La bolsa estadounidense sigue haciendo máximo tras máximo en un movimiento alcista que está dejando asombrado a toda la comunidad financiera. No ya únicamente por haberse situado entre uno de los mayores rallys alcistas de la historia desde sus inicios en 2009, sino porque existen un montón de argumentos que favorecerían una corrección de cierta importancia:
- Ratios de valoración sensiblemente superiores a la media. El ratio PEG Shiller por ejemplo del S&P 500 es ahora de 26,25 frente una media histórica de 16 veces beneficio. El mercado de valores estadounidense se encuentra entre los más sobrevalorados a nivel mundial.
- Los resultados empresariales están mejorando pero no a un ritmo tal que justifiquen los ratios de valoración mencionados anteriormente.
- La Reserva Federal de EE.UU. está cerca de anticipar su primer movimiento alcista de tipos. De ahí para adelante será un continuo ascenso en las tasas de referencia lo cual hará menos atractiva a la renta variable.
- Multitud de indicadores técnicos muestran claras divergencias bajistas.
- El posicionamiento de los inversores profesionales muestra con claridad que el mercado estadounidense está entre las opciones menos atractivas. Según la última encuesta de BoA Merrill Lynch, los gestores profesionales consultados reducirán sus posiciones de forma neta en el mercado de valores norteamericano en los próximos 18 meses. Eso se contrapone con la visión positiva que tienen de las bolsas japonesa y europeas.
Podríamos seguir con argumentos en contra para las subidas, y sin embargo, Wall Street sube día sí y día también. ¿Por qué?
David Kotok de Cumberland Asesores, en una reciente nota a clientes dio 6 motivos por los que la bolsa estadounidense sigue en máximos:
1. La tasa de interés de corto plazo sigue estando cerca de cero.
2. Los tipos de la deuda pública de largo plazo disminuyeron cuando se esperaba que aumentaran en todo el mundo.
3. Los informes de inflación en todo el mundo continúan en niveles muy bajos en la mayoría de los países. En Europa la tasa de inflación está ahora en el 0,50%.
4. Las políticas de los bancos centrales siguen siendo expansivas. A pesar de que la Reserva Federal está acomodando su política monetaria, sigue expandiendo el exceso de reservas y adquiriendo activos en su balance.
5. El déficit federal de EE.UU. sigue disminuyendo. Se ha pasado de un máximo de 1,4 billones de dólares a 400.000 millones de dólares. La cifra sigue cayendo.
6. La creciente autosuficiencia energética en EE.UU. está evolucionando y está dando como resultado la reducción de los déficits comerciales y de cuenta corriente. No importamos tanto petróleo y energía como antes. Producimos mucho más. Las tendencias continúan en esa dirección. Eso significa que los dólares no fluyen al extranjero; por lo tanto, esos dólares no tienen que ser atraídos de nuevo a los EE.UU. con mayores tasas de interés u otros rendimientos de las inversiones.
Hay una razón que no da David Kotok y que creo está entre las más importantes: Es una cuestión de momento. Una fuerte tendencia alcista como la que estamos viviendo desde 2009 no se gira de la noche a la mañana. Es necesario mucho tiempo y muchas decepciones para que la mentalidad inversora cambie (ya saben, eso de comprar en correcciones).
Un día, y no creo que falte mucho para ello, veremos que el siguiente movimiento alcista no hace nuevos máximos. Veremos como las noticias positivas no son recogidas positivamente, mientras que se sobrereacciona a las negativas. Como los rebotes se desarrollan intradía. La mentalidad inversora cambiará y con ella la tendencia del mercado. Aún no ha llegado ese momento, al menos en el mercado estadounidense, porque en el europeo hay indicios de que ya se está produciendo.
lacartadelabolsa
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