El dólar débil, el yen fuerte, la lucha por intervenir o no el yuan... el mercado de divisas está que arde, y según el economista Santiago Niño Becerra, la guerra que lo atenaza "no es más que una manifestación de la inestabilidad financiera que se ha instalado en el sistema", y que era de esperar que los países, dada su situación, utilizaran las monedas para tratar de paliar los efectos de la crisis en sus economías.
"Manipular la propia moneda es lo más rápido, lo memos traumático para quien lo hace, a fin de obtener una ventaja competitiva. También es la más barata para conseguir un tiempo extra (aunque es un tiempo virtual, pero bueno), y no hay que hacer nada especialmente complicado, y no tiene efectos inciertos a largo plazo, como sí tendría meterse en un proceso para mejorar la productividad, proceso que tendría consecuencias feas: subiría el desempleo", explica el catedrático de estructura económica de la universidad Ramón Llull en el último post del blog La Carta de la Bolsa.
Pero aunque Niño Becerra señala que era de esperar que esto sucediera y que devaluar la devisa es una medida efectiva, sólo sirve para arreglar cosas a corto plazo, no constituye un plan que ayude a salir de una crisis sistémica como la que vivimos.
El preludio de un derrumbe inevitable
"El FMI sabe que esta estrategia es el preludio del derrumbe, como también sabe que no puede hacer nada al respecto: a pesar de ser el F Monetario I. Si pretendiese imponer algo a quienes manipulan su divisa le mandarían a la porra, eso es parte de su cambio de perspectiva: salvar las formas".
Desde el punto de vista del catedrático, la única solución posible pasa por la cooperación, en vez del sálvese quién pueda que estamos viendo, aunque sea de rigor que primero cada uno vaya "a la suya creyendo que así va a salvar sus trastos".
Niño coincide con la opinión del director gerente del FMI, Dominique Strauss-Khan, que opina que "el problema no son las monedas, sino los desequilibrios". Así, concluye que lo único que estamos viendo son síntomas variados del agotamiento del modelo económico.
"¿De qué se quejan?"
El economista asegura no entender de qué se quejan las autoridades de medio mundo: "ahora se echan la culpa unos a otros, pero eso de lo que ahora reniegan es consecuencia de lo que utilizaron para proclamar que sus economías iban bien: aquello ha traído esto", sentencia.
Niño Becerra concluye que hacen falta cambios dolorosos y necesarios para evitar males mayores. Apoya las palabras pronunciadas recientemente por la ministra Elena Salgado de que "España no es Argentina", pero sólo a medias.
Coincide en que muchas de las características económicas que llevaron a la quiebra a Argentina no tienen vigencia en España, pero nuestro país tiene problemas "inmensos de deuda en su sistema financiero: lo que deben las entidades financieras del reino y lo que a ellas les deben. No, no será un corralito, pero se le parecerá mucho", augura.
http://www.eleconomista.es/economia/noticias/2515371/10/10/Nino-Becerra-la-guerra-de-divisas-es-una-manifestacion-de-la-inestabilidad-financiera.html
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