Muy interesante: la entrevista al Sr. José Manuel González-Páramo, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, que El País del 07.11.2011 publica en sus Págs. 24 y 25. Muy interesante porque confirma cosas, apunta tendencias y dibuja líneas.
“La gravedad de la situación se reconoció en Mayo del 2010”: fue el crash: la constatación de que era imposible resolver lo que estaba sucediendo con un modo de hacer las cosas que ya no funcionaba; y sí: “(…) Europa o se une más o no será”: la época de cada-uno-a-su-bola ya pasó porque ya no es sostenible ni posible continuar así: se agotó el impulso y con él aquel combustible.
Y también: se ha hecho muy poco en la integración de las políticas fiscales, pero porque no hacía ninguna falta ya que no era necesario: un montón de países yendo-a-su-aire y con las calderas a plena potencia ya que las economías crecían a toda pastilla. ¿Qué falta hace integrar o coordinar nada?. Ahora, cuando toca optimizar, homologar, homogeneizar, es cuando hay que hablar de integración fiscal, por eso vamos por ahí.
Pero no estoy de acuerdo con que descentralizando la negociación laboral y recogiendo en los salarios las condiciones de la empresa o del sector se vaya a reducir el desempleo, ni siquiera lo estaría aunque el Sr. González-Páramo hubiese incluido en su lista de condiciones la persecución del fraude fiscal. De nuevo: se contrata a quien se necesita cuando se necesita. Estas -ahora- horrorosas condiciones contractuales sobre el trabajo que se dan en España eran las que imperaban durante la fase del ‘España va bien’, y nadie las criticó, precisamente por eso: porque España iba bien y esas condiciones ayudaban a que España fuese bien. España no genera empleo porque han dejado de hacerse 800.000 viviendas anuales, y porque ya no corre el crédito al consumo, y porque el gasto medio real por turista y día está bajando, y porque … la mayoría de empresas no va bien, no por la cláusula de ultraactividad de los convenios colectivos, y eliminarla, pienso, no va a hacer que las empresas vayan bien y vuelvan a demandar trabajo.
El problema del desempleo de España, continúo pensando, es otro: su modelo productivo y un exceso de población activa para cualquier otro modelo diferente al usado hasta ahora. Ni siquiera lo es la indiciación de salarios: cuando España iba bien se daba. El problema de la economía española es su patética productividad ocasionada por la bajísima capitalización de la mayoría de sus empresas y que lleva a que la productividad del trabajo aumente cuando el desempleo crezca.
El modelo de protección social se halla en peligro, pero el desempleo de casi el 22% pienso que no es la causa, la causa se halla en la insostenibilidad de la relación ‘ocupación – ingresos públicos’: una decreciente demanda de trabajo con una población ocupada a una menor remuneración debido a una oferta de trabajo inabsorbible, y con unos servicios sanitarios, educativos y asistenciales crecientemente caros a suministrar a una población cada vez mayor y con una esperanza de vida creciente (por el momento). Pienso que aunque la tasa de paro hubiese continuado siendo del 7,9% el modelo de protección social hubiese sido insostenible, por lo dicho pero, además, porque ya ha dejado de ser necesario: recuerden: ya nadie canta nada al otro lado del Elba.
Y, bueno, en base a lo que se quería obtener los stress tests de las entidades financieras sí han estado bien diseñados, pero si lo que se buscaba era saber qué entidades estaban preparadas para soportar un terremoto de impagos tanto en la deuda pública como en la privada y saber qué valen realmente los activos que las entidades financieras acumulan, pienso que no, que en absoluto el diseño ha sido el adecuado.
Una de las últimas preguntas que se formulan al entrevistado es brutal: aborda si España podrá pagar/refinanciar los 300 mM€ que debe abonar el año que viene. El Sr. Consejero del BCE dice que “depende de la economía española y de lo que hagan sus autoridades y las de la UE”.
Insisto: léanla.
…
Este Miércoles el Sr. Joan Rosell, en un acto presentado por el Dr. Rodrigo Rato: “Hay que hacer lo que hay que hacer” (El País 24.11.2011, Pág. 12). Pero en su lista de cosas a hacer no figuraba la erradicación del fraude fiscal (unos 65.000 millones de euros, más del déficit previsto este año en el reino), ¿por qué?.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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