Grecia, más concretamente Papandreou, está haciendo del panorama bursátil algo casi impredecible en el corto plazo. Las noticias sobre el referéndum, que finalmente se ha retirado, la incertidumbre sobre el perfil del nuevo gobierno griego, los datos macroeconómicos y las previsiones sobre la economía estadounidense y China, y de fondo la crisis de deuda en Europa - que puede hacer que una recesión suave se convierta en una depresión - han provocado una brutal volatilidad en los mercados de acciones en los últimos tiempos. Como ejemplo decir que el Dow Jones se ha movido más de 200 puntos intradía en 1 de cada 3 sesiones en el último año.
¿No le gustan las turbulencias? Bueno, tendrán que acostumbrarse.
“Es probable que la montaña rusa continúe”, dijo John Wraith estratega de mercados de crédito de Bank of America Merrill Lynch a sus clientes en una nota de investigación. No se ha hecho nada por solucionar los puntos débiles de la eurozona.
Entonces, ¿qué pueden hacer los inversores en estas circunstancias? Se pregunta Jeff Cox, investigador Editor de CNBC. Los mejores expertos en Wall Street ofrecen cinco sugerencias:
1. Tómese un descanso
Por lo que hemos podido hablar con los grandes traders americanos, la mayor parte de la contratación bursátil está en manos de algoritmos de computación de alta velocidad que van al son de las noticias del día.
El mercado ha gozado de un gran rally en octubre - de hecho uno de los mejores meses de su historia - este podría ser un momento perfecto para que usted, inversor de medio/largo plazo, se tome un descanso a la espera de que se defina la tendencia.
“Los datos… sugieren que estamos sufriendo un retroceso leve de corto plazo al que le seguirá algunas buenas subidas en uno o dos meses”, dijo Paul Hickey de Bespoke Investment Management en un análisis. Habría que dejar que los niveles de sobrecompra se relajen por sí mismos para volver de nuevo a posicionarse largo.
Hickey señala que las subidas de octubre se debieron principalmente a inversores que compraron acciones que habían sido vapuleadas en verano. De hecho, los 50 valores más castigados en Wall Street desde el 7 de julio hasta el 3 de octubre han recuperado en torno al 35 por ciento desde sus mínimos, algo que sugiere que el rally podría estar algo agotado.
“Si el mercado se retrae, hay que estar preparado”, dijo Hickey. “Si no lo hace y continúa alto, es difícil aconsejar más compras”.
2. Sea “neutral” pero vigile las acciones de consumo
Hace unos días, Standard & Poor’s incrementó su objetivo a 12 meses del precio del S&P 500 hasta los 1360 desde 1260 anterior. Sin embargo, la empresa de estudios recomendó una posición bastante “neutral” en el mercado de acciones aconsejando: un 45% de la cartera en acciones, un 25% en bonos, un 15% en acciones extranjeras y un 15% en efectivo.
Sin embargo, elevó su recomendación sobre las acciones de Consumo Discrecional a “sobreponderar” y rebajó Telecomunicaciones a “infraponderar”. El miedo que tiene Standard & Poor’s se centra sobre todo en la deuda soberana griega, que calificó de “inquietante” y que “ha reavivado la aversión al riesgo global.”
“Si bien ha habido un montón de pruebas técnicas que sugieren que lo peor ha pasado, todavía estamos preocupados por algunos mercados, y a la espera de que algunos indicadores de más largo plazo sugieran un panorama despejado”, dijo Sam Stovall, estratega jefe de acciones de S&P, en una nota.
3. Los Mercados Emergentes vuelven a cobrar protagonismo
Un estrechamiento de los diferenciales de los tipos de interés entre los países desarrollados y los mercados emergentes, sugieren a Jim Paulsen que los últimos de la clase están listos para hacerlo bien.
El estratega jefe de mercados de Wells Capital Management ha estudiado la historia de los diferenciales y ha encontrado que, en general, una ampliación de los diferenciales suele sugerir que los mercados de acciones de los países desarrollados lo harán mejor que los emergentes, y por el contrario, cuando los spreads se estrechan los inversores favorecen a los emergentes.
Por otra parte, Paulsen cree que las economías emergentes podrán reducir sus tipos de interés ya que el miedo inflacionista está controlado, mientras que las principales economías desarrolladas, como los EE.UU., con sus políticas de tipos cerca de cero - tienen poca capacidad de maniobra.
Los fondos que se dirigieron hacia los mercados de acciones emergentes se incrementaron en 3.500 millones de dólares la semana pasada, la mayor cifra desde el 11 de abril, de acuerdo con Bank of America Merrill Lynch.
“Con todo, lo que parece es que ha comenzado un ciclo en el cual los tipos de los países emergentes descenderán más rápida y agresivamente que en las economías desarrolladas”, escribió Paulsen en un análisis. “Si esto es correcto… los inversores podrían considerar aumentar el peso de sus carteras en acciones emergentes en relación a sus acciones domésticas”.
4. Sea largo - según su horizonte de inversión.
Mientras que la volatilidad hace que muchos puedan perder los nervios, salir del mercado ahora sería un error, dice Gary Flam, gestor de carteras en Bel Air Investment Advisors en Los Angeles.
Los inversores que se consideren así, deberían estar pensando que comprar cuando Grecia solucione la crisis de deuda y los problemas políticos, que recientemente han llegado a cotas extremas tras la charlatanería del primer ministro George Papandreou, dijo Flam.
“Hay que ser un inversor y no un trader”, comenta Flam. “Cuando digo inversores, me refiero a aquellos que están interesados en invertir en buenas compañías que lo pueden hacer bien en los próximos años y no en función de las votaciones en Grecia”.
A menudo, las valoraciones bursátiles son una razón pregonada para comprar acciones en el entorno actual, con el S&P 500 cotizando a 14,5 veces los beneficios. Para Flam, la época actual es una reminiscencia del mercado desde 1977 hasta 1982 que vio tres mercados bajistas - pero que fueron seguidos por un impresionante movimiento alcista masivo.
“En cada sell-off los inversores deberían construir su exposición a renta variable, porque en algún momento durante el próximo par de años comenzará el próximo mercado alcista”, señala Flam. “No sonará ninguna campaña que anuncie el inicio del próximo movimiento alcista de largo plazo, pero querrá estar expuesto a la renta variable para entonces.”
5. “Compre lo que conozca” (pero no bancos)
Quienes estén dispuestos a apostar a largo plazo, puede que tenga la debilidad de comprar lo más castigado, en vez de aquellas empresas más conocidas que seguirán funcionando bien aunque la crisis se extienda.
“Cuando estás en un mundo como este, lo mejor que puedes hacer es volver a lo básico. A comprar lo que usted conozca”, dice Nadav Baum, vicepresidente ejecutivo de BPU Investment Management en Pittsburgh. “Me gusta comprar empresas de alta calidad en las que dormir tranquilo durante 10 años y que sabes lo que hacen.”
Por ejemplo, en Wall Street, le gusta Kraft Foods, porque “la gente va a seguir comiendo macarrones con queso y la compañía nos va a pagar un 4% de dividendo” a pesar de la volatilidad del mercado. También cita a Caterpillar porque “saben lo que hacen. Esa es la forma en la que suprimir toda esta volatilidad.”
Sin embargo, a Baum no le gusta la incertidumbre que pesa en el sector bancario por el marco normativo actual y su posible exposición a una crisis de deuda global.
“Hay trampas que nadie conoce”, dice. “Es mucho más fácil volver a lo básico.”
Fuentes: Jeff Cox
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