viernes, 19 de diciembre de 2014

La crisis rusa: igual que 1998, pero peor

La caída del rublo ruso no augura nada bueno para las empresas multinacionales. Es el tipo de crisis que diferenciará a los buenos gestores de riesgo del resto, favoreciendo a aquellas corporaciones que pueden gestionarse bien en medio de una intensa volatilidad, y castigando a los que no puedan. Las sanciones han cerrado el grifo del capital extranjero en Rusia, al mismo tiempo que la caída de los precios del petróleo (a la mitad desde su máximo de 2014) hace que el acceso sea aún más esencial, para que Rusia pueda refinanciar su deuda.
La caída del rublo se aceleró a finales de noviembre y se intensificó esta semana. La intención de apaciguar a los mercados, con la subida de tipos al 17 por ciento, tuvo el efecto contrario acelerando la depreciación del rublo. Si bien la propia subida de tipos no fue particularmente sorprendente - el banco central ha estado subiendo continuamente las tasas de interés - su tamaño, y el momento, hizo enviar el siguiente mensaje: "Estamos en problemas".
"La espiral descendente del rublo ruso ha exacerbado la volatilidad monetaria mundial y tiene un efecto contagio", señala Wolfgang Koester, el CEO y co-fundador de FiREapps. "Por ejemplo, es probable que la combinación de una caída del rublo y la reelección del primer ministro japonés, Shinzo Abe, vuelva a envalentonar a Abe para devaluar el yen. La amenaza de una guerra de divisas para empobrecer al vecino es muy real.
El contagio también expone las debilidades fundamentales de los mercados globales. Las debilidades estructurales de la zona euro, por ejemplo, auguran nuevas caídas del euro. De acuerdo con el Deutsche Bank, el euro debería dirigirse a 1,16 por dólar basado en la tendencia actual de los precios del petróleo y los fundamentos económicos en Europa - es decir en torno al 6 por ciento más por debajo del nivel actual.

Al igual que 1998, pero peor
Un paso clave que Rusia puede y debería hacer para ayudar a detener la caída libre del rublo es trabajar con el gobierno de Ucrania para poner fin al conflicto en ese país, y así EE.UU. y Europa levantarían las sanciones. Si Rusia no cede, y pronto, es probable que veamos una repetición del colapso de la economía de Rusia de 1998. Esta vez, sería peor. El default ruso de 1998 golpeó duramente a los inversores, y la memoria aún está fresca, por lo que será mucho más difícil que Rusia consiga atraer capital extranjero esta vez - no importa donde se ponga el tipo de interés.
La caída del rublo impactará con fuerza las ganancias de las multinacionales que tienen negocios en Rusia. Como ejemplo de las pérdidas que las empresas multinacionales podrían sufrir en Rusia - y la incertidumbre que aún permanece sobre el futuro del rublo y la economía rusa - Apple detuvo todas las ventas online en Rusia el martes. La compañía trató de seguir el ritmo de caída del rublo, aumentando los precios en un 25 por ciento en noviembre, pero s rindió esta semana ya que la caída del rublo continuó erosionando el valor de las ventas de Apple.
Un director financiero de una empresa multinacional con 4.000 millones de euros en ingresos, dijo que su compañía había perdido por lo menos 200 millones de euros con el desplome del rublo, pero estaba mucho más preocupado por el dinero que podrían estar perdiendo. Debido a que este CFO no tiene visibilidad sobre su riesgo en rublos, no puede manejar las expectativas de pérdidas que la empresa debe esperar por la caída del rublo. "200 millones o peor" no es el tipo de respuesta incierta que un director ejecutivo o junta quiere oír.
Las consecuencias de la caída del rublo también se extienden a otros bancos centrales. La crisis del rublo ha hecho más difícil el trabajo de la Reserva Federal que preside Janet Yellen. Todavía no está claro qué impacto tendrá la caída del rublo y su contagio en la economía de Estados Unidos."
 
Fuentes: Wolfgang Koester, el CEO y co-fundador de FiREapps, que emite análisis para las empresas sobre la volatilidad de las monedas.

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