miércoles, 10 de abril de 2013

Japón – Portugal – Reus

(Lo de Reus es para acabar como aquella pegatina de la que ya hemos hablado en otras ocasiones).

Cada vez se están poniendo más de manifiesto los efectos del agotamiento del-que-ha-sido-nuestro-modelo y, a la vez, los de las medidas que se están implementando para preparar la implantación del nuevo: la quimioterapia que se está aplicando para liquidar tales efectos: el cáncer que afecta al planeta.
Hoy, en el planeta sobra dinero, perdón sobran bits de ordenador, apuntes informáticos que todos aceptamos que son dinero -ya saben: depósito de valor, unidad de cuenta, medio de pago e intercambio- porque a todos nos conviene. Y, ¿por qué sobra dinero?.

Sobra dinero porque en los años que ‘el mundo fue bien’ se crearon una cantidad de bits que servían para ‘pagar’ figuras financieras  y valorar activos lumínicos que ahora están quietos; también para que reflejaran el precio de activos reales cuyas rentabilidades eran estratosféricas y que ahora nadie quiere. Es decir, se creó una cantidad de dinero que hoy la Economía no puede absorber porque no lo necesita: situación, como todos sabemos, terrible e irracional tal y como apuntó Lord Keynes.

Pero aunque sobra dinero no se genera inflación; ¿por qué?; pues porque la actividad económica es muy reducida y no puede aumentar: no hay crecimiento ni puede haberlo en cantidad suficiente, debido a la super enorme cantidad de deuda total que se arrastra y que no se puede pagar, a la capacidad productiva generada en ‘aquellos maravillosos años’ que hoy excede a las actuales necesidades, y a la escasez de recursos (de todo tipo) que ya se adivina.
Sobran bits que soportan valor y van donde haga falta, por ejemplo a Portugal a comprar deuda, a fin de conseguir un poco de rentabilidad, exigiendo condiciones como si fuesen escasos, pero eso es normal: ‘Quien paga, manda’. Y por si sobrase poco dinero, va Japón y crea 100 B de bits en dos años a fin de ‘reactivar su economía’.

Pienso que lo que Japón ha hecho no va a servir ni remotamente para lo que se ha dicho, pero Japón ha sido muy inteligente haciendo eso: va a cambiar unos papelitos por otros: títulos de su deuda por billetes: papeles con los que no se puede pagar, por otros papeles con los que se pueden comprar cosas, como … dólares y euros, y si conviene bonos convenientes, tanto de Estados como de empresas.
¿Qué el yen se desvalorizará?. ¡Y qué más da!. Si el precio de las cosas sube, pues se generan más bits con el símbolo Y cruzado con un ‘=’ (no lo tengo: me lo han quitado para que no cree esos bits); y ya está, y de paso: ¡de-paso!, como la moneda japonesa se deprecia, Japón exportará más: ¡mira qué bien!.
Pienso que la situación es absurda pero inevitable. Absurda porque no se pueden arreglar los dos problemas que hoy el planeta tiene: no hay crecimiento y no se puede pagar lo que se debe, mientras alguien listo tira por elevación: 100 B de bits.

Sugerencia (gratis): compren commodities a dos y tres años vista: cambiarán algo que sobra y que no vale casi nada por algo que va escasear hasta el paroxismo. ¿La deuda? ¿cuánto creen que valdrá cuando se admita que casi nada se puede pagar?.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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