La caída del rublo ruso no augura nada bueno para las empresas
multinacionales. Es el tipo de crisis que diferenciará a los buenos
gestores de riesgo del resto, favoreciendo a aquellas corporaciones que
pueden gestionarse bien en medio de una intensa volatilidad, y
castigando a los que no puedan. Las sanciones han cerrado el grifo del
capital extranjero en Rusia, al mismo tiempo que la caída de los precios
del petróleo (a la mitad desde su máximo de 2014) hace que el acceso
sea aún más esencial, para que Rusia pueda refinanciar su deuda.
La caída del rublo se aceleró a finales de noviembre y se intensificó
esta semana. La intención de apaciguar a los mercados, con la subida de
tipos al 17 por ciento, tuvo el efecto contrario acelerando la
depreciación del rublo. Si bien la propia subida de tipos no fue
particularmente sorprendente - el banco central ha estado subiendo
continuamente las tasas de interés - su tamaño, y el momento, hizo
enviar el siguiente mensaje: "Estamos en problemas".
"La espiral descendente del rublo ruso ha exacerbado la volatilidad
monetaria mundial y tiene un efecto contagio", señala Wolfgang Koester,
el CEO y co-fundador de FiREapps. "Por ejemplo, es probable que la
combinación de una caída del rublo y la reelección del primer ministro
japonés, Shinzo Abe, vuelva a envalentonar a Abe para devaluar el yen.
La amenaza de una guerra de divisas para empobrecer al vecino es muy
real.
El contagio también expone las debilidades fundamentales de los
mercados globales. Las debilidades estructurales de la zona euro, por
ejemplo, auguran nuevas caídas del euro. De acuerdo con el Deutsche
Bank, el euro debería dirigirse a 1,16 por dólar basado en la tendencia
actual de los precios del petróleo y los fundamentos económicos en
Europa - es decir en torno al 6 por ciento más por debajo del nivel
actual.
Al igual que 1998, pero peor
Un paso clave que Rusia puede y debería hacer para ayudar a detener la
caída libre del rublo es trabajar con el gobierno de Ucrania para poner
fin al conflicto en ese país, y así EE.UU. y Europa levantarían las
sanciones. Si Rusia no cede, y pronto, es probable que veamos una
repetición del colapso de la economía de Rusia de 1998. Esta vez, sería
peor. El default ruso de 1998 golpeó duramente a los inversores, y la
memoria aún está fresca, por lo que será mucho más difícil que Rusia
consiga atraer capital extranjero esta vez - no importa donde se ponga
el tipo de interés.
La caída del rublo impactará con fuerza las ganancias de las
multinacionales que tienen negocios en Rusia. Como ejemplo de las
pérdidas que las empresas multinacionales podrían sufrir en Rusia - y la
incertidumbre que aún permanece sobre el futuro del rublo y la economía
rusa - Apple detuvo todas las ventas online en Rusia el martes. La
compañía trató de seguir el ritmo de caída del rublo, aumentando los
precios en un 25 por ciento en noviembre, pero s rindió esta semana ya
que la caída del rublo continuó erosionando el valor de las ventas de
Apple.
Un director financiero de una empresa multinacional con 4.000 millones
de euros en ingresos, dijo que su compañía había perdido por lo menos
200 millones de euros con el desplome del rublo, pero estaba mucho más
preocupado por el dinero que podrían estar perdiendo. Debido a que este
CFO no tiene visibilidad sobre su riesgo en rublos, no puede manejar las
expectativas de pérdidas que la empresa debe esperar por la caída del
rublo. "200 millones o peor" no es el tipo de respuesta incierta que un
director ejecutivo o junta quiere oír.
Las consecuencias de la caída del rublo también se extienden a otros
bancos centrales. La crisis del rublo ha hecho más difícil el trabajo de
la Reserva Federal que preside Janet Yellen. Todavía no está claro qué
impacto tendrá la caída del rublo y su contagio en la economía de
Estados Unidos."
Fuentes:
Wolfgang Koester, el CEO y co-fundador de FiREapps, que emite análisis
para las empresas sobre la volatilidad de las monedas.
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