Hoy nos hacemos eco de un más que interesante artículo del profesor de Economía y Ciencia Política de la Universidad de California, Barry Eichengreen, en The Wall Street Journal. Eichengreen cree que el reinado del dólar está llegando a su fin y que en los próximos 10 años, vamos a ver un cambio profundo hacia un mundo en el que varias monedas competirán por el predominio. Este cambio tendrá grandes repercusiones en la estabilidad de tipos de cambio, los mercados financieros y la facilidad de los Estados Unidos para financiar sus déficits y en la capacidad de la Reserva Federal para seguir adelante con su política de negligencia benigna respecto al dólar.
El profesor de Economía de la Univ. de California hace una retrospectiva sobre los motivos que llevó al dólar a su actual estatus de moneda reserva y cita tres motivos:
1) Su atractivo refleja la excepcional profundidad de los mercados de valores denominados en dólares.
2) El hecho de que el dólar es el refugio seguro del mundo. En momentos de crisis los inversores buscan la “seguridad” del dólar.
3) El beneficio que le supone la escasez de alternativas. Los países que disfrutan de unas monedas relativamente fuertes son demasiado pequeños, comercialmente hablando, para tener un peso internacional.
Sin embargo, parece que las cosas se están moviendo y que estos tres motivos ya no son tan sólidos.
“Los cambios tecnológicos están socavando el monopolio del dólar”, dice Eichengreen. “Dada la dificultad para comparar precios en diferentes divisas, era lógico que los exportadores, importadores y emisores de bonos indicaran sus precios y facturaran sus transacciones en dólares, aunque sólo fuera para no confundir a sus clientes. Ahora, en cambio, casi todo el mundo lleva aparatos que se pueden utilizar para comparar precios en diferentes monedas en tiempo real.”, añade.
Respecto a las alternativas, el yuan y el euro se están erigiendo como verdaderas divisas que pueden arrebatar una sensible porción de la tarta de moneda reserva al dólar USA. Las autoridades gubernamentales chinas están realizando esfuerzos significativos para que el yuan cobre protagonismo en el mercado mundial de divisas.
De hecho, ayer conocimos que China permitirá que todos los exportadores e importadores hagan sus contratos de comercio exterior en yuanes a partir de este año, como parte de sus planes para incrementar el rol internacional de su moneda. Esta acción responde a la demanda externa de que el yuan sea usado como moneda de reserva. También planea que el yuan vuelva a China con más facilidad y quiere más contratos de swaps cambiarios bilaterales.
Si miramos al discutido euro, parece que también podría salir fortalecido de toda la crisis de deuda europea. Eichengreen señala que los gobierno europeos no abandonarán la moneda común y que finalmente emitirán “bonos europeos”, respaldados por la confianza plena y el crédito de los gobiernos de la zona del euro como grupo, para poner las bases de un mercado integrado de bonos europeos necesario para crear una alternativa a los bonos del Tesoro estadounidense como una forma en la que mantener las reservas de los bancos centrales.
Por último tenemos el concepto etéreo de “moneda refugio” cuando la inestabilidad mundial aparece. Esto también podría cambiar. “El gobierno de los Estados Unidos tiene un historial de cumplimiento de sus obligaciones y siempre ha tenido la capacidad fiscal para hacerlo. Ahora, sin embargo, principalmente a consecuencia de la crisis financiera, la deuda federal se acerca al 75% del Producto Interno Bruto de EE.UU”, dice el profesor de Economía.
Este proceso de reajuste del rol del dólar tendrá efectos significativos.
Si eliminamos el concepto de divisa refugio, no asistiremos a una revalorización del dólar USA cuando surjan conflictos e inestabilidad internacional.
Otro efecto que señala Eichengreen es que el gobierno de los Estados Unidos no será capaz de financiar su déficit presupuestario de manera tan barata y tampoco será capaz de acarrear déficits comerciales y de cuenta corriente tan grandes. Para reducir el déficit se tendrá que modificar la balanza comercial aumentando las exportaciones, algo que implica un dólar más barato.
Los cálculos de Eichengreen sugieren que el dólar tiene de depreciarse en torno a un 20% y que además, debido a la subida de los precios importados, el estándar de vida del país americano descenderá en cerca del 1,5% del PIB.
Carlos Montero
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