miércoles, 16 de octubre de 2013

Cuando el mundo iba bien

Echen un vistazo al gráfico que viene a continuación. Me lo adjuntaron en un tweet hace unos días. Ignoro la fuente original.
Como reza el título recoge el crecimiento medio habido entre 1995 y el 2007 en los países detallados. Ojo a los años: 1995 y 2007. 1995: el inicio de ‘El mundo va bien’, el comienzo del aumento masivo del endeudamiento privado, el principio de la verdadera democracia: ‘si lo quiere, lo tiene’. 2007: el fin del sueño, la precrisis llamando a la puerta, las subprime, Northern Rock.

Bien. Vayamos a España. El crecimiento medio del período fue espectacular: el 3,6%. El mayor de los países contemplados.; mayor que el de USA y el de la UE. Genial, ¿verdad?. Ese crecimiento, el de España y el de todos los países, fue obtenido a partir de las contribuciones de tres elementos: el factor trabajo, el factor capital y la productividad. Veamos.
En el caso de España el factor trabajo contribuyó con el 2,3%, la mayor contribución, de largo, de todos los países contemplados. Todos, salvo The UK que lo igualó, estuvieron por debajo del 1,0%. En el caso de Alemania incluso el trabajo contribuyó de forma negativa al crecimiento.
La contribución del capital tampoco fue desdeñable en España en ese tiempo, de hecho fue la mayor contribución: el 1,9%, siendo la de USA la segunda mayor.
El descalabro llegó con la productividad. No es que la productividad creciese poco, no, es que ¡fue negativa!: el -0,7% en el período en que ‘España fue bien y más que bien’. ¡NE-GA-TI-VA!. Italia nos acompañó en ese ranking, pero le ganamos. ¿Qué quiere decir esto?.
Estos años de maravilla que España vivió fueron gracias al endeudamiento, tanto por el lado de la producción como del consumo. Cuanto más crédito se concedía a empresas y familias más se consumía de todo, capital también, si, y mas aumentaba el PIB, y cuanto más aumentaba el PIB más se consumía -de todo- debido a la creciente capacidad de endeudamiento que graciosamente era concedida a familias y empresas por quienes tenían excedentes de pasta, y más trabajo y capital se metía en la olla.
Dicho técnicamente: la contribución del trabajo y del capital (sobre todo la del trabajo) fue mayor de lo que el PIB aumentó, por lo que la productividad resultante fue negativa debido a que ese trabajo y ese capital se aprovecharon muy mal, se desperdiciaron. ¿Por qué, por que el modelo productivo español fue muy poco eficiente.
Aquellos años pasaron y ahora estamos donde estamos, pero no es sólo que sea imposible retornar a aquello, sino que, además de no tener modelo, de sufrir un desempleo monstruoso, de padecer una dependencia agónica del crédito, España arrastra una deuda total que no puede pagar.
Y luego el Gobierno vuelve a hablar de túneles y de luces a su final. Qué no sea lo que aquella viñeta de El Roto en El país de no recuerdo cuando: un túnel y su salida; en medio se insinúa una silueta, y en la distancia se percibe una voz que se presume trémula: “No, no salgáis”.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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