Una vez me preguntó un director, de los tantos que he tenido, que "si la Bolsa podía llegar a cero". En un principio creí que era una broma, pero luego advertí que iba en serio. La Bolsa nunca puede tener un valor cero, pero sí aproximarse. O valer tan poco, que parezca que no vale nada. Ayer me hicieron la misma pregunta. Decidí pasar a la acción en sentido contrario, es decir, preguntando como respuesta a una pregunta, como con frecuencia hace mi mujer "¿Por qué tanto pánico?", inquirí a mi interlocutor. "Porque todo son mensajes apocalípticos, del fin del mundo, desde hace unas semanas. Los medios, no todos, pero sí casi todos, culpan del destrozo de la Bolsa española a la ingobernabilidad surgida tras las elecciones del 20D, pero no comparan las caída, iguales o superiores, con las del resto de los mercados europeos.
El Fin del Mundo no sólo ha llegado a España: Corea del Norte se inventa una bomba capaz de destruir al planeta Tierra con un solo golpe de botón. Arabia Saudí se enfrenta contra Irán, y al revés. La Bolsa china ya ha cerrado en dos ocasiones cuando caída más del 7%, lo que indica que con estos promedios puede llegar muy pronto a cotas cero. El petróleo se hunde, vuelve a sus orígenes, bajo tierra: parece que es un problema de sobreoferta ante una demanda pobre, pero los medios dicen que es preludio de una Gran Recesión. Soros advierte de que estamos en un periodo similar al de 2008, es decir, en la antesala de otro batacazo histórico, que nos enviará al otro mundo sin remedio.
Item más. Leo un informe secreto, que ya no es secreto, porque ha salido a la luz, que los británicos están hasta los huevos de permanecer en Europa y que se quieren ir. Es lo que se llama el Brexit. A mediados del año pasado el Banco de Inglaterra elaboró un informe sobre esta posibilidad, que se filtró a la prensa, en el que advertía del colapso financiero y económico que supondría un Brexit. El informe se divide en seis puntos. El primero la economía nacional donde proyecta unas pérdidas netas y la reducción del PIB hasta en un 2.25%. Las pérdidas que sufrirían podrían llegar al 7%...Concluye en que este hecho provocaría un colapso financiero y económico global.
No les voy a hablar hoy de la ingente cantidad de deuda acumulada por Estados, Administraciones, Empresas y Familias en todo el mundo. Tampoco, de los cadáveres en el jardín del Ibex: Pescanova, Abengoa, Fadesa y sus colegas inmobiliarios.
Dicen, también, que los bancos centrales se han enredado en su propia soga, que ya no saben qué hacer. Tienen miedo a tirar de la cuerda y ahorcarse en el intento.
Habrán leído, por supuesto, que el Mundo Global camina a varias velocidades, que el crecimiento es desigual y discontinuo.
Respeto a las valoraciones bursátiles y la burbuja de activos tienen ustedes una amplia documentación.
Entonces ¿Estamos o no en el principio del Fin del Mundo o ya en el Fin del Mundo? Y si fuera así ¿para qué le sirve tener uno, dos, tres o cuatro mil millones de millones de euros en su cuenta corriente? Para nada. Luego, aproveche que la calle de la Bolsa está llenándose de cadáveres para comprar buenos y sólidos títulos. Y a esperar a que llegue el Fin del Mundo (si es que no ha llegado ya)
Moisés Romero
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