El prestigioso, famoso y muy influyente Jim O'Neill, presidente de
Goldman Sachs Asset Management, acaba de aterrizar de una cumbre en St.
Petersburgo muy parecida a la que acontece en Davos, pero mucho menos
mediática. Allí ha tenido conversaciones directas con influyentes
ponentes y nos deja unas pinceladas que son de obligada lectura para los
economistas e inversores.
En primer lugar, O'Neill detectó cierta inquietud sobre un posible
hard-landing en China, ya que algunos modelos apuntan a que la economía
se ralentizando a un ritmo más rápido de lo que muestran los datos
oficiales. Esta visión es bastante compartida por los grandes inversores
anglosajones. Sin embargo, esta perspectiva no fue compartida por los
economistas e inversores chinos.
Respecto al G-20, hubo tres asuntos que le llamó la atención. Uno de
ellos, es que muchos piensan que el G-20 se ha convertido en un
organismo disfuncional y hay una gran frustración entre los
participantes. La gran cantidad de participantes hace que sea difícil
que sea eficaz. Las reuniones bilaterales y de este tipo, sin embargo,
siguen siendo útiles. Dos, parece que algo surgió de las reuniones con
Merkel que dio esperanzas a que podríamos ver una iniciativa más potente
para detener la podredumbre de la zona euro. Tres, mientras que todos
comparten un interés en detener la crisis del euro, no hay una gran
cantidad de elementos comunes acerca de otros aspectos de la vida dentro
del G-20.
Por otro lado, hemos seguido viendo como la tendencia de deterioro
económico en los Estados Unidos tras la estimación preliminar del ISM de
junio y los datos semanales de empleo, lo que sugiere que el
crecimiento estadounidense podría haber caído por debajo del 2%. Estos
factores son negativos para los mercados de acciones, y si bien podrían
estar siendo compensados por la política, la Fed decidió no lanzar
grandes medidas en su última reunión.
El punto más importante que señala Jim O'Neill en su nota sobre la
reunión de St. Petersburgo, fue las 20 contradicciones que el detectó
dentro de la eurozona:
1. Muchos países europeos parecen ser capaces de jugar al fútbol unos
contra otros con un mejor espíritu mejor que los hacen sus líderes
cuando negocian las soluciones de la crisis. La actual Eurocopa parece
tener mucha más calidad que el nivel del debate político y, de hecho, ha
habido (por lo menos hasta ahora) muy poco juego sucio en el campo.
2. ¿El éxito de los equipos de fútbol desde que se inició la Eurocopa se traslada a la economía? Hasta ahora, Alemania, España,
Portugal e Italia se han clasificado para las semifinales. Si usted quisiera jugar al fútbol dentro de los mercados, apostaría por una continuación de la reducción de las primas de riesgo, como vimos la semana pasada.
Portugal e Italia se han clasificado para las semifinales. Si usted quisiera jugar al fútbol dentro de los mercados, apostaría por una continuación de la reducción de las primas de riesgo, como vimos la semana pasada.
3. La zona del euro no tiene déficit externo de balanza de pagos. La
mayoría, si no todas, las crisis financieras en los últimos años han
tenido lugar con la participación del déficit por cuenta corriente: el
Plaza Accord en 1985 hasta el crack de Wall Street de 1987, la crisis
del ERM desde 1989 a 1992, la crisis de México en 1994, la crisis
asiática de 1997-98, la crisis de Rusia en 1998. Esta es una crisis
propia de la Unión Monetaria Europea.
4. La posición fiscal ponderada por el PIB de la eurozona y la deuda es
mejor que la de los EE.UU. y el Reino Unido, y mucho mejor que Japón.
Así, aunque su balanza de pagos y su situación fiscal es mejor que la
mayoría de otras partes el mundo desarrollado, es el epicentro de la
actual crisis. Podría ser resuelto con un fuerte liderazgo en la
eurozona.
5. Probablemente, sólo seis países cumplirían los criterios originales
para la entrada en el euro de 1999: Alemania, Francia, el Benelux y
Austria. Todos los otros miembros tendrían algunas dudas importantes, ya
sea en su posición fiscal (Italia, Grecia, Portugal, España), la
competitividad (Grecia, Portugal y España) o el grado de interrelación
del comercio (Irlanda, Finlandia). En muchos sentidos, lo más
sorprendente es que se tardarán 10 años en ver los problemas que ahora
se plantean dentro de la eurozona.
6. La unificación alemana complicó en gran medida los inicios de la
UEM. Mientras que la unificación era la fuerza que condujo a otros a
aceptar el caso de una moneda única, también debilitó la adopción de
criterios más estrictos para la adhesión.
7. ¿Cómo se puede tener una moneda única sin Italia en ella? El norte
de Italia es tan competitivo como Alemania, a pesar de todos los
problemas de Italia.
8. Suiza se encuentra rodeado por tres grandes miembros de la UME:
Francia, Alemania e Italia. Al igual que Polonia, actualmente no está
experimentando una recesión a pesar de esta adyacencia. ¿Puede haber una
vida fuera de la eurozona para las economías abiertas de Europa?
9. Los suizos tienen ahora un objetivo de cotización frente al euro que sugiere que sus políticos no lo creen.
10. ¿Hay alguna meta fiscal que realmente funciona? Los requerimientos
del Tratado de Maastricht de un déficit del 3% del PIB o menos y un
déficit del 60% o menos, o un progreso hacia esa dirección, no impidió
que algunos países se unieran. El objetivo del Pacto de Crecimiento y
Estabilidad de un límite máximo de déficit del 3% no impidió que los
países hicieran lo que quisieran, ellos solo cambiaron el Pacto. ¿Por
qué el pacto fiscal, por lo tanto, funcionará mejor?
lacartadelabolsa
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