El final

Ya estamos llegando al final: al final de la fase en la que se creía que el milagro, primero, el arreglo, después, era posible. Ya estamos llegando al principio.

El problema se halla en el crecimiento, dice ahora todo el mundo -la OCDE incluida- pero el gasto público debe seguir bajo y reducirse aún más, si conviene, a fin de salir de los déficits ya que las recaudaciones fiscales no van a aumentar.

Se dice que los tipos de interés deben bajar, y bajarán, pero las rentas no tienden a subir, al revés, ya que el paro tiende a aumentar, y las deudas ahí siguen estando, y hay que pagarlas, o negociarlas.

Y el crédito se halla congelado: a las entidades financieras les deben: mucho, y deben: mucho también, y tienen activos que van a tener que sanear, y conocen el estado en que se hallan quienes les demandan crédito, y sus expectativas futuras.

Aún se sigue con alguna vieja consigna: ‘las reformas estructurales generarán crecimiento’ (que en España se vinculan al empleo), y cosas así, pero todo es cada vez más débil.

El 2012 ya se admite abiertamente que va a ser de pena, y el adelanto que la OCDE ha realizado en su informe de Otoño se pone de manifiesto, lo que no se entiende es ese deterioro tan brutal que se aprecia entre las previsiones de Primavera y en las de ahora: el 1,7% en el caso de la UE, el 1,3% en el de USA. ¿Tanto han cambiado las cosas entre Mayo y Octubre?.

Pienso que no, pienso que las cosas se van diciendo poco a poco, lo que, pienso, es un error. Pienso que se han estado haciendo supuestos imposibles soñando situaciones inconseguibles con un modelo ya totalmente agotado, mientras se conseguían los últimos dólares de los últimos creyentes, y se escuchaban las últimas promesas de los políticos de siempre.

Ya hace tiempo que la música dejó de sonar: que el viejo modelo dejó de dar, y la realidad es que el nuevo no habla de ir-todos-a-más.

Brother, can you spare a dime?.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.