Una de las pautas estacionales de inversión más conocidas es “Sell in
 may and go away” (Vende en mayo y lárgate), está pauta trata de mostrar
 un escenario de inversión en bolsa más favorable en los meses 
comprendidos entre noviembre y abril que en los seis meses restantes del
 año. Esta situación se da por el elevado flujo de inversión en los 
meses de invierno, en especial el Rally de Santa Claus, derivado de las 
pagas extraordinarias que suponen nuevas entradas en los fondos de 
inversión y que se materializan en compras por parte de los gestores. 
Por otra parte, los volúmenes de mercado tienden a secarse después de 
mayo por la cita con Hacienda y en el verano por la época vacacional lo 
que genera mayores niveles de volatilidad.
 
Al mismo tiempo, noviembre se identifica con un mes bajista para la compra de acciones y el mes de octubre genera grandes miedos porque de las diez mayores caídas bursátiles 0 cinco han sido en el décimo mes del año.
Al mismo tiempo, noviembre se identifica con un mes bajista para la compra de acciones y el mes de octubre genera grandes miedos porque de las diez mayores caídas bursátiles 0 cinco han sido en el décimo mes del año.
De acuerdo con las estadísticas que recoge El Almanaque, 
desde 1950 el Dow Jones Industrial ha obtenido una rentabilidad media 
del 0,5% entre los meses de mayo a octubre, en comparación con una 
rentabilidad del 7,5% durante el periodo comprendido, lo que establece 
un claro market timing durante el año. Por otro lado, Bank of 
America Merril Lynch muestra el siguiente análisis sobre esta pauta en 
el S&P500 sobre diferentes periodos que abarcan seis meses.

Entre octubre y mayo el S&P500 tiende a ofrecer un  retorno del 
1,93%, mientras que de noviembre a abril un 5,08%. Pero un dato de 
volatilidad importante es el porcentaje del tiempo que han habido 
correcciones superiores a un 20%. Mientras que desde noviembre a abril 
el porcentaje de tiempo que sufren correcciones superiores a un 20% es 
de un 9,41%, entre los meses de mayo y octubre el porcentaje 
prácticamente se dobla hasta el 17,44%.
El siguiente gráfico muestra una 
comparativa entre tres escenarios posibles partiendo desde el año 1995. 
En primer lugar (verde), cómo hubiera evolucionado nuestro retorno si 
únicamente hubiéramos permanecido en el selectivo en los meses de enero,
 febrero, marzo, abril, octubre noviembre y diciembre. En segundo lugar 
(gris), cómo ha evolucionado el S&P500 desde 1995 hasta la 
actualidad. Y por último (rojo), cómo se ha comportado la rentabilidad 
del índice en los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre.
Como podemos observar en el gráfico hay resultados muy dispares según
 los parámetros de inversión en estos últimos veinte años. Si nos 
hubiéramos decantado por estar en el S&P500 en desde octubre hasta 
abril  hubiéramos mejorado la rentabilidad del selectivo. Por otra 
parte, si nos hubiéramos posicionado en el S&P500 en los meses de 
mayo hasta septiembre, nos encontraríamos no sólo con una rentabilidad 
inferior a la acumulada por el S&P500 sino que obtendríamos, tras 
veinte años, una rentabilidad acumulada negativa.
A partir de este punto, existe una estrategia de inversión desde el 
punto de vista teórico, realmente interesante por los resultados que 
ofrece desde el año 1950. En primer lugar, nos posicionaríamos en el 
selectivo americano desde noviembre hasta el mes de abril y seguidamente
 invertiríamos en bonos americanos ¿Qué hubiera pasado de seguir con esa
 estrategia desde 1950? Pues bien, si en capital inicial de la inversión
 hubiera sido 10.000 dólares, a día de hoy veríamos un volumen de 
578.413 dólares. Pero el escenario cambia de forma radical si se hubiera
 tomado la decisión inversa, invertir en bonos desde noviembre hasta 
abril y en el índice en los meses restantes… En ese supuesto, los 10.000
 dólares invertidos en 1950 se hubieran convertido en 341 dólares.
Sin embargo, existe un gran handicap para adoptar la estrategia “Sell
 in may and go away” ya que debemos contar con los dos factores que 
merman la rentabilidad de una cartera, las comisiones y la fiscalidad de
 las mismas. Comprar y mantener en el tiempo tendrá siempre infinitas 
mejores condiciones porque no estaremos generando una serie de 
comisiones adicionales en nuestra estrategia, ni pasaremos por Hacienda 
año tras año para rendir cuentas de la rentabilidad acumulada durante el
 ejercicio hasta que no vendamos.
fuente: http://www.euribor.com.es/bolsa/vende-en-mayo-y-largate-o-mejor-no/ 
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