viernes, 16 de septiembre de 2011

Atenas – Madrid – Washington – Roma – Lisboa – Mundo

Me preguntan, amigos, compañeros: ‘¿Y la Bolsa?, ¿y el Ibex?’. No soy un experto en Bolsa, ni mucho ni poco menos, por eso contesto que hoy: HOY, la tendencia marca que el Ibex puede alcanzar, de seguir las cosas como están, los 6.000 puntos en el intervalo (Octubre / Noviembre – Diciembre / Enero). ¿Se cumplirá eso?, no sé, tal vez los mercados de valores sean intervenidos, tal vez las Bolsas sean cerradas durante unas semanas, tal vez …. Tal vez.

He empezado por aquí aunque podría haber empezado de otra manera: las cosas se ven como se ven. El País del 13.09.2011, en sus Págs. 18 y 19, publicó un artículo del Dr. Paul Krugman en que sucede eso. El profesor Krugman dice que la situación de España no es tan mala como se está viendo porque la deuda de España no es elevada, lo que es verdad, pero sólo en lo referente a la pública: la deuda privada de España es monstruosa: el 300% del PIB, sólo la privada, sí.

Poniendo el foco en la deuda, la situación de España es pavorosa: las empresas, quienes generan el PIB, tienen escasos pedidos y no pueden pagar lo que deben; las entidades financieras tienen unas deudas a cobrar que ni se sabe, y unas a pagar que sí se sabe; y las familias están pendientes de conservar sus empleos y que les paguen, y han de pagar unas deudas que en algunos casos quitan elhipo. ¿Y no es tan mala la situación de España?.

El problema de España es de deuda TOTAL -eso es lo que ‘los mercados’ están mirando- y de crecimiento: no se crece porque España ha crecido como ha crecido (y porque el mundo está como está, claro), por lo que España no puede absorber a toda su población activa. La deuda pública no es exagerada, pero los ingresos fiscales se han hundido y hay poco margen para que suban (aun empobreciendo a posta a la población) aunque la presión fiscal es más reducida que en el resto de Europa porque el PIB pc es bastante más bajo que en Europa. Por ello, pienso, tiene bastante poco sentido decir, como dice el profesor Krugman, que España tuvo superávit fiscal en el 2008: sí, lo tuvo, recaudando impuestos por ladrillo y con carencias flagrantes en su modelo de protección social.

Continúa el profesor Krugman: “(…) los inversores, por la razón que sea, tienen miedo de que un país no sea capaz de pagar sus deudas”. Bueno, pienso que ‘por la razón que sea’ no, sino porque esos inversores llegan a la conclusión de que, en base a lo que se debe y de lo que se crece, esas deudas (aquí sí, entiendo, se está refiriendo a la deuda total) no van a poder ser pagadas. Y sí, es posible que esos mismos inversores fuesen los que abocaron a ese país, a esa empresa, a esa familia, a la deuda que ahora tiene permitiéndole un endeudamiento que llevaba a una deuda impagable, pero ese ha sido el modelo que hemos querido, ¿o no?. El Capitalismo fomenta el hiperbeneficio, y con este modelo que hemos tenido eso se ha conseguido, y a la vez que se crecía, y todo el mundo ha sido feliz; posiblemente las españolas y los españoles unos de los que más.

Y, bueno, acaba el Dr. Paul Krugman cantando las ventajas de tener una moneda propia. Pero ‘España ha estado yendo bien’ … precisamente porque le dejaron entrar / le metieron en el euro: los tipos de interés se hundieron, florecieron las posibilidades de negocio, el dinero llegó a borbotones, claro que sin base alguna. Lo terrible es que si España no hubiese entrado en el euro no ‘hubiera ido bien’, pero al entrar las cosas ‘están yendo mal’; pero si no hubiese entrado, ¿estaría ahora España peor?; pero si saliese seguro que estaría peor.



Me escribe un lector en relación a Portugal: “Mucho turismo pero sueldos de 500 euros el afortunado, y pobreza tan galopante que ya se ve, no como aquí. Sobrevolé cientos de empresas ( cientos sí) cerradas. Daba pena, pero es así. Comprobé que cuando dejabas una propina, poco menos que te daban un beso. Mucho pobre pidiendo y miseria a la vuelta de la esquina”. Hace poco un amigo me comentó que en calles de ciudades portuguesas había visto a personas recogiendo colillas del suelo, como aquí en la postguerra, sí. Pero el FMI dice que Portugal debe recortar mil millones más.



Hemos llegado hasta aquí: “Somos menos creíbles que Madrid”. Emma Marcegaglia, presidente de la Patronal Italiana, comentando las nuevas medidas de política económica aprobadas el pasado Miércoles por el Parlamento de la República. (El País 15.09.2011, Pág. 22).



La OECD dice que hay que crear empleo, en España más de dos millones de puestos de trabajo ( vean esto, y la peli ). ¿Cómo?, ¿precarizando el empleo existente?, ¿precarizando el nuevo?, ¿fomentando la contratación temporal?, ¿repartiendo el tiempo de trabajo?. Eso y más, ¿hará que aumente la demanda de trabajo?. No me lo creo.



Inyecciones masivas de pasta (deuda) -la que necesiten- en las entidades europeas que lo precisen: comprar más tiempo sin tocar nada de lo que ha ocasionado el problema, de lo que continúa ocasionando el problema, del problema: la deuda ajena, propia, pendiente. Tiempo.



Vueltas, y vueltas, y más vueltas, y una única realidad: existe un exceso de capacidad productiva, la capacidad de endeudamiento se halla agotada, la disponibilidad de recursos es limitada, existe un exceso de población, y cada cual va a su p. bola. Pienso que hasta que ‘la crisis’ no se aborde así, es decir, hasta que no se aborden estos cinco elementos de forma conjunta nada, de nada, ¡pero que nada!.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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