Momento para la reflexión. La conferencia anual con periodistas celebrada por Schroders en Londres ha sido el marco elegido por Keith Wade, economista jefe de la entidad, y Azad Zangana, economista europeo, para hacer algunas reflexiones que permiten entender cuál es la situación política, social y económica que vive actualmente el mundo. Sin duda, el 2016 pasará a la historia como un año de crisis políticas. Las más importantes han tenido lugar en Reino Unido, con el triunfo contra todo pronóstico del Brexit, y en Estados Unidos, con la inesperada victoria de Donald Trump. Sin embargo, el calendario político no ha acabado y Schroders ha presentado la agenda para los próximos meses, la cual está llena de eventos políticos, sobre todo en Europa.
Aunque a muchos les ha sorprendido la resistencia mostrada por los mercados de renta variable tras la victoria del candidato republicano en las elecciones en Estados Unidos, lo cierto es que, al margen de la naturaleza del personaje, muchas de las propuestas que ha hecho a lo largo de la la campaña son positivas para los mercados de acciones, sobre todo para las compañías americanas. No está de más repasar cuál ha sido el programa político con el que se ha presentado el magnate. Otra cosa es que lo vaya a cumplir.
Una de las tendencias más claras en el mundo es la destrucción de puestos de trabajo como consecuencia de la aparición de los robots, un fenómeno que amenaza a todos los sectores e industrias. En la conferencia han presentado un gráfico en el que se puede ver cuáles son las profesiones que pueden verse más afectadas por la irrupción de la ingeniería robótica. No se libran ni los economistas.
La crisis económica no ha afectado a todas las economías por igual. Estados Unidos o Alemania apenas tardaron dos años en recuperar los niveles de PIB de los que disfrutaban en 2008, antes del estallido de la crisis financiera. A otros países, en cambio, les ha llevado más tiempo. De hecho, España e Italia todavía no han recuperado los niveles de PIB de 2008. Eso sí: España va por mejor camino que Italia.
A medida que la situación económica ha ido mejorando, las preocupaciones de los ciudadanos han ido cambiando. En el caso de Europa esto es muy significativo. Ahora, la principal preocupación de los ciudadanos europeos ya no es la situación económica ni el desempleo, sino la inmigración y el terrorismo, como refleja el gráfico presentado por Schroders.
La política monetaria de los bancos centrales ha estado orientada a generar inflación. Esto es algo que, por ahora, no han conseguido. Sus objetivos están todavía muy lejos de la inflación real. Sin embargo, si se cumplen las previsiones de Schroders, el 2017 podría ser un ejercicio en el que la inflación registrase el mayor repunte de los últimos años, lo que podría poner fin a la política expansiva de, por ejemplo, el BCE.
Más allá de los indicadores económicos, es importante conocer cuáles son las raíces de los problemas. En este sentido, la cuestión que subyace en las principales economías del planeta es la significativa caída de la productividad. Es una tendencia que se viene produciendo desde la década de los 90 y que se ha visto agravada desde comienzos del siglo XXI. Afecta incluso a Estados Unidos y Reino Unido, donde los niveles de productividad no han hecho más que decrecer a lo largo de los últimos años.
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