España no necesita un rescate inminente. Ya ha recaudado la mitad de
su financiación para este año, y sus bancos deberían ser capaces de
financiarse para el resto de 2012 gracias a los préstamos baratos del
Banco Central Europeo, pero el Gobierno español podría necesitar ayuda
en algún momento. El aumento en los rendimientos de sus bonos y los
temores sobre la solvencia soberana podrían tensar la liquidez de los
bancos, o hacer que les sea difícil seguir financiando al Gobierno. Un
rescate completo, como los de Grecia, Irlanda o Portugal, pondría a
prueba los recursos de la zona euro. Los mercados podrían temer que
Italia podría ser el próximo. Los inversores pueden incluso empezar a
preocuparse por una posible reestructuración de la deuda, como lo hacen
en estos momentos por Portugal. España necesita un programa diferente,
que se basaría en tres pilares.
En primer lugar, los bancos. Aunque el Gobierno está obligando a las
entidades financieras españoles al aprovisionamiento contra mayores
pérdidas por bienes inmuebles, los mercados no están convencidos de que
sea suficiente, ya que la economía ha entrado en una grave recesión.
Un capital adicional podría provenir de los mecanismos de apoyo de la
zona euro, que prestan a los gobiernos, los cuales luego concederían
préstamos a los bancos. Pero España simplemente estaría asumiendo más
deuda. Por el momento, no es posible para la zona euro inyectar dinero
directamente en los bancos.
Si España se viera obligada a apuntalar a sus bancos por sí sola,
debería tratar de limitar su exposición compartiendo las pérdidas con
los bancos acreedores, aunque esto podría resultar difícil debido a que
los tenedores de bonos junior son sobre todo clientes minoristas.
Madrid también podría utilizar un esquema de protección de activos, lo
que ayudaría a distribuir los costos iniciales de recapitalización a
través del tiempo.
En segundo lugar, la financiación.
España necesita 170.000 millones de euros en los próximos dos años,
según Investec, el banco de inversión. Los inversores tienen que ser
persuadidos para comprar deuda española.
La mejor manera sería una reanudación del programa de compra de bonos
del BCE. El fondo de rescate de la zona euro, el Fondo Europeo de
Estabilidad Financiera, puede comprar bonos legalmente en el mercado
secundario, pero sólo el BCE tiene los recursos para mantener los
rendimientos estables y tranquilizar a los mercados.
El problema es que los inversores de bonos se preocuparán de que el
BCE prescindirá de sus pérdidas en el caso de una reestructuración, como
ocurrió con Grecia. Idealmente, el organismo debería ser tratado como
los tenedores de bonos del sector privado.
Una alternativa sería que comprase bonos de una manera tan contundente
que eliminase los temores de una moratoria. Pero eso es algo que el
banco central no ha estado dispuesto a hacer hasta ahora, en parte
debido a la oposición del Bundesbank.
Por último, España necesita un ajuste presupuestario.
Los mercados temen que se verá forzada hacia una espiral sin fin de
autodestructiva austeridad. El FMI reconoce que España no va a lograr la
meta de déficit de este año, y perderá el objetivo del 3 por ciento del
próximo año por 2,7 puntos porcentuales del PIB - a menos que tome más
cartas en el asunto.
Funcas, el organismo de investigación de las cajas de ahorro, predice
que la economía de España se contraerá un 1,5 por ciento el próximo año,
gracias en parte a la reducción del déficit, mientras que la tasa de
desempleo alcanza un impresionante 26,3 por ciento. Hace falta relajar
las metas fiscales es necesario. Esto podría alimentar los temores de
relajación en el norte de Europa - por lo que, como un quid pro quo,
España tendría que seguir promulgando duras reformas.
Un "rescate ligero" español necesita los tres pilares. Ninguno de
ellos es fácil. Pero la alternativa, un plan de rescate en toda regla,
desencadenando una espiral de contagio y una posible moratoria, sería
mucho peor.
lacartadelabolsa
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