lunes, 23 de abril de 2012

Alemania también tiene riesgos

Todos somos conscientes de que la mayor tensión financiera en el EUR se traduce en mayores costes de financiación para algunos países y mucho menores para otros. El Proceso de Crisis es también un proceso de reequilibrio financiero entre los sectores privados (incluyendo al financiero) que a la larga pone en peligro la propia integración financiera europea. Como contrapartida estarían los bancos nacionales (a través del target) y el ECB. Y no puede ser de otra forma.
Lo inquietante es que algunos consejeros de la autoridad monetaria europea y de los bancos nacionales, especialmente aquellos cuyos países como activos seguros se benefician (de forma no deseada, naturalmente) de la incertidumbre, pongan en duda continuamente la continuidad de la expansión monetaria.  ¿No lo entienden? Aunque, también puede existir un segundo argumento para explicar esta negativa. No piensen mal: no me refiero a los riesgos financieros asumidos en los rescates, ayudas y demás asistencia a los países/entidades financieras con problemas de liquidez. Más bien a los propios riesgos de excesos en que puede incurrir la propia Alemania y el resto de los países premiados por ser activos seguros.
En la misma semana en que el Tesoro español colocaba papel a 2 años por encima del 3.4 %, el Tesoro alemán lo hacía a un tipo mínimo histórico del 0.14 %. Pero ya hemos visto como se ha llegado a pagar por tener papel de muy corto plazo alemán. Y naturalmente los tipos de interés a largo plazo del 1.75 % parecen muy bajos en un entorno de crecimiento potencial superior al 2.0 % e inflación del mismo porcentaje. Bien para la economía alemana premiada de esta forma por un entorno de fácil y barata financiación.
¿Y si la economía alemana va bien el resto de la zona se beneficia? Claro que sí. Pero el desarrollo de los acontecimientos no va tan rápido como a todos nos gustaría. En el último IFO las perspectivas retail se mantenían relativamente estables y mejoraba el sector manufacturero, con las empresas buscando oportunidades en América y Asia. Mientras, en la zona EUR falta la demanda de países como España, Francia, Portugal, Irlanda y la propia Grecia que han actuado como motores de crecimiento en los últimos diez años. Países que ahora purgan los excesos cometidos. Y países a los que se les exige de forma implícita una mejora rápida y contundente de competitividad, cambios en el modelo productivo, ajustes fiscales y desapalancamiento en el sector privado.
Pero sigamos con Alemania. Los Institutos de análisis han revisado recientemente la previsión de crecimiento para el ejercicio hasta niveles del 0.9 %, cuando ya hablan de un crecimiento cercano al 2.0 % en 2013. Parece factible, pese al deterioro del sentimiento en la zona y mucha incertidumbre/riesgos para el propio crecimiento mundial. Vuelvo a recordar como el principal obstáculo para el crecimiento mundial, como recordaba el propio FMI en su reciente Informe de Estabilidad Financiera era es a contracción de balance del sector financiero en Europa y las dificultades de financiación a nivel mundial.
En Alemania, como país seguro, esto no debería ocurrir. De hecho, no debería ser extraño que comenzaran a surgir voces en Alemania sobre los riesgos a que puede llevar el exceso de liquidez en los precios de los activos financieros. Riesgos también, por qué no, de inflación en un mundo (especialmente en el resto de la zona) dominado por la desinflación (o incluso deflación). Debo admitir que todas estas dudas me surgen tras escuchar al economista del ECB (el alemán Praet) advertir que se puede subir los tipos sin tocar las medidas no estándar....¡y yo que sigo pensando que el ECB los bajará hasta en otras dos ocasiones a lo largo de este año y el próximo!.
Explicar todo esto obliga a hablar de una Crisis Europea pero dos zonas dentro del Euro sólo conectadas a través del ECB. Y mientras no s resuelva el problema político, la raíz de la Crisis, no puede cambiar tampoco el protagonismo del ECB para,  no tanto solucionarla como sí amortiguar sus efectos.
 

José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España

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