"La pregunta que nos hacemos en nuestra gestora es ¿una vez en marcha el proceso y con promesas de un déficit menor, casi a la mitad de la línea roja de intervención por la Unión Europea, terminará la presión sobre la deuda soberana española? Sospechamos que no va a ser así, sino lo contrario. En los últimos días hemos vivido episodios de gran volatilidad, alimentados por los rumores, (certeza diría yo) de que Grecia no va a pagar nunca lo que debe, pese a que la quita ha sido mayúscula, y de que Portugal será la próxima en entrar en el quirófano. Casi en el mismo acto se habla de que Irlanda incumplirá compromisos. Todo vuelve a estar en cuarentena y los mercados, bajo presión. Ayer, el zarpazo le dio de lleno en la cara al mercado español", me cuenta el analista jefe de un banco de inversión
"Más referencias negativas. Fitch considera un "paso positivo" la reciente decisión del Eurogrupo de incrementar los recursos del mecanismo de asistencia financiera, a pesar de que los nuevos fondos comprometidos no sean suficientes para cubrir las necesidades brutas de financiación a medio plazo de España e Italia. "La capacidad adicional de préstamo de 500.000 millones no cubre las necesidades brutas de financiación a medio plazo de España e Italia, estimadas en 521.900 millones sólo para 2012, aunque impulsa la capacidad del fondo para actuar como un ancla inversora en las nuevas emisiones, y permite potencialmente la compra de bonos en los mercados secundarios para contrarrestar el riesgo de contagio", señala la calificadora de riesgos.
En este sentido, Fitch apunta la posibilidad de que los fondos disponibles sean empleados en mantener a los emisores en los mercados de deuda, en vez de utilizarlos como una alternativa a los mercados, haciendo así innecesario que la dotación del fondo sea equivalente a la suma total de las necesidades de financiación de los países periféricos.
"Si tiene éxito, ayudaría a prevenir un círculo vicioso de crisis de liquidez y permitiría ganar tiempo a los emisores soberanos para aplicar las medidas de austeridad y las reformas estructurales", señala la agencia.
Por otro lado, la agencia de "rating" destaca que, a pesar de que esta mayor dotación del mecanismo de asistencia financiera a países endeudados ha reducido la presión para que el BCE actúe en los mercados de deuda, "sería positivo que mantuviera operativo el programa de compra de valores en los mercados (SMP)" por la flexibilidad y rapidez con las que permite intervenir.
lacartadelabolsa
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