Hoy finaliza el plazo para la aceptación del canje de la deuda griega en manos privadas (PSI). Los mercados han estado muy nerviosos estos últimos días por este hecho, y por la posibilidad que no alcance un acuerdo suficiente que evite la declaración de “crédito event” (luego explicaremos este término). Importantes grupos bancarios europeos han confirmado que acudirán al PSI. Las entidades sujetas al Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que podrían poseer hasta 200.000 millones de euros en deuda griega, aceptarán el canje. Pero eso no es suficiente. Las pérdidas estimadas en caso de quiebra griega, según el propio IIF, podrían alcanzar el billón de euros.
Uno de los efectos que produciría una suspensión de pagos en Grecia, sería la activación de los CDS (Credit Default Swaps), de los que seguramente la mayoría de ustedes habrán oído hablar. Los CDS son una forma de seguro que los inversores pueden comprar para ser compensados en caso de una suspensión de pagos de los bonos que han adquirido. Esta suspensión de pagos es conocida con los términos “credit event”.
Esto que es bastante fácil de entender, no lo es tanto a la hora de decidir si se ha producido una suspensión de pagos efectiva o no. Decidir si hay un “credit event” es labor de un grupo denominado International Securities and Derivatives Association (ISDA), y esta organización será la encargada de decidir si se tienen que pagar estos seguros de crédito, lo que en caso afirmativo, nos llevaría a un colapso peor que el de Lehman Brothers.
El analista Michelle Caruso-Cabrera señala en la CNBC que al ISDA se le pidió que se pronunciara sobre dos cuestiones relacionadas con la reciente oferta del gobierno griego a sus tenedores privados de bonos, en la que sólo se les pagaría el 46,5% de lo que se les debe.
La primera pregunta era si el reciente canje de bonos entre el BCE y el gobierno griego provocaría que el resto de tenedores de bonos fueran subordinados. La subordinación es uno de los hechos que activaría el pago de los seguros CDS. El canje de bonos del BCE con Grecia no incluía la quita del 53,5% que tendrá que sufrir el resto de tenedores. El ISDA votó unánimemente que no.
La segunda pregunta era si la oferta actual a los tenedores privados de bonos, era en sí misma un “credit event”. El comité también votó por unanimidad que no.
Aunque hay discrepancias con esta resolución. Expertos en CDS, y titulares de la deuda griega, dicen que estas dos votaciones han sido llevadas a cabo demasiado temprano en este proceso para que sean significativas.
La verdadera prueba llegará el próximo 20 de marzo, cuando Grecia tenga que amortizar deuda por más de 14.000 millones de euros. Grecia tiene la esperanza de completar un canje de deuda antes de esa fecha, lo que reduciría el pago en más del 50%.
Como parte de la oferta, el gobierno griego ha dicho a los tenedores de bonos que tiene el derecho de imponer con carácter retroactivo una “cláusula de acción colectiva”. Esto significa que si hay más de dos tercios de los tenedores de bonos que están de acuerdo en canjear sus bonos, el gobierno puede imponer el acuerdo colectivamente al resto de acreedores, incluso los que no querían acudir al canje.
En ese momento, un tenedor de bonos puede presentar una queja ante el ISDA, y el organismo tendrá que decidir si dicta un “credit event”, y por tanto, el pago de los CDS.
Un default desordenado, que se produciría en caso de que el ISDA declarara un credit event en Grecia, llevaría a Grecia a la pobreza extrema, según afirma Jean Lemierre del BNP Paribas, y sería “extremadamente peligroso” para el resto de la eurozona.
Y no son solo los profesionales del mercado los que temen esta posibilidad. El Ministro de Finanzas de Holanda, afirmaba ayer que una suspensión de pagos en Grecia podría provocar un colapso mayor que el de Lehman Brothers. Son muchas las declaraciones que van en este mismo sentido.
lacartadelabolsa
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