Durante las últimas semanas se ha hablado en el mercado de la ralentización económica en China, de la posibilidad que la Fed o el Banco de Inglaterra suban sus tipos de interés, sobre la incertidumbre política en España o Portugal, sobre el no cumplimiento de las condiciones del rescate griego, pero poco se ha hablado sobre la posibilidad que la mayor economía del mundo entre de nuevo en recesión. Es algo que los analistas e inversores ahora no contemplan. Un cisno negro con un enorme potencial dañino.
Bien, pues hablemos de esta posibilidad.
JP Morgan hace unos meses mandaba un análisis a clientes donde se exponía la probabilidad de que la economía de EE.UU. entre en recesión usando variables como los bajos niveles de desempleo, el crecimiento salarial, la caída de márgenes empresariales, los altos niveles de inversiones en bienes duraderos, entre otras.
La conclusión de este informe es que la probabilidad de una contracción en EE.UU. es del 40% en un plazo de dos años, y del 75% en los próximos tres años. ¿Les sorprende? A mí lo que me sorprende es que se haya dado tan poco eco a esta previsión.
Analicemos otro hecho. Los ingresos corporativos en EE.UU. cayeron un 2,9% en el primer trimestre. En el segundo trimestre la caída fue del 3,4% y en este tercer trimestre se espera que el descenso sea de otro 3,4%. La última vez que los ingresos empresariales cayeron dos meses consecutivos fue en 2009 durante la crisis financiera.
Los beneficios se han comportado ligeramente mejor, cayendo en el segundo trimestre cerca del 1%, y con una previsión de caída de cerca del 6% en este tercer trimestre.
Muchos analistas defienden que la fortaleza del dólar está provocando esta mala evolución de los resultados en EE.UU., lo cual es parte de la verdad, pero no toda la verdad. Un dólar más fuerte dificulta las exportaciones de las compañías estadounidenses al encarecerse respecto a los productos de otras naciones, pero por la misma razón, los beneficios de las compañías de estos países deberían aumentar.
¿Está sucediendo esto? La respuesta es no.
Como señala Wolf Richter, el beneficio promedio de las empresas que forman el indicador MSCI AC –índice que recoge la evolución de grandes y medianas compañías en 23 mercados desarrollados y 23 emergentes-, cayó en el segundo trimestre del año un 7%
Las ocasiones anteriores en las que tanto los beneficios empresariales en EE.UU. como en gran parte del resto del mundo caían, EE.UU. estaba en recesión o cerca de ella. El motivo es que este empeoramiento del resultado empresarial se debió fundamentalmente a una ralentización global de la demanda. La caída del beneficio empresarial redujo la inversión en capital y con ella un importante motor de crecimiento económico. Esto podría estar pasando en estos momentos.
El gráfico que mostramos a continuación, realizado por el departamento de investigación del Bank National Financial, muestra el crecimiento del beneficio de las compañías del S&P 500 y del MSCI AC. Vemos como cuando las ganancias de ambos indicadores cruzan de terreno positivo a cero o negativo, la economía de EE.UU. entra en recesión.
No tenemos motivos para no esperar lo mismo esta vez. Más si cabe después de que la ultra expansiva política monetaria de los bancos centrales ha dejado sin márgenes a estos para adoptar medidas de estímulo económico.
Ahora nadie habla de recesión en EE.UU. Se hablará de aquí a un tiempo.
fuente: http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/nadie_habla_de_recesion_en_ee.uu...se_hablara
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