Distribución en USA. Debilidad débil.
Hasta hace unos años se decía muy poco sobre ‘distribución de la renta’ Masnates de ello hablaban los de ultraizquierda; antes los Gobiernos ya se ocupaban de que se hablase poco a base de redistribuir por la vía fiscal; después tocó reducir los impuestos a los ricos porque hacer eso era lo que ayudaba a generar PIB; y ahora todo el mundo habla del tema con la mayor naturalidad: ‘En USA el 1% más rico de la población acapara el 25% de la riqueza’; ‘¡Ya! ¡Claro!’.
¿La distancia entre ricos y pobres?. Sí, pero pienso que, además de ver qué sucede con ‘los de abajo’, es fundamental conocer cómo están evolucionando los ingresos medios y ver los cambios producidos en la participación, después de impuestos, en los ingresos, de cada nivel de renta. Los gráficos que siguen, que se refieren a USA, es lo que muestran. Su fuente es el Wold Economic Forum. Y me los remitió (@banoib).
Atiendan al gráfico de la izquierda. Los únicos ingresos que destacan son los del 1% más rico de la población, incluso era así a mediados de los 70, que era cuando más se redistribuía por la vía fiscal; lo que sucede es que desde finales de los 80 su evolución se ha salido de madre. Los del 20% más rico algo significan, aunque nada en comparación con los anteriores; a resaltar su senda creciente desde mediados de los 2000. El otro 80% está ahí: apelmazado, plano, insignificante e irrelevante.
El segundo gráfico es de impresión. La tendencia del 1% más rico, meteóricamente hacia arriba; tortazos de las Bolsas les hacen caer, pero se recuperan en un pis-pás. El 20% más rico también muestra una tendencia creciente, pero nada que ver con los anteriores, nada. Y las del 80% restante, pues ya ven, simplemente caen, sin paliativos ni edulcorantes.
El resumen. El 1% más rico de la población pone los colores, elige los pinceles, escoge el paisaje, determina la iluminación, hace la composición y ordena el marco y el emplazamiento. El 20% más rico algo pinta. El 80% restante quita el polvo y mira durante el tiempo que le permiten mirar y desde la perspectiva que le permiten hacerlo.
Ahora estiren el razonamiento e introduzcan la tecnología inteligente, la automatización de procesos, la manufactura 3D, los nuevos materiales y el Internet de las cosas.
Y estimen la tendencia de estos gráficos durante los próximos veinte años.
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Si repasan las medidas y estrategias que se están tomado desde el 2007 todas –todas– apuntan a lo mismo: a volver-a-lo-de-antes. A un crecimiento continuado que eleve al consumo a las mayores cotas asumibles para que la inflación no sobrepase el 2%, para que la ocupación vuelva a aproximarse a tasas de ‘desempleo natural’, y para que la recaudación fiscal aporte los ingresos necesarios en una atmósfera de gasto público reprimido. Ya: dirán que eso no es exactamente lo-de-antes, pero es que es lo que más puede parecérsele teniendo en cuanta que, ya sí, todo el mundo tiene claro que el 2006 se fue para no volver.
Pero, pienso, se sigue con un chip que ya no corresponde a la realidad. El crecimiento va a ser muy anémico porque no puede ser superior toda vez que los condicionantes que lo propulsaron –crédito masivo, endeudamiento disparado, expectativas hipnóticas– ni se dan ni se van a dar; además, ese crecimiento anémico será muy sesgado: algunos sectores de población, de profesionales, de compañías, de actividades, sí, y el resto muy poco o nada de nada.
En consecuencia, todo lo que de ahí cuelgue vendrá afectado por ese decorado: consumo, inversión, comercio, empleabilidad, necesidad de factor trabajo, … Es decir, del ‘todo es necesario’ pienso que ya estamos pasando a ‘lo que es conveniente’. Y eso supone cosas, situaciones, realidades que nada tienen que ver con las pasadas.
Pero eso no se ha admitido aún: http://economia.elpais.com/economia/2014/10/31/actualidad/1414745295_264231.html, supongo que por una suma de inercia, dificultad para explicar a las ciudadanías que 1/3 de la población está caminando hacia la exclusión, al instinto de supervivencia de los Gobiernos y Oposiciones independientemente de su nacionalidad y color político, … En pura lógica ya tiene que faltar poco para que se asuma: con los Planes E 1.0 se tardó dos años.
Una señal de que algo se mueve es la siembra de dudas que el FMI está haciendo sobre las auditorías del BCE y de la EBA a la banca europea:http://economia.elpais.com/economia/2014/10/31/actualidad/1414772187_936588.html y que se añade a lo que manifestó hace un mes en el sentido de que el 70% de la banca europea no estaba en condiciones para dar crédito; también esa constante cantinela de que la recuperación no acaba de cuajar en USA.
Se siguen dando vueltas, pero el tiovivo ya está comenzando a aminorar su marcha.
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Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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