Y la Bolsa tonteando, en una posición, que demuestra que está intervenida, hasta que deja de estarlo y los batacazos son impresionantes. No voy a hablar de defaults ni de Planes de rescate. Sólo de la Bolsa en esta especial encrucijada, encrucijada histórica ¡Ay como vuela el tiempo y no siempre con viento a favor!. Ya les he contado que hace treinta y tres años (33)que asistí, por primera vez, a los corros de la Bolsa de Madrid, como ayudante de redacción de una revista de economía desaparecida poco tiempo después. El PSOE había ganado las elecciones y la mayoría de los presentes creía que el mundo se iba a acabar, que los socialistas tenían rabo como el del diablo, que iban a nacionalizar todo lo nacionalizable y que nos iban a robar la cartera, los pisos, las vacas, los pollos y las gallinas (bueno, les iban a robar a ellos, porque entonces yo tenía sólo lo puesto). Y no fue así, sino todo lo contrario.
Meses después, ante una huelga de brazos caídos de los inversores nacionales, atrofiados, quizá, por una década anterior plagada de escombros en términos bursátil (crisis del petróleo, entre otras razones) comenzó el dinero extranjero a llegar…y las cotizaciones volaban y volaban, hasta el fatídico crash de octubre de 1987, que sirvió, entre otras cosas, para que la mayoría de los actores entonces en los mercados supieran que Wall Street existía (publicábamos las cotizaciones del Dow Jones en el periódico, pero era papel y tinta perdidas.
En el inicio del movimiento al alza, derivado más del enorme hueco, que en la valoración de acciones había entre las Bolsas europeas y la española) escuché manifestaciones, que han pasado a la Historia. Por ejemplo, la de Felipe González: “si yo tuviera dinero invertiría en Bolsa”. O la de Miguel Boyer: “es el crecimiento económico adecuado el que mejora las valoraciones bursátiles” Hoy repaso la última, la del crecimiento, aunque aquellos años chirrían por viejos y anacrónicos. Además, la política monetaria actual, que es la que sustenta los mercados y, al mismo tiempo, crea burbujas, no existía entonces.
“Crecer al ritmo necesario para generar empleo”. Esa es la clave. En tiempos de propaganda espesa como la niebla, como sucede ahora, un país sale de la recesión con crecimiento mínimos del 0,1% o 0,2%. Los medios afines al poder, del poder del momento elevan a categoría (¡ya hemos salido de la recesión!)lo que es una anécdota. Pero nadie se lo cree, porque sufre en sus carnes la situación económica real.
La salida de la recesión no significa que la economía vaya a crecer con ganas, con suficientes garras para acometer los desafíos y, entre estos, generar empleo. “Es el crecimiento económico vigoroso el que anima las cuentas de resultados de las empresas y estas a contratar trabajadores, que se van a mostrar dispuestos a consumir. Es el crecimiento necesario para que esto suceda lo que da validez a los movimientos bursátiles”, decía uno de mis profesores de economía.
Hablé ayer con mi profesor de antaño. “Hoy, como ayer, el crecimiento moverá el mundo y las Bolsas. Pero no las Bolsas sostenidas e intervenidas por los Bancos Centrales de ahora. Bolsas, también, en manos de las máquinas, de los programadores treintañeros. Los movimientos orquestales, la Bolsa española, en concreto, no podrá aguantar mucho con estos mimbres. Lo que acaba de exponer el Banco de España encoge los ánimos más calientes, incluso los de los propagandistas”, me dice.
“¿Qué tasas de crecimiento sostenido necesita España para generar empleo y dar carpetazo a la crisis? Las diferentes escuelas, que trabajan con modelos de valoración de la situación actual y con la proyección de expectativas no se ponen de acuerdo. He buscado respuestas, boca a boca entre mis colegas, que me llevan a la siguiente aproximación: España necesita crecimientos iguales o superiores al 3,5% para comenzar a generar empleo. En Estados Unidos el porcentaje se dispara hasta nivel iguales o superiores al 5%; en China hasta el 7% y en la Europa Central parece ser suficiente un 2,5%/3%”, sentencia.
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¿Cuáles son las expectativas? La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) redujo hace unos días en nueve centésimas las perspectivas de recuperación de la economía española en abril pasado, cuando el indicador compuesto mensual se situó en 102,4 puntos. La reducción de ese índice que mide las perspectivas de crecimiento a partir del análisis de diversos indicadores fue de nueve centésimas con respecto febrero, pero de 1,03 puntos si se compara con el de un año antes. El retroceso del indicador español contrasta con el aumento del de la zona euro, que aumentó 47 centésimas con respecto a abril de 2010, y del registrado en el conjunto de los países de la OCDE, que mejoró 1,46 puntos, señaló la organización en un comunicado. El indicador español no ha dejado de deteriorarse en un año, con la única excepción de diciembre pasado, cuando se mantuvo estable con respecto a noviembre en 102,4 puntos.
fuente: http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/un_pais_que_debe_varias_veces_su_pib_dificilmente_puede_pagar_lo_que_debe_i
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