La incesante contracción del crédito que padece nuestro país puede agudizarse todavía más en los próximos meses si, como todo indica, comienza una nueva guerra de depósitos entre las entidades. De hecho, esta amenaza tiene aterrorizado al sector, que la considera la mayor amenaza para su estabilidad, mucho mayor que los problemas de capital a los que actualmente se enfrenta.
Juan María Nin, director general de La Caixa, aseguró ayer que "la guerra de depósitos es mucho más importante que la crisis de la CAM. Algo que era instrumental, como la captación del pasivo, puede terminar conduciendo a situaciones finalistas porque impedirá que las entidades den crédito con unos diferenciales acordes con los que se ofrecen en el resto de la zona euro. Y eso cortará la posibilidad de recuperación económica".
La lógica es que, si los bancos y cajas tienen que pagar tipos más altos por los depósitos, tendrán que trasladar ese sobrecoste a los créditos. Es más, las entidades que no puedan ofrecer estos tipos por su situación de debilidad perderán recursos en favor de las que sí pueden, y en consecuencia tendrán menos dinero para prestar.
Nin no es el único que piensa así. En el Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte ayer en Madrid, Julio Fernández Gayoso, copresidente de NovaCaixaGalicia, aseguró tener "miedo de las valoraciones a las que pretenden entrar los inversores en las cajas y de los depósitos a tipos increíbles que están dando algunas entidades, que pueden hacer mucho daño al sector".
El presidente de Banca Cívica, Enrique Goñi, coincidió con sus colegas y, además, justificó la restricción de crédito en las cajas (que son las culpables de la caída general del sector) porque "se nos pide soplar y sorber a la vez". "Tenemos que recapitalizarnos, sanearnos, reestructurarnos y, a la vez, dar crédito y ser competitivos", explicó.
El Santander vuelve a romper la baraja
La nueva guerra de depósitos empezó con algunas ofertas de depósitos estructurados de entidades como Sabadell o Caja 3, pero ha cobrado dimensión cuando ha entrado en ella el que inició la guerra del año pasado: el Santander, con un producto que ofrece hasta el 4,5%.
Este lanzamiento ha provocado la indignación del resto del sector, que cree que es el peor momento para reabrir esta guerra por la crisis de la CAM, las dificultades del sector para acceder a la financiación mayorista -y los que pueden tienen que pagar mucho por ella- y la necesidad de cumplir los requisitos de solvencia impuestos por el Gobierno.
La guerra parece inevitable
Más allá de la superviviencia de las entidades, la consecuencia para el común de los mortales será una restricción aún mayor del crédito. Y lo peor es que el recrudecimiento de la guerra del pasivo parece inevitable porque ahora vencen los depósitos de alta rentabilidad lanzados el año pasado por estas fechas, y ninguna entidad quiere que ese dinero se fugue hacia la competencia. Además, está demostrado que, si uno de los grandes ofrece estos productos, los demás no tienen más remedio que ir detrás.
"La Caixa siempre está muy activa en todos los negocios en que participa y lo seguirá estando", aseguró ayer Nin, dando a entender que su entidad no va a dejar de entrar en esta guerra, por mucho que la considere tan negativa.
http://www.elconfidencial.com/en-exclusiva/2011/guerra-depositos-credito-cajas-20110406-77117.html
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