lunes, 7 de mayo de 2012
Lecciones de Benjamin Graham, maestro de Warren Buffet
Hace muchos años, en mi inicio como gestor de patrimonios, solía leer todos los libros que caían en mis manos sobre operativa de mercado. La juventud tiene esa maravillosa pasión por todo lo que se propone. Estudiaba muchos tratados sobre análisis fundamental o técnico (éstos no eran tan numerosos como en la actualidad, ni teníamos la posibilidad de internet), leía con interés artículos sobre cómo interpretar los flujos de mercado, o sobre hechos financieros y sus consecuencias en las bolsas. Pero los libros que más disfrutaba era aquellos basados en la vida, y en la operativa de los mejores gestores financieros. En ellos se recogía toda la experiencia y sabiduría de estos inversores, y para un joven deseoso de emular su éxito en los mercados, eran valiosas lecciones a aprender.
A lo largo de mi carrera como gestor, fueron muchas las ocasiones en las que ante un momento especialmente difícil en los mercados, recurría de nuevo a esas lecturas para intentar calmar mis nervios, ver la situación con algo de perspectiva y tomar la mejor decisión posible. Creo que estas lecturas no son sólo útiles para los profesionales, sirven igualmente para todos aquellos interesados en el difícil mundo de la inversión.
Es por esta razón por la que periódicamente publico algún artículo sobre la operativa de estos exitosos gestores. Hace unos días traje a estas páginas las principales reglas operativas de Warren Buffet, quizás el más famoso de todos los tiempos. Hoy haré lo mismo con uno de los referentes del propio Buffet, y uno de los inversores más clarividentes de todos los tiempos: Benjamin Graham.
Benjamin Graham nació en Londres el 8 de mayo de 1894 y murió en 1976. Este profesor de economía de la Escuela de Negocios de Columbia, es considerado como uno de los máximos precursores de la inversión valor. Les aconsejo que lean sus espléndidos libros: Security Analysis y The Intelligent Investor.
Por breve que fuera el resumen sobre su legado financiero, sería demasiado amplio para el formato de estos artículos, por eso creo más conveniente publicar las citas más brillantes de Graham a juicio del analista Ivan Hoff, que recogen de forma aproximada su visión sobre los mercados.
- “Si va al mercado a comprar acciones, hágalo como si comprara alimentos, no como si comprara un perfume”.
- “Las evidentes perspectivas de crecimiento en un negocio, no tienen que traducirse en evidentes beneficios para los inversores”.
- Las únicas constantes en los mercados son el cambio y la incertidumbre. No sólo cambia el entorno empresarial, sino también las percepciones sobre las acciones.
- Diferentes catalizadores importan para diferentes marcos temporales.
Sobre esta cita quiero hacer un comentario personal. Hay un dicho en el mercado que señala que los gestores no pueden tener en sus cabezas más de una referencia a la vez. Aunque evidentemente, esto es una exageración, tiene un trasfondo muy real. Los inversores suelen elegir un catalizador en cada momento de mercado, ignorando o minusvalorando el resto. Todos recordamos cuando hace tiempo el referente máximo de los mercados era el conflicto geopolítico en oriente medio, y la posibilidad que éste desembocara en una subida incontrolada de los precios del petróleo. Toda noticia sobre este tema cotizaba en mercado, y se obviaban resultados empresariales, márgenes operativos, noticias macro, etc.
El referente cambió, y el foco inversor pasó a la crisis de deuda europea. Ya no era importante si Irán probaba tal o cual misil, ahora lo importante y lo que cotizaba en mercado era si Grecia podría cumplir con las medidas de austeridad o no. Luego el interés pasó a Irlanda, posteriormente a Portugal, Italia, España.
Identificar y anticipar el siguiente catalizador referente del mercado, nos proporciona la posibilidad de tomar posiciones en uno u otro lado antes que esa referencia empiece a cotizar en las bolsas.
- La distinción más realista entre el inversor y el especulador se encuentra en su actitud hacia los movimientos del mercado. El principal interés especulador se encuentra en la anticipación y beneficiarse de las fluctuaciones del mercado. El principal interés inversor radica en el seguimiento adecuado de la tendencia de valores. Los movimientos del mercado son importantes para él en un sentido práctico, ya que crean niveles altos y bajos donde poder tomar o deshacer posiciones dentro de una tendencia de mayor rango.
- El riesgo de comprar demasiado alto un valor de alta calidad, no es el principal riesgo de la media de los inversores. Las observaciones durante muchos años nos han enseñado que las principales pérdidas de los inversores provienen de la compra de títulos de baja calidad en condiciones favorables del negocio. Los compradores asemejan las buenas ganancias actuales como equivalente de potencial beneficio en sus inversiones, y asumen que la prosperidad es sinónimo de seguridad.
- No hay nada garantizado. No hay nada seguro. El mercado no le debe nada. El proceso de selección de valores es importante, pero la disciplina de gestión de riesgos debe prevalecer sobre la convicción.
- Lograr resultados satisfactorios de inversión es más fácil de lo que la gente cree. Lograr buenos resultados es más difícil de lo que parece.
- La gente de Wall Street no aprende nada y olvida todo.
- La mayoría de las acciones están sujetas a fluctuaciones de precios excesivas e irracionales en ambas direcciones, como consecuencia de la arraigada tendencia de la mayoría de la gente de especular o jugar en el mercado, lo que da paso a la esperanza, el miedo y la codicia.
lacartadelabolsa
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