Lo que sigue es un mail que me remitió hace unos días un amigo y lector que reside en una pequeña localidad de una región española y que por carácter y profesión conoce a todo el mundo. A partir de ese mail iniciamos una conversación que, en sus líneas básicas, reproduzco.
Mi lector: “(…) el nuevo alcalde de (nombre de una localidad española) ya piensa en hacer un ERE, y al alcalde no le aprobaron su sueldo, porque no hay dinero y sí innumerables pufos (dicen que sobre 7 millones de euros) (…)”
Mi respuesta: “¿Estás diciendo que ese ayuntamiento debe 7 M?. ¿Un ERE?, ¿cuántos empleados no funcionarios tiene?”
Mi lector: “Pues (nombre de la localidad referida) tiene unos 8.000 habitantes y el Ayuntamiento tendrá unos 30 funcionarios y unos 150 empleados de una u otra forma. Hace dos años estuvieron a punto de cortarles la luz, pero la administración Regional paró en envite. Lo malo es que a día de hoy deben a (nombre de la compañía que suministra al municipio la energía eléctrica) unos 400- 500.000 euros y no recaudan. Fueron tirando porque el Gobierno regional mandaba mucho dinero para inversiones y pagos. El hoy alcalde era el director de gabinete de un Consejero (yo me lo guiso, yo me lo como), me cansé de advertirle en la campaña que no se presentara. Cuando ganó le “acompañé en el sentimiento”, le advertí que tendría que echar a muchos empleados a la puta calle; que no tendría sueldo; que tendría que suprimir muchísimos servicios y ahora me dice: ‘(Nombre de mi amigo) es que se debe muchísimo más de lo que pensaba y de la capital (de la región) no vendrá ni un duro’. Ni de Madrid, ni de los bancos, ni de ninguna parte, que no te enteras: no hay dinero, le espeté en tono subido”.
Mi respuesta: “Entonces, ese señor, ¿por qué se presentó?, ¿por qué quería ganar?. ¿Creía que exagerabas?, ¿pensaba que ‘alguien’ lo solucionaría?, ¿la erótica del poder?, ¿debía un favor a alguien?, ¿la amenazaron de muerte si no lo hacía?, ¿es bobo?.
Mi lector: “Bueno, bueno…, tanto como bobo no es, pero no creas que le falta mucho. Se presentó porque su jefe poco menos que le obligó. Luego se presentó obligado y obnubilado por pasar de ser alguien que con muchísimo esfuerzo terminó sus estudios y tenía la oportunidad de ser alguien muy importante en su pueblo. No…, creía y cree que sigo exagerando. El ve lo que le deja ver su jefe, sabe mucho menos de lo que cree, porque a su vez su “adorado” Presidente le contaba lo que tocaba y más bien tocó poco. Erótica del poder. Pues sí. Amenazar no, pero casi. A pesar de todo lo que les dije al Consejero y a él, creían y creen que les mentía. Ahora van vislumbrando algo y tímidamente hablan de un ERE como salida a la quiebra más que segura del Ayuntamiento”.
Mi respuesta: “¿Cuántos ayuntamientos como ese habrá en España?.
Mi lector: “Pues como ese, yo conozco a muchos de los que pasan de mil habitantes. Pero qué creo que va a pasar. Pues que unirán ayuntamientos porque no habrá otra manera de hacer y los ahorros de los pequeños no valdrán para pagar los pufos de los que están como el que hablamos. (Nombre un ayuntamiento relativamente cercano al anterior y bastante más grande) (ahí sí que había ladrillo) debe unos 18-20 Millones de euros y con una plantilla entre funcionarios y contratados de más de 300. Los Ayuntamientos en esta zona son siempre las mayores empresas. En (nombre de otro ayuntamiento) para las fiestas de este año no había dinero y la fiesta no se podía hacer. Solución salomónica: los funcionarios y empleados del ayuntamiento (próximos a los doscientos) cobrarán la paga extra de Junio fraccionada en tres veces a lo largo de seis meses). Esos ya están con la mosca detrás de la oreja, pero hubo fiestas, un derroche y una inutilidad que el año que viene se darán cuenta de cómo tiraron tontamente el dinero”.
Mi respuesta: “Qué verdad es que ‘el hombre es el único animal que tropieza doscientas veces con piedras que son parecidas”.
¿Comentarios?, muchos: los que quieran. Repito la pregunta: ¿cuántos casos como los de los mails de mi amigo habrá en España?. El despertar será tremendo porque, detrás de todo esto, ¿qué hay?; ¿cómo se casan estas situaciones con conceptos como ‘productividad’ y ‘eficiencia’?.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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