo peor del caso es que en los talleres del polígono en las afueras de (nombre de la localidad anterior) no tienen trabajo, y los empleados hacen lo que sea por lo que sea.

Este señor tiene 51 años, un excelente mecánico (no cambia piezas) porque sabe tornear, fresar, ajustar, soldar con cualquier procedimiento, calibra, calcular y un largo etc. En una palabra: un técnico de la rama mecánica del automovil y también de los aviones ligeros y mecánico en proyectos de construcción de aviones ligeros en grandes compañías. Un fenómeno, que sabe muchísimo y tras 15 meses en el paro consigue un trabajo por 700 euros en un contrato, pero la gente hace lo mismo que él (en el puesto que trabaja es para limpiar coches y reparar las pequeñas averías en una compraventa) está dispuesta a trabajar poco menos que por lo que le den. Me habla que cree que conseguirá la ayuda de los 426 euros y que buscándose la vida reparará algún coche o avioneta ligera, que le complementarán algo el sueldo.

‘Lo malo es que si me cogen me quedaré seguro sin la paga de los 426 euros’, me decía el pobre infeliz. Yo le proponía que se dedicara al mantenimiento de aviones ligeros por toda España y Francia a un precio muy asequible. Hasta ahora él lleva el mantenimiento de mi avión y algunos otros porque tiene todas las herramientas y útiles necesarios así como todas las homologaciones para hacer ese trabajo (cobra 30 euros la hora), pero dice que muy pocos pilotos pueden pagar esa cantidad. Él está dispuesto a trabajar por la gasolina que gaste hasta llegar al campo de vuelo donde esté el aparato a revisar y con 30 - 50 euros por día trabajado y la gasolina contento. Increíble, pero tan real como a vida misma.

También hoy (menuda pena llevo demonios) una pobre señora como de unos 35 años y de contextura fuerte, me pregunta por alguien que le habían dicho buscaba a alguien para desbrozar el monte.

Iba en un buen coche, no sé si con el marido, hermano o querido. Observando el señor ni se bajó y casi trataba de esconderse. El coche bastante nuevo y moderno, que supongo estará sin pagar. Pues para ese trabajo me preguntaron hoy varios.

Robos. Los robos en (nombre de otra localidad española) son continuos en las casas a cualquier hora del día. La mayoría de las casas son de veraneo y se llevan todo lo que encuentran por delante. Aquí lo del cobre y aluminio no llegó”.

Quien me lo cuenta es una persona veraz donde las haya, y exacta en sus comentarios. Lo que cuenta es impresionante, pero más aún que eso es la evolución que puede esperarse de esta situación. Paralelamente se pone de manifiesto una y otra vez que la realidad siempre va por delante de la legislación (si alguna/o de Uds. me sigue en La Ventana ya habrá oído lo que cuentan distintos oyentes: que los papeles dicen una cosa y que en la calle se dice otra).

¿Qué puede esperarse de algo así?. Pobreza, exclusión, la mexicanización de la economía. Y poco más.

(¿He cambiado de tema?. El FMI lo ha dicho diáfanamente: uno de los problemas de Italia es su baja productividad, lo que pasa es que lo que viene después aún no se ha puesto en negro sobre blanco: existen dos Italias. Ya: lo hemos dicho aquí, pero eso es algo de lo que más se va a hablar a medida que vayamos profundizando en esta crisis sistémica porque atañe a lo que se hace con unos recursos que son escasos. En Emilia Romaña existe una frontera económica (y da exactamente igual que haya alguien que diga que es política: es falso: no lo es: es puramente económica). La productividad a un lado de esa línea no tiene nada que ver con la productividad al otro lado de esa línea. De eso no se habla -aún- y es el principal problema de Italia. Ya, ya, en la UE hay más Italias.

En USA van a su bola: más estímulos: el resto-del-mundo se lo sigue permitiendo, pero están comprando tiempo, como todos, ya, pero lo de USA es más grave: depende de los demás y está enredando a todos. USA es uno de los que no puede pagar lo que debe: uno de los que menos puede pagar; estimula, pero esos fondos no se traducen en PIB y en ocupación: USA ha agotado su capacidad de endeudamiento, en proporción más que nadie porque, en proporción, el consumo de todo pesa más en su crecimiento que en otros sitios. Dice Mr. Bernanke que en unos cuantos trimestres todo OK: el mismo mensaje que otros, el mismo mensaje que ayer, pero ahora las cosas ya están yendo por otros derroteros: ahora hay que asumir el cáncer, y USA, pienso, es de las zonas más afectadas por lo que, sigo pensando, será al revés: en unos cuantos trimestres USA estará peor de lo que ahora está).

Añadido a las 08:25 h. Los stress tests de las entidades financieras aún no han sido publicados y ya nadie se los cree. Es lo que decíamos el otro día: Europa, el planeta: tenemos un cáncer y aún no se aceptado. Se sabe la verdad, pero se continúa utilizando maquillaje para mejorar el color y administrando placebo para decir que se hace algo. Tenemos un cáncer: esta es una crisis sistémica.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.